Por SONICHA
Hoy es uno de esos días quejumbrosos, donde no quieres ni siquiera
pararte de tu cama.
Pero sabes que con quedarte acostada no arreglarás nada.
Todos se han ido de paseo y quede en casa sola. Solo mi padre estaba
en su cuarto, pero el
no se levantaría hasta muy tarde de la mañana.
Fui a la cocina a hacer mi café que no me puede faltar nunca, revisé
mensajes en mi WhatsApp,
ufff que pesados se ponen a veces con esos grupos, solo miré de
quienes eran y no los abrí.
Con una taza de café me senté frente al portátil, entré a las redes
que estoy, evitando una,
aquella que me llenaba de recuerdos y tristeza, por fin entré para
mirar igualmente mensajes
y responder. No eran pocos, pero igual nada interesante,
saludos, piropos y demás. respondí
algunos, miré mensajes antiguos y me llené más de nostalgia, si a
veces nos gusta remover
la herida y hacerla sangran, somos masocas con lo que no deberíamos.
Entré a la ducha, me rasuré, ya tenía un poco crecido los vellos
vaginales, me demoré
y lo disfruté mucho al saber que era libre ese día de que me
estuvieran llamando para todo.
Salí con la toalla, miré al cuarto de mi padre y aun dormía, hice
desayuno, dejándole servido
en la mesa para cuando se levantara.
Cogí mi portátil y me fui a mi cuarto, cerrándolo con llave, no
quería ni el me molestara, ya le dejaba allí servido, quiero tranquilidad.
Abrí de nuevo las redes, respondí mensajes que faltaban, miré
algunas fotos sin hablar con nadie.
entré a mis documentos para borrar algunas cosas que no sirven
tenerlas, empecé a hacerlo, leía y borraba, cuando llegue a los archivos
encontré un video, ese bendito video que, si bien ya no lo miraba todos los
días, si lo abría de vez en cuando para escuchar su voz, para ver su rostro.
Me puse audífonos y le di el play para que se repitiera una y otra
vez---siii ya sé es un tormento---
puse el portátil a un lado y con los audífonos puestos cerré mis
ojos, me había quitado la toalla del cuerpo y acostado completamente
desnuda. Tan solo el escuchar el "hola guapa" me hacía erizar
la piel, sentía mi corazón iba a estallar de alegría, igual se me ponía ese
nudo en la garganta que no
baja ni sube, a veces no quiero entender que todo se acabó y que
lleva una vida feliz junto a otra
persona, destruyendo todo sueño que haya tenido, destruyendo mi
vida. Pero nadie manda en
corazón ajeno.
Se repetía una y otra vez, sin pensarlo mi mano acariciaba los
senos, se detenía en mis pezones
que estaban duros como rocas salivando los dedos volví a pasarlos
por ellos, mis dos manos trabajaban en ellos, los halé y pasé mi lengua por mis
montes quienes pedían caricias. los dedos índice y medio jalaban fuertemente
los pezones hasta sentir un poco de dolor, mientras le pasaba la lengua por
encima de los senos hasta donde alcanzara.
mis ojos seguían cerrados y su voz sonaba en mis oídos, metí los
dedos en la boca y luego los pasaba en medio de mi busto bajando hasta mi
pelvis. Tocaba mi clítoris, volví a subir mis manos acariciándome toda,
imaginando que era quien hablaba en ese momento, mis ojos seguían cerrados me
entregaba al deseo y la sensación de sentirle allí cerca de mí.
Me acariciaba más y más fuerte, como queriendo lastimar aquel cuerpo
que pedía sus manos, su boca. llegue de nuevo a mi busto, apretándolos, mi
cuerpo se convulsionaba con un micro orgasmo. era tan
solo el principio. Sentí como mis fluidos iban saliendo y
cayendo en medio de la abertura llegando a mi ano.
ahora imaginaba que me tocaba mi pelvis, metí dos dedos entre mi
abertura vaginal, toque de nuevo ese pequeño pene que poseemos, estaba
sensible, cogí mis labios vaginales, estirándolos, estaban
húmedos por mi micro orgasmo, que bien se sentía estirarlos, el dedo
del corazón en medio de ellos.
cerré mis piernas y metí dos dedos entre ellos, me los aprisionaba,
que sensación, al recorrer mi vagina suave por mis fluidos. Sentía como
si fueran sus dedos, como si me mirara con ese deseo de hombre enamorado. su
voz, su voz allí latente, apreté esos dedos más hacia mi vagina, crucé las
piernas y así los sentía queriendo entrar a la fuerza, era impresionante ese
deseo, me dedeaba así
con esa presión, ahora ya mi clítoris respondía a ese juego de mis
dedos abrí las piernas y comencé a sobarlo en círculos. ahhhh, ahhhhhhhh,
me encantan esos micro orgasmos uno sobre otro.
Doble las piernas abriéndolas un poco, ahora me daba palmaditas
precisas y fuertes en mi vagina, con la mano abierta...ummm, me gusta
eso, me excita, luego de algunas fuertes mi sexo pedía más y más, creo dure
algunos minutos azotándolo, sentía como me corría.
"Métemela amor, métemela" suspiraba yo hablándole a ese
fantasma imaginario, con una mano estiré mi vagina hacia arriba y con dos dedos
de la otra los introduje, moviéndolos. los sacaba pasándolos por toda mi
abertura deteniéndome en mi clítoris, hacia círculos, lo apretaba con dos dedos
y luego le daba de nuevo golpes. Mi otra mano tocaba los pezones y los
pellizcaba, mientras seguía pensando que era "el" quien lo
hacía, su voz seguía allí.
Mis dedos estaban empapados de mí, los introduje en mi boca y ese
sabor dulce agrio era genial, empecé a follarme mi boca, tal cual fuera su
pene, entraban y salían mi lengua saboreaba, seguía la otra mano
pellizcaba el otro pezón, Ahora metí de nuevo mis dedos, ---su voz--- mi
cuerpo ya no resistía más, aunque yo deseaba seguir, seguir. sentí que me
llegaba mi orgasmo, el orgasmo definitivo, cerré más mis ojos y mis dedos se
metieron más fuerte, tocando siempre el clítoris me sentía morir.
Los moví más fuerte y mis pezones ya ardían de tanto jalarlos,
azotaba y metía mis dedos, ya sabía que venía y empecé a gritar su
nombre, Siiiii asiiiiiiiiiiiiiiiiii.... (gritaba su nombre)
sigueeeeeeeeeee amor, eres mi vidaaaaaa lo sabessssss,
siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. mi cuerpo se convulsionó de deseo,
mis dedos seguían su ritmo, mi clítoris se hinchó más y mi vagina
cerraba y abría.
Ahhhhhhhh sigue ...... sigue amor
massssssssssssssssssssssssssssssss, ahgggggggggggggg, vamos dale
ahggggggggggggggggggggggg ummmmmmmmmmm.
Quedé desmadejada, mientras el video seguía y seguía, abrí mis ojos
mirando la pantalla y le dije: Si ves lo que provocas con tu voz, siempre
seré tuya y aunque no quieras serás mío por toda la eternidad.
Al pararme chorreaba por mis piernas mis fluidos y la sábana había
quedado empapada, sentía escozor en los senos y mi vagina, pero estaba feliz
muy feliz.
Sonicha(d.r.a.)
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