Sobre los primeros días que conocí a Xochitl, y nos trasportamos en un taxi, fantaseando con música romántica para llegar a una noche bohemia y romántica.
Por viagramanusa@yahoo.com.mx
Recuerdo que nos subimos en un taxi y ya tenía muy insertado mi brazo detrás de sus hombros, - sobre el
asiento del auto- de forma discreta, para sentirme más cerca.
Xóchitl: ¡Qué caray
contigo!
- Me quita mi brazo de sus hombros.
Ella intentó romper esa muralla de acero que tenía puesta, por mis
contemplaciones, por mis pasados, por todo lo vivido. Pero al ver su rechazo,
por respeto, ya no quise insistir.
Después simplemente le tomé
la mano, la retiraba, y en ocasiones besé su mano -, la volvía a retirar. Llegamos
a un restaurant. Cenamos, bebimos, bailamos, pero no llegamos más allá de
tomarnos la mano. Después pedí un taxi
para ir a su casa. Quise despedirme con un beso e hizo a un lado su cabeza.
Xóchitl: Disculpa... ¡como que has intentado
besarme en varias ocasiones! ¿A título
de qué?
- Ha sido
coquetería de mi parte besar tus manos, como una forma de expresar los primeros
sentimientos hacia ti y como una galantería de mi parte retirarla. Pero quiero
que sepas que quiero… algo contigo.
Xochitl: Pero había una razón, para que yo
me hubiera dejado. No me mirabas con deseo sino con admiración, incluso sentí
como si me trataras como una hija, si así es, por eso quizá no hice
aspavientos.
- Te veo como a una mujer que despertaba sentimientos, sin saber
exactamente hasta dónde íbamos a llegar. Por un momento pensé que nada iba a
ocurrir, nada iba a haber entre nosotros, Y míranos ahora, ya hasta puedo
decir, eres y serás mi mujer.
Xochitl: Has despertado en mis cosas que
antes solamente me las imaginaba, fantaseaba y que nunca pude ejecutar. En unos
cuantos meses, poco a poco nos hemos ido conquistando, conociendo y aprendido a
querernos y creo hasta amarnos. Sospecho que tienes una bolita mágica que
usaban las gitanas para ver el presente futuro y demás mmmmm, sospecho que tú
me conoces más de lo estoy pensando.
- Cada noche tu
esencia viaja hasta mi lecho y a mi oído me dice todo de ti. Te parece si
tratamos de fantasear imaginándonos qué pasaría esta vez sí nos subimos al taxi.
Nos subimos al taxi, y
nos fuimos a mi casa, Xochitl se recostó en mi hombro y le hablé al oído, diciéndole
que pensara en lo que se pudiéramos hacer en la intimidad.
Xochitl: Me
imagino tú brazo acorralándome, tus labios apenas rozándome, tu
silencio susurrándome, tú aliento provocándome, y después de cierta confianza
perenne; tocándome y diciéndome al oído
en voz baja, mirándonos a los ojos,
sintiendo nuestras manos. Té miro a los ojos, tomo ahora yo tu mano y la pongo
en mi rodilla, traigo una falda suelta. Primero los sentimientos
sublimes y poco a poco subir el tono
hasta lograr que tenga confianza
y poder ser solícita a tus peticiones; como vamos es un carro de
servicio público debemos ser
muy discretos.
- Yo me imagino tus manos en mi
cuerpo, tu respiración en mi piel, tu calor llegándome a mí siento que tú me
miras desnudo, listo para que tus manos recorran cada rincón de mi cuerpo.
Xochitl: Cariño, decidimos ir rumbo a un
sitio que tú solamente conoces. Me imagino estando en tu lugar, tus manos
recorrerán mi cuello, siento tu respiración en mi oído, tus manos bajan por mis
pechos. Mi cuerpo se retuerce de sentirlas dándome placer, mis pechos florecen
y se esparcen al movimiento de mis manos que los acarician, mis pezones toman
la energía de lo que siento casi duelen, la respiración se me entrecorta
y un fuego intenso me recorre, uno de mis dedos se humedece en mi boca para
proporcionar más placer en mi pezón que se tensa y me roba los gemidos, mi
necesidad de ti me desespera. Aquí sentados en el asiento trasero del taxi, te
imagino lamiéndome y mordiendo mi pezón, mis dedos lo pellizcan sobre mi blusa
para sentirlo, comienzo a humedecerme. Cariño siento que pronto una de tus
manos ira directo a mi clítoris, lo estimularas suave pero sin dejar de ser
firme, en círculos como tú sabes hacerlo, sintiendo como me muevo en cada giro
que le haces. Corazón estoy tan húmeda, podría escurrirme si sigues
friccionándolo mientras mi respiración se acelera pronunciando tu nombre…
- Ya vamos llegando al sitio escogido, te imagino acariciando mi pene con
ganas de ponerlo duro y listo para acercarlo a tu cuerpo llevándolo hasta tu
intimidad. Haces que mi cabeza roce tus labios vaginales. Me permites que
intente penetrarte, pero me detienes, Juegas con mi intimidad, la lames, la
pruebas. Luego te tiendes a un lado donde me ayudas a subir sobre ti, y
disfruto como separas tus piernas para entregarme tu intimidad. La abro
placenteramente con mis dedos, tus labios vaginales, carnosos, rojizos,
hinchados, están ansiosos ya por una nueva penetración. Acaricio tu clítoris
pidiendo placer y, así de a poco, coloco mi pene ante tu cueva de placer y te
penetro una vez deslizándome dentro de tu cuerpo.
Xochitl: ¡Ug! Y te pido que sigas, que no pares,
¡Ah! Te siento ya totalmente dentro de mí. Me empujas, tu pelvis golpea mi
vientre. No me aguanto, estoy a punto de
gritar quiero explotar te ruego que no pares, es un calor intenso el que me
sube desde lo pies hasta el rostro. Ya quiero llegar a donde me llevas. Sigo
imaginándote. Mi respiración se agita mucho y mi cuerpo se retuerce casi podría
llorar por lo que estoy sintiendo. Estoy a punto de explotar en un éxtasis de
placer que se derrama por mi piel.
¡Ahahahahahahahahahahahahahahaha!
-
Llegaste a la catarsis de mi embestida. Recojo con mis
manos tus néctares y lamo mis dedos y te los doy a probar.
Xochitl: Quiero sentir mi sabor como cuando
tú te acercas con tu boca y me besas, entonces mis dedos me acarician y los
llevo a mi boca me siento muy excitada, lujuriosa, sensible, mojada, palpitante,
se bien que cada vez que intentes penetrarme entrarías con tanta fuerza en mí
que no aguantarías un minuto con el fuego de mis entrañas, hasta que expulse
mis mieles en forma impulsiva, abundante y caliente.
-
Te abrazo, te acaricio, y suavemente saco mi pene de
tu intimidad y te giro quedando tu espalda y trasero hacia arriba con el deseo
de tomarte desde atrás. Me subo sobre ti y separando tus piernas apunto mi pene
entre tus glúteos dejándolo deslizarse buscando tu entrada... tú me dices…
Xochitl: Atínale
cariño, Vas mal... un poco más
arriba... ahí... mmmmmm.
-
Estoy ahora penetrando tu vulva
rica, tus glúteos me piden fuerza. Esta penetración me encanta. Así bombeo
dentro de ti hasta más no poder y alcanzar mi orgasmo delicioso en tu cuerpo.
¡Ahahahahahahahahahahahahahahahahah!
Xochitl: Todo lo que me rodea entre mis
piernas ha quedado totalmente mojado puedo sentir el aroma a excitación
que hay en el ambiente imaginarte me ha movilizado cada parte de mi cuerpo.
El taxi
llega al destino indicado
- Ya llegamos. Bien amor, cierra los
ojos. Camina a mi lado. Estamos a la puerta de mi casa, nuestro nidito de amor.
Abre los ojos, aquí está la llave, abre la puerta y entremos los dos al mismo
tiempo.
Xochitl: Tomados de la mano, quiero que los
dos entremos juntos, con el pie derecho al unísono. Una vez adentro, quiero sentirme
segura. Veo un decorado tal y como me lo habías descrito. Ningún rastro de
alguien más en su vida. Estoy en tus dominios, y tal y como me lo has prometido.
Te abrazo y pongo una mano en tu torso, sintiendo
el tibio calor de su piel y empiezo a contar los latidos de tu corazón.
-
En este sitio, te amare como lo que eres y siempre serás:
Mi Mujer. Esta es tu casa, en el
refrigerador tengo una botella de vino. Brindemos por este encuentro. ¡Salud
Amor! He escogido unos boleros que hará esta noche inolvidable, que nos ayudara
a descubrir cómo fue que llegamos a este momento. ¿Me concede esta pieza
Señora?
Xochitl:
Por supuesto, le dije. Caminé
hasta llegar frente a él, rodeo mi cintura, y bailamos apretaditos, abrazaba
con sus fuertes brazos, nos besamos profundamente llevándonos con el ritmo de
la música y el sabor del vino. Mi cuerpo temblaba de pies a cabeza.
-
Mientras bailábamos, busquee afanosamente los botones
de su blusa, uno a uno fueron separados de su lugar, de la misma forma desabroché
su sostén, mis manos tomaron sus senos, suavemente, para después darle un beso,
mi lengua hurgaba dentro de su boca, despertando sensaciones placenteras.
Xochitl:
Me colgué de su cuello, besaba mi cuello, escuchaba y sentía su
respiración. Sus besos me estaban
gustando, el no dejaba de besar mientras sus manos buscaron el cierre de mi
falda, al estar fuera de su lugar la falda cayó al piso, con un movimiento
rápido levanto mi falda y la puso sobre una silla, sus manos se apoderaron de
mis nalgas, las apretó con suavidad, por último fue bajando mi ropa interior,
se sentó en la orilla del sillón de la sala y siguió acariciando mi cuerpo, el
cual seguía temblando por estar ahí desnuda con el que ya consideraba el
verdadero amor de mi vida.
La música, aumentaba de volumen como por arte de
magia.
Subimos a la recamara. La música y las copas de vino
surtían su efecto en nosotros. Entramos a nuestra recamara.
Xochitl:
Me recostó en la cama y separó mis piernas con sus brazos, se arrodilló
y besó mi intimidad y después la lamió, la chupó, la mamó a un ritmo que solo
él pudo llevar. Mi cuerpo temblaba totalmente, convulsionado, mojado del deseo
gritando nuevamente su nombre. Y tal y como lo imaginé en el taxi, mi hombre,
colocó su pene ante mi cueva de placer y lo penetró deslizándose dentro de mi
cuerpo. Sentí su pene duro, no flácido como me había el platicado, debido a una
supuesta disfunción eréctil. Tuve Una sensación desesperante, sin poder parar
la intensidad, mis ojos se ponían en blanco al sentir a mi hombre dentro de mí,
mi cuerpo estaba en un estado de
excitación extrema y mi respiración enloquecida, gimiendo hasta quedarme sin
aire, inmóvil solamente con la palpitación y contracción de mi vagina que
expulsaba mis mieles en forma impulsiva, abundante y caliente. ¡Ahahahahah!
Después de un rato de besos, caricias, convulsiones de
mi parte, él se apartó. Aproximó su pene a mi boca, la abrí y fue penetrándola,
nos acoplamos muy bien, mi boca lo apetecía, sentía la cabeza de su pene en mi
garganta, yo la chupaba, la succionaba, la mamaba, aumentaba la intensidad del
momento hasta que derramó su semen en mi boca, un sabor inigualable, sus
lácteos escurrían fuera de mis labios y mi lengua los recogía para no desperdiciarlos.
Limpié su intimidad con mi lengua, colocó su pene entre mis senos y lo masturbé
con ellos, y un chorro de su leche salpicó mi rostro y mis pechos.
Nos quedamos pegados, abrazados así…
Dormimos la primera vez en nuestra cama, en nuestra
recamara, en nuestro rincón bohemio.
-
Esta reunión fue la que ocasiona que meses después uniéramos
nuestras vidas. Pero el gusto nos duró muy poco, razón, tema de otros relatos
que ya pronto serán escritos y publicados.
-
Xochitl, es la mujer, que inspiró el relato:
Sus comentarios son bienvenidos a:
viagramanusa@yahoo.com.mx
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