Por Caro226
Como todos saben, el sexo anal es uno de
los placeres más divinos de la vida, me lo decían amigas me lo decían parejas, sin
embargo, yo un poco renuente ante ese acto sexual....
No había experimentado el sexo anal. Aunque
tenía grandes deseos de sentirme penetrada, no se daba la ocasión. Ni las ganas
necesarias para hacerlo.... Conocí a alguien con ideas un poco alocadas, como
zoo, tríos, lesbianas; etc. Me sentía atraída por el deseo de experimentar cada
uno de los actos mencionados. Nada se Concretaba. Hasta ahora.
Esta Mañana después de levantarme escuché que llamaban a mi puerta era Enrique, un amigo. Conversamos de
muchas cosas sin querer llegar a más "aparentemente". Pasadas dos
Horas se despide me levanto del sillón al abrir la puerta, nos damos
algunos besos. Con la puerta abierta me dice Voltéate, le contesto no. la
puerta está abierta; pero me giro y soy yo quien cierra la puerta. Me pongo en cuatro tumbada en la mesa del
comedor, él se saca su miembro grande y grueso brilloso divino y me estimula siempre
pensando que la penetración seria vaginal. Empiezo a mojarme, lo tiene riquísimo....
la diferencia de alturas hacía que tocara mi ano le dije por allí no seguía;
pero lubricando demasiado tocando mi vagina le digo hazlo por detrás.
Cambió de dirección introduciendo su verga
grande y gruesa en mi delicado y cerrado ano. Le dije con cuidado por favor lo
hizo mis músculos me dolían lo disfrutaba, pero me dolía mi vagina empezó a
lubricar mucho más que cualquier otro día sentía que gotas corren por mis
piernas y caen al piso era una explosión de placer dolorosa. No podía gritar
apenas gemía. Podían escuchar. En ese momento no pensaba que pudiesen verme o
no. Él lo sacaba y lo metía sutilmente. Aunque intentaba hacerlo de manera muy
suave el dolor era intensamente delicioso. Le pedí que por favor lo sacara lo
sacó y lo metió en mi vagina, me penetraba fuertemente. Me corrí,
acabé de una manera única fenomenal, pero él no había terminado de acabar
cuando la sacó y lo metió nuevamente en mi ano, esta vez con más fuerza movimientos
intensos y duros. Le dije me duele y no le importó, me agarró del cabello como
su perra y acabó llenando todo mi ano de leche. La sentí rica caliente entre
mis piernas mi vagina aun goteaba. La sacó, la limpié dándole una mamada
y se fue. Desde esta mañana hasta ahorita no dejo de pensar en eso.
No comments:
Post a Comment