Por Michelle
La primera vez que me
cogieron fue en el colegio, yo estudiaba en el Teresiano y fue el chofer de
autobús y conserje del colegio.
Yo era muy muchachita
y el señor tenía como 63-64 años, era español.
Me cogió a finales de
agosto del 2014.
Siempre me estaba
mirando y me sonreía, yo me hacia la loca, pero él sabía que no me disgustaba
el coqueteo, no sé porque nunca me negué a corresponderle.
Fue un sábado después
de la verbena, como a las 9 de la noche, me llevó hacia la sala de las bombas en
la parte de atrás del estacionamiento.
Yo estaba vestida en
jeans y franela y recuerdo que calzaba los suecos de madera de tacón alto.
Sabía que el hombre
estaba bien excitado, era mayor que mi papá y yo era menor que su hija menor.
No sé que me pasó, pero
no me negué a ir con él a ese lugar, era apartado y ya no había nadie.
No hablamos casi
nada, estaba bastante oscuro, el señor me agarró por detrás por la cintura, me
haló hacia atrás de unas cajas de madera y se recostó de ellas, me haló hacia
él y quedé como abrazada desde atrás.
Rodeó mi cintura con
sus brazos y me estrechó, sentí su respiración cuando comenzó a besarme en el
cuello y sus manos subieron para acariciarme los senos.
Yo me estremecí
cuando sentí ese contacto, él se dio cuenta y siguió besándome y halándome como
para ponerme a su altura, sentí su entrepierna, estaba erecto, espiraba
aceleradamente y trataba de besarme en la cara, yo lo evitaba.
Me dijo para
voltearme y ponerme yo inclinada contra las cajas, no dije nada cuando sentí
que me bajaba el jean y luego me bajó la pantaleta, me los bajó y después como toscamente
se bajó sus ropas.
Me separó un poco las
piernas y se me encimó, me sujetó por la cintura y con una mano fue colocando
su pene por entre mis nalgas y luego lo deslizó hasta ponérmelo en la vagina.
Fue rápido, fue
rápido, yo no traté o no pude impedírselo, yo me quedé quietecita y el viejo, con
más experiencia, logró metérmelo un poco, yo me revolví y traté de moverme
cuando sentí que él entraba, pero el hombre me controló, me dijo algo que no
recuerdo y se afincó, me lo metió despacito pero completico, todo, escuche su
gemido y se confundió con el mío, yo gemí cuando me lo metió todito y sentí que
me desvirgaba, me lo enterró completico, lo sentí muy caliente y sus bolas
chocaban contra mí cuerpo, comenzó a cogerme sin compasión, con fuerza, me lo
metía completico y lo sacaba para enterrármelo otra vez más a fondo, una y otra
vez, me estaba cogiendo a su antojo, se estaba dando banquete y no le importó
mi edad, él era grande, alto y grueso y yo chiquita y frágil, pero me cogió
como un animal desesperado, suspirando y gruñendo.
Duró como 6-7
minutos, comenzó a apurarse y respiraba muy aceleradamente, estaba jadeando
cuando gimió y gruñó, empujó muy duro y acabó. Me sujetó con fuerza y me lo
empujaba muy duro mientras me echó todo su semen adentro, abundante y licuado,
me inundó y siguió embistiéndome, entre gemidos y contorsiones se vació en mí.
Era 48 años mayor que
yo.
Volteé para mirarlo
cuando me lo estaba sacando, lo tenía húmedo y medio erecto, era bien grande.
Luego cuando nos
calmamos me acompañó hasta abajo.
Michelle
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