Saturday, December 21, 2019

EMPEZANDO EL 2020





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Sunday, December 15, 2019

ROBERT: HOMBRE Y BESTIA.



Por: Sandra Rosalía.


El hombre siempre se mantuvo detrás a prudente distancia… Yo había percibido su mirada lasciva de soslayo, recorriendo mi atractivo cuerpo, mientras realizaba compras en el mercado. Según el ángulo que yo presentaba, el hombre fijaba su vista, ya fuera en mis tetas, amenazando estas con rasgar la blusa de color verde trasparente; como también sobre piernas y trasero.
Podía notar que: su mirada estaba cargada de una tremenda lujuria, semejando a un lobo hambriento, observando a la borrega resguardada dentro del corral; tan lejos y a la vez tan cerca. Mientras lo observaba, controlándose y sufriendo, al no poderme devorar, provocaba que se humedecieran sexualmente mis pantaletas. Esa mañana de calor infernal, yo vestía una minifalda blanca cortita y ligera de algodón; a través de la cual, se trasparentaban tenuemente, las bragas blancas de encaje. Una vez fuera del comercio, y dirigiéndome al auto aparcado en el estacionamiento subterráneo, sin esperarlo, el hombre sorpresivamente me abordó:
-Hola Sandra, dijo con voz gutural, y con bastante familiaridad; yo soy Robert, ¿me recuerdas?
Su saludo, me ocasionó cierto sobresalto; porque, para empezar, yo juraría que el hombre del mercado, con quien jugara hacía apenas unos momentos, a enseñar y ser vista, era un perfecto desconocido; además, de que suponía ya haberlo dejado atrás para siempre. Después de aquel inesperado saludo, deseaba despedirme e irme de inmediato. En cuanto al juego erótico de enseñar y ser vista, frecuentemente lo realizábamos mi esposo y yo, en lugares públicos; tales como como bares y centros de baile, en donde, con la falda corta, sentada con los muslos juntitos, mostraba disimuladamente el triángulo de mis pantaletas a ciertos hombres; algunos de los cuales, llegaban a abordarme cuando yo me dirigía al baño, y a quienes, en ocasiones, invitaba a nuestra mesa, fingiendo que mi esposo y yo, solo éramos amigos. Todo quedaba en un coqueteo, y de continuar enseñando fugazmente mis piernas y sensuales bragas a nuestros invitados de ocasión. En cuanto a este señor Robert, se trataba de una persona como de 50 años, quien era un médico a cargo de una amplia compañía, en donde yo laboraba en otra área; y con quien jamás había socializado más allá del ocasional saludo.
Ya repuesta del acercamiento de Robert, y fingiendo una grata sorpresa por haberlo visto, di lugar con una idea erótica que había explotado en mi mente, en aquel preciso instante: De tal manera que: con el individuo de pie junto a mi auto, lugar hasta donde este me había seguido, abrí la puerta del lado del pasajero; y agachándome deliberadamente, según yo, con el fin de acomodar mis dos bolsas de mandado en el piso del auto, le mostré toda la cara posterior de mis atractivos muslos, y hasta donde fuera posible, mis sugestivas bragas blancas de encaje cubriéndome las nalgas. Pero sin previo aviso, este hombre, a quien, en el trabajo, muchos consideraban un fino y educado caballero, metió su mano por debajo de la faldita; haciéndome pegar un respingo y un gritito, tanto del susto como de la sorpresa, tomando atrevidamente todo mi trasero con su mano, y frotando levemente, con uno de sus dedos, la periferia de mi ano, sobre la tela de las bragas. Su atrevimiento me dejo helada.
Al voltear a ver a Robert, con el fin de reclamarle su proceder, pude observar muy sorprendida, sus facciones transfiguradas a algo semejante a un animal babeante, que despedía lumbre por su mirada; era la viva imagen de la lujuria difícilmente contenida. ¡Quede petrificada por su imagen!, a la vez que el individuo no me dio tiempo de nada: Untándose fuertemente a mi trasero, procedió a besarme la parte posterior del cuello, e hizo que mi piel se pusiera “chinita”, sintiendo a la vez, como los pezones, se iban poniendo duros, hasta casi reventar; mientras que, a su vez, yo percibía la erección del hombre, dando leves picones sobre mi trasero. Luego, mediante leve forcejeo, vino a besarme los labios, girando para ello el hombre lobo, mi cabeza hacia él, mediante un tirón de cuello brusco; murmurándome al oído mientras mordisqueaba ávido el lóbulo de la oreja: - ¡Siempre he estado secretamente enamorado de usted! Lo cual apenas fui capaz de entender, ya que el hombre jadeaba fuertemente debido a la gran excitación; a la vez que: su caricia sobre mi cuello, y lóbulo de la oreja, estaban ocasionándome un placer incontenible. Yo débilmente insistía:
- ¡Suélteme por favor!
Mientras que un estremecedor encanto sexual, recorría todo mi cuerpo; sintiendo el vaho candente y pesado del macho, besando y babeando todo mi rostro y parte de mi cabello; hasta ese instante, perfectamente maquillado que yo llevaba. Yo intentaba escaparme de sus garras, y poder llegar a casa, para contarle a mi esposo entusiasmada, el haberme encontrado con Robert (aunque lo más probable es que no lo recordara); así como lo sucedido aquella mañana, y tener ambos, un tórrido encuentro sexual. Pero al estarme batiendo en retirada, Robert, con un movimiento de gran destreza y rapidez, extrajo mis pechos, desabotonando para ello, el seguro localizado enfrente de mi sensual brassier; introduciendo habilidosamente, una de sus manos por detrás de mi cuerpo, y por debajo de mis axilas, hasta llegar a mis tetas; y luego, me giro, con la blusa también ya desabotonada, colocándome frente suyo, mamando ávidamente mis pezones; y en ese instante, finalmente ¡desfallecí ante sus embates! Sus grotescos belfos, besaban mis delicados labios, sin importarle mis protestas; chupaba y sorbia hasta dentro de mi boca, intentando succionar mi ser cual horrible ventosa, a la vez que baboseaba mi suave cuello largo de cisne, e intentaba clavar en este, sus diabólicos colmillos, evitando yo, mediante infructuosos empellones, que pudiera dejarme marcas visibles; lo cual no pude evitar del todo (al siguiente día, aparecieron los desagradables moretones). No era posible creer tanta audacia de su parte, ni la rapidez mediante la cual, el hombre me había casi desvestido.
Yo suspiraba con el corazón acelerado, ante la emoción del abordaje, mientras el animal, se encontraba dispuesto a tragarse a su indefensa presa. Robert, sugería no elevar la voz, ni mucho menos gritar, para no llamar la atención de otros clientes del centro comercial; que pasaban de un lado a otro, unos a pie, otros en auto, cerca de nosotros, por el amplio estacionamiento. Casi desnuda de la parte superior, jamás se me hubiera ocurrido tal cosa. Permanecí silenciosamente perpleja, respirando entrecortadamente; mientras el tipo, aprovechando el instante de aturdimiento, tomo con ambas manos, mis colitas de pelo de niñita colegiala que yo llevaba aquella mañana, hechas con el fin de amortiguar el intenso calor; y sentándome enérgicamente en el lugar del pasajero, obligándome a permanecer con mis piernas por fuera, a la vez que el hombre permanecía de pie, se extrajo la goteante verga; y mientras me sostenía de una de las colitas, advirtiéndome con sus fauces hambrientas que no se me ocurriera gritar, con la mano libre, abusivamente zambulló su palo hasta donde pudo; muy dentro de mi boca; provocándome, aparte de un tremendo reflejo nauseoso, que con el jalón de pelo, yo me viera forzada a girar la cabeza hacia un lado.
- Mámele cabrona…me ordenaba el hombre jadeando.
Como fui capaz, logré con gran esfuerzo, extraerme su pene de mi boca, y viéndolo a su rostro deformado, como pude balbucee con voz entrecortada:
- Maldito animal…abusivo…
Sus ojos enrojecidos me vieron arrojando chispas; el hombre se había transformado en un feroz licántropo, y mediante una voz gruesa y cavernosa, bufando agitado, me advirtió:
- Me la voy a coger Sandra…no importa que luego usted me mande golpear, o incluso matar, o a encarcelarme…
Su figura me causo miedo, y sumisamente lo obedecí; mientras mis nervios se encontraban a reventar, a la vez que, de nueva cuenta, era obligada por el transformado individuo a mamarle todo aquello. El inesperado encuentro, me estaba llevando al dolor y a la locura sexual: No era capaz de discernir cabalmente un sentimiento de otro. A su vez, influía el hecho de que nos pudiesen ver algunos clientes, lo cual afortunadamente no ocurrió; ya que todos transitaban tan ensimismados, resultando casi imposible de creer, que algo así, pudiese suceder en plenas narices de muchos, y pasar desapercibido; yo solo rogaba porque de los autos estacionados lateralmente al mío, no llegaran los dueños, y nos descubrieran “in fraganti” y en ese instante, vino a mi mente, cuando cierta vez, yo, en el asiento de atrás del auto con mi novio de entonces, le mamara su tieso palo, mientras transitábamos por las calles, a la vez que, una amiga de la adolescencia, conducía, recordando yo, como nadie se había percatado: ni de los autos ni los transeúntes. En un arranque de increíble osadía, Robert, me condujo de la mano a jalones, mediante una débil resistencia de mi parte; suplicando yo, quedamente:
- Suélteme por favor… Dirigiéndose hacia la parte frontal de mi auto; el cual, se encontraba de frente a la pared del sótano del inmenso estacionamiento, el individuo, destrabo el cofre, y acto seguido, lo subió, fingiendo un desperfecto. - ¡Ya te dije que te callaras! Me ordenó el individuo…y repetía una y otra vez:
- Me la voy a coger, suceda lo que suceda después…
Su determinación era brutal, y en ese instante, me pareció observar a un hombre mucho más corpulento de lo que yo creía recordar. Sus facciones eran grotescas, mientras que el abundante cabello negro grisáceo, antes perfectamente peinado, ahora lucia con mechones por todos lados. Creí ver, brotando de entre sus comisuras labiales, una secreción espumosa, como una espesa baba de animal hambriento. Solamente esperaba, que no se fuera a acercar algún buen samaritano, preguntando si ocupábamos algún tipo de ayuda; o el mismo guardia que realiza sus rondas en esos lugares. Yo no sabía que conducta pudiese tomar Robert en tal caso, y tampoco deseaba quedar en esa posición embarazosa. Con el cofre del auto levantado, y empleándolo como escudo en contra de posibles mirones, Robert, con gran ardor, me volteo de nuevo de espaldas a él, subiendo mi falda blanca por encima de las caderas; y viéndome el trasero, se regocijaba acariciando los calzones, para luego proceder a nalguearme intensamente, sin importarle mi resistencia dolorosa; a la vez que exclamaba:
- Sandrita…que buena estas… ¡ten…ten putita hermosa!
Y las nalgadas retumbaban en el estacionamiento… Yo lloriqueaba quedamente, para no llamar la atención de alguien que fuera pasando, a la vez que suplicaba en voz baja:
- No por favor…ya déjeme…me duele mucho…
Pero tal, no parecía interesar al salvaje individuo. Por el contrario, parecía que el llanto de una presa entre sus garras, lo enardecía mayormente. Sin importarle nada, en forma brusca, separó mis nalgas con todo y calzones puestos. Luego, de un empellón, forzó mi cuerpo hacia enfrente, y casi caí sobre el motor del auto; y jalando violentamente, el coqueto calzoncito para un lado, el cual trono levemente de sus elásticos debido al estiramiento, se hincó chupando todo de atrás para adelante; metiendo su cabeza entre mis muslos y glúteos, frotando frenéticamente mi clítoris con sus toscas manos, para luego, introducir su pene inflamado por mi vagina; con todo y bragas puestas, cogiéndome cada vez más duro, obligándome a subir una de mis piernas, sobre la defensa del auto. Deseaba gritar escandalosamente, como siempre lo hago cuando soy poseída, pero la prudencia por evitar llegar a ser descubiertos, me lo impidió. Casi reventé mis labios de morderlos con dicho fin. Después de un buen rato de intensa cogida, Robert eyaculó una tremenda cantidad, mediante una exclamación y movimientos acelerados; y yo sentía, que el semen amenazaba con escurrir a borbotones fuera de mi vagina, mientras el individuo me ordenaba:
- Cúbrete con tu mano para que no se salga ni una sola gota de mi leche; y vete rápido a tu casa, y llegando, muéstrale a tu esposo tus calzones, y retira tu mano, para que la dejes escurrir toda fuera de tu panochita…
A lo que yo, fingiendo que mi marido no estaba al tanto de mis travesuras sexuales, dije sollozando:
- No…capaz que me hecha de la casa.
- No lo hará, dijo Robert; al contrario, le va a encantar saber que su dulce y seductora mujercita, fue cogida en el estacionamiento cual putita callejera.
- Eres un estúpido, le dije.
- Y tú me enloqueces tremendamente, mi dulce amor.
Contestó lánguidamente el hombre; plantándome esta vez, un largo como tierno beso en la boca ahora totalmente despintada, que yo, sollozando acepté. Sus facciones de monstruo de antaño, misma que yo observara durante la atroz cogida, ya se había suavizado de nuevo; transformándose en el amable y fino caballero del que yo tenía recuerdos. Entretanto, yo continuaba lloriqueando como una nena, sorbiendo mis mocos; y Robert, ahora me observaba verdaderamente mortificado. Desde un principio, estuve suplicándole que no me cogiera; y después de la soberana paliza, cuando me dirigía de nuevo hacia mi auto, obedeciendo sus órdenes, coloqué una mano en mi entrepierna, sobre los coquetos calzones blancos; para que el semen no escurriera fuera. Subí al auto parcialmente desgreñada, con las famosas colitas de cabello, ahora hechas un desastre, sintiendo la mezcolanza de semen dentro de la vagina a reventar. A través de la ventanilla del chofer, el hombre sujetó mi barbilla, pidiéndome ahora, cariñosamente que lo viera a los ojos, y dijo:
- Amor, te suplico: ocupo volver a amarte muchas veces más. ¿Me entendiste?
A la vez, que yo presentaba hipos de llanto, y sin responder absolutamente nada, le di reversa a mi auto, pero apretando mis fuertes muslos, para evitar la salida de semen, y de tal manera, partí a toda prisa, rumbo a casa; observándole agitar su mano en señal de adiós, reflejado en el espejo retrovisor. Llegando a casa, recompuse mi rostro, abandonando por completo, mi hasta cierto punto: teatral llanto; y sonriendo le dije a mi esposo:
- Me encontré accidentalmente con Robert…
Y mientras este me miraba sorprendido, dado mi aspecto ahora desastroso, ya que, en la mañana, había salido de casa, muy bien arregladita; presentando ahora, los estragos debido a la tremenda cogida, junto con el calor del sótano, que nos hizo sudar intensamente a Robert y a mí, respondió:
- ¿Qué Robert?
Pero antes de que yo respondiese, sentándome de golpe en el sofá, elevé las piernas, y separándolas con las pantaletas aun puestas, dije:
- ¡Mira!
Con los ojos abiertos de sorpresa, mi esposo observó como mis bragas, ¡estaban empapadas de semen! Y yo, tuve la erótica ocurrencia de bajármelas lentamente, para que este viera mi hermosa vagina, llena a reventar de leche de macho; desprendiéndose unas hebras de viscosidad pegadas a las pantaletas, y luego, pujando, el semen borboteo mediante un sonido peculiar de aire y liquido fuera; mientras que una parte de este, se fue hacia el trasero, en donde sentí delicioso cosquilleo; y al colocarme de pie, el engrudo humano, escurrió por entre mis lindas piernas…
Mi esposo, transformado también en un energúmeno por lo observado, me cogió de perrito con brutalidad; y lo disfruté tremendamente, entre intensas nalgadas, y palabras humillantes. Al caer la noche, este remato de nuevo, mientras que yo, para placer de ambos, le contaba la manera como me había hecho gritar Robert; y toda la sarta de cosas que, a su vez, yo le había dicho a este hombre, en el oído, y de la forma como Robert, me había tomado de las colitas, empleándolas como manubrios; jalándome de estas, dejándomela ir toda, hasta rebotar sus enormes huevos en mis nalgas, a la vez que le contaba a mi esposo, que yo jadeante exclamaba:
- ¡Ay Robert!: Clávame… clávame duro por favor…soy tuya…
En tanto que Robert, sin dejarme de jalar de mis colitas, decía bufando:
- Ay deliciosa Sandra: Ya sospechaba yo, acerca de tus encantadoras puterías.
Mi esposo me arrojó al suelo, desnudándome de manera humillante, haciendo trizas mi baby doll, arrastrándome del pelo; orinándose encima de mi cuerpo, azotándome con una tablita ex profeso mis paradas nalgas, las cuales soportaban estoicamente el castigo, gritándome que yo era una puta cualquiera, a la vez que yo llorando, suplicaba por su perdón, para dar paso finalmente, a una soberana culeada…
- ¡Eres una puta Sandra Rosalía!
Gritaba mi marido; mientras me atizaba duro, hasta por mi ano.
A partir de aquel candente instante en el estacionamiento, cada viaje de mi persona al super, era con la esperanza de toparme de nuevo con Robert, mismo a quien encontré cierta tarde, ya transcurrido algún tiempo, y sin esperármelo; emergiendo como un terrible fantasma, de entre los autos del aparcadero, produciéndome enorme susto, y un grito de espanto; atacándome este, transformado de nuevo, en el brutal y sádico “Mr. Hyde”. El muy infame, a rastras me condujo cual carnívoro hambriento a su presa; tirándome de una de mis muñecas; girando, su cabeza desgreñada de un lado a otro, como venteando, cual bestia sanguinaria, la posible presencia de alguien; yo sollozaba, y él me ordenaba tajante:
- ¡Guarda silencio!
Elevé mi vista como una indefensa presa a punto de ser devorada por el rapaz carnívoro; y en esta ocasión, Robert se sentó en el asiento del pasajero de mi propio auto, y mientras yo, gimoteando, era obligada a permanecer de pie. Este procedió a extraerse su enhiesto palo, y agachándome bruscamente de la cabeza, mediante jalón de greñas, me vi obligada a permanecer con el trasero parado, con mi minifalda, seguramente enseñando todas las nalgas envueltas en bellas y sensuales bragas rosas. Robert, me forzaba a que se la mamara; tirando de mi cabello, zambulléndola, sin importarle mis sonidos guturales y la tos, en señal de casi asfixia; ni mis manoteos desesperados tratando de extraerme la enorme tranca, y de vez en cuando, bofeteaba levemente mi rostro, ordenándome:
-Quieta perrita…no me obligues a amarrarte…
Finalmente, mediante un arqueamiento increíble de su cuerpo, Robert estalló en mi boca; ¡tragándome todo su abundante y espeso semen! Casi hasta la sofocación. Sentí que llenaba toda mi boca, deglutiendo lo que fui capaz; sufriendo tanto por lo grande de la longaniza, como por la cantidad de espeso líquido. A la vez que el hombre, jadeando decía:
- La próxima vez, va por tu hermoso culo …
Y yo, limpiando una porción de leche escurriendo y cubriendo parte de mis labios con mi lengua, cual chiquilla comiendo y saboreando un helado de vainilla; respondí parpadeando angelical y cándidamente:
- Ay no…
- ¡Como no puta! Respondió Robert enardecido y resoplando…dándome un jaloncito de greñas y dos nalgadas intensas que retumbaron en el sótano… para finalizar diciendo:
- Ya veremos si no….
Reconociendo que Robert, se transformaba en un grotesco animal ante mi sensual presencia, yo no dudé ni un solo instante, de que cumpliría sus amenazas; y contradictoriamente, un raro cosquilleo recorría mis entrañas de deseo porque tal día pronto llegara. Mientras tanto, el ente, aun sosteniéndome fuertemente entre sus garras, fue suavizando de nuevo sus facciones, transformándose otra vez, en un hombre sereno y lleno de amor; cambiando a una actitud tierna de arrepentimiento, resarciendo con sus labios, y su enorme lengua, las heridas que el mismo había hecho sobre mi cuerpo y alma desgarrada.
- Te amo Sandra Rosalía…señalo en tono dolorido.
(Próximamente: Robert me conecta salvajemente y sin piedad alguna por el trasero).
FIN.

Sunday, December 8, 2019

La primera tutoría del tfg



Por eddardstark1307@gmail.com

Todo comenzó en aquella maldita clase. Mientras charlaba con mis compañeros, nos percatamos de que la profesora había llegado. Era una mujer delgada, pechos pequeños y culo esbelto. Normalita de cara… morena, con algunas canas, tendría unos cuarenta y pico años. Extrañamente esa mujer me provocaba una extraña sensación de deseo y excitación. Fantaseaba con poder tocarla y hacerle cosas mientras estábamos en clase. Mientras tanto Ángela, una de mis compañeras fantaseaba con otro profesor…
En clase era insoportable. Me la imaginaba desnuda en el baño, tocándose, mesando sus pechos, erizando sus pezones. Su vagina era perfecta, depilada, empapada. De ella salían y se metían dos dedos… su clítoris sobresalía, era una escena increíble. Sus gemidos llenaban mis oídos, llamándome, exigiendo que cumpliese ese gran deseo.
De repente, volvía a la realidad, seguía llevando sus blusas, y estaba frente a la pizarra, explicándonos de algún autor que he olvidado.
Pasaron unos meses, mis fantasías seguían acosándome en clase, finalmente se lo confesé a Ángela, quien me comprendió y me dio su apoyo.
Al acercarse al final del curso, debíamos ir recorriendo los despachos de los profesores con el único fin de que nos tutorasen en el tfg. Ángela y yo tuvimos entonces una gran idea. Seducir y provocar sexualmente a nuestros profesores para que nos tutorasen. De este modo subimos a la novena planta. Nuestros despachos estaban enfrentados, así que decidimos contárnoslo todo según saliésemos de los mismos.
Llame a la puerta. Su voz me dio el permiso para entrar. Allí estaba. Llevaba el pelo como habitualmente con un poquito de flequillo… una blusa blanca en la que se transparentaba un sujetador negro y unos vaqueros ceñidos que remarcaban su culito.
Yo temeroso, comencé a preguntarle y comentarle sobre el trabajo… llegado el momento saque el tema de la sexualidad en el periodo que enseñaba ella. Se mostró interesada en ese campo. Comenzamos a ver juntos entonces unas viñetas con escenas sexuales, que me excitaron especialmente… mi pene se ponía duro. No podía controlarlo, y me acerque a ella apoyándolo en su espalda… ella se percató y seguimos viendo escenas…
Me acerqué a su cuello… estuve respirando en él… se le erizaban los pelos. De repente se giró… me aparto… y me agarró por el cuello de la camisa. Me empujó contra la mesa…
-aquí empieza tu primera tutoría del tfg.
Me metió la lengua hasta el fondo de mi boca. Salivaba muchísimo. Nuestras lenguas jugaban en mi boca mientras acariciaba con mis manos su esbelto cuerpo. Me ponía a mil.
Se irguió sobre mí, quitándose la blusa y el sujetador, dejando ver esos pequeños pechos con unos pezones rosados y puntiagudos. No eran los pechos más bonitos que había visto, pero eran resultones y me gustaban. Me abalance para chuparlos. Eran sabrosos y jugosos. Los salive y los mordí, uno por uno repetidas veces… brillaban con mi saliva… ella gemía y gritaba… me desabrocho los pantalones. Vio  el monstruo que había despertado  rápidamente procedió a chuparlo… era increíble, dulce, sucio y muy eficaz. Su boca subía y bajaba, llenándome de placer… de repente se lascó de la boca, la escupió y comenzó a pajearme. Mientras lamia mis huevitos. Yo estaba a mil… no podía controlarme… un chorro blanco salió entonces de mi pene sobre su mano y brazo… me relaje sobre la mesa… ella salió para limpiarse…
Apenas pasaron unos minutos apareció totalmente desnuda, con un arnés, un plug anal y un bote de crema. Llegaba mi segunda tutoría. Apenas habían pasado 20 minutos desde el comienzo de la sesión. Se unto el dedo en crema y comenzó a rodear mi ano con él… la sensación era muy extraña… en el momento exacto penetró mi agujerito con un dedo y empezó a moverlo. Mi pene inmediatamente se puso duro de nuevo… con la otra mano empezó a pajearme… me sentía mejor incluso que antes, sin embargo no iba a correrme tan rápido.
Sacó sus dedos de mí y cogió el plug. Era negro, con una joya en la punta. Lo chupó… brillaba con su saliva. Yo veía como entraba hasta lo más profundo de su boca y luego lo sacaba… cuando estaba suficientemente lubricado me lo metió. Aquello era más incómodo, pues tenía una continua sensación de querer cagar… monto entonces sobre mí, y me cabalgó cual amazona. Era una situación compleja para mí… su estrecho coño, el bote de sus tetitas, sus gemidos, el roce de nuestro vello púbico o el plug que tenía en mi culo me hacían pensar que estaba en el cielo. Así permanecimos unos minutos hasta que de su coño salió un líquido transparente. Se había corrido.
Me apartó y me puso contra la ventana. Me sacó el plug y lo lamio, saboreando el interior de mi cuerpo. Mi ano estaba ahora bastante dilatado. Agarró entonces el arnés y se lo puso. Comenzó a follarme contra la ventana mientras me hacía una paja. Todo aquello era nuevo para mí y me estaba encantando. Notaba cada centímetro de su pene de goma entrar en mi orto. Yo hacía fuerza para sacarlo, lo que me daba mayor placer. Notaba sus pechos en mi espalda y sus mordidas en mi oreja. Las vistas además, eran espectaculares.
Me volvió a tumbar en la mesa y allí me siguió follando y pajeando… ver su cara de perra me puso a mil y cuando me gritó para que me corriera yo lo hice. Toda la leche cayó en mi pubis y tripa. Ella, saco su pene de mi interior y lamio toda la zona bañada, avanzando para besarme y compartir nuestros fluidos. Al acabar, nos vestimos y oculto toda evidencia de dicho encuentro sexual. Firmó mi propuesta de tfg y salí del despacho. Justo cuando salía, Ángela cerraba la puerta del otro despacho… aun nos tendríamos que contar lo que había hecho el otro, pero eso, formara parte de otro relato totalmente distinto.


Saturday, November 30, 2019

Yolanda, su hermana y Sonia descubren la playa



Sonia decide darle placer a Yola 



Por tsver00@gmail.com


Las sabanas se me habían pegado del calor a lo largo de mis piernas y sentía mi cuerpo entero bañado en sudor
Los rayos del sol se colaban como posesos por todas las rendijas de la ventana y uno de ellos me daba directamente en la cara
Levante la mano para taparme los ojos y busque el despertador en la mesilla atestada de la ropa del día anterior
Eran las diez y media pasadas
Fuera se oía el jaleo de la ciudad, coches pitando en medio de los atascos que se producían siempre en el cruce cerca de nuestra casa y voces de niños del colegio que estaba a un par de manzanas de allí
Agarre la almohada sintiendo el fresquito de la parte a la que todavía no le había dado el sol y respire hondo cogiendo fuerzas
La cabeza me dolía un poco por la cantidad de copas que el día anterior nos habíamos tomado en la macro discoteca donde pincho Tony durante un par horas seguidas
Mientras buscaba con los pies una zona fresca entre las sabanas, recordé a Sonia en el baño de la disco disfrutando de su culo mientras yo arremetía con fuerza por detrás y tuve la primera erección típica matutina
Me pregunte si ellas tenían también esos calentones mañaneros porque si como mujer los tenía que perder seguro que los echaría muchísimo de menos
El simple hecho de notar que ella había estado pensado en mi en su casa mientras jugaba con su agujerito me ponía muy caliente
Me frote la polla varias veces arriba y abajo y cuando estaba lista abrí el cajón de la mesilla sacando el vibrador grande que mi hermana me había regalado varios meses antes
Me unte mi culo/coño con la vaselina y lentamente comencé a hacerme el amor yo misma, mordiendo y chupando mi dedo índice como si estuviese con la verga de Fer dentro de mi boca a la vez que sentía mi recto lleno de placer mañanero
El sudor se condensaba en mi frente con cada espasmo que mi cuerpo recibía al meter más hondo el consolador, y Sonia desnuda se entremezclaba con el cuerpo de Fer en la sierra agarrado al mío
Estaba hecha un lio, pero por primera vez yo era quien tenía que elegir
Después de tres sacudidas fuertes mi culo se sentía tan lleno de alegría que tuve un orgasmo suave y tranquilo, como hacía tiempo que no tenía
Una canción techno, repetitiva y machacona de las que pincho Tony la noche anterior, cruzo el pasillo a todo volumen en señal de que mi hermana se había levantado
Deje el consolador respirando fuerte todavía en la parte de abajo de la mesilla y me levante estirando mucho los brazos
Mi culo transmitía a través de todo mi cuerpo los pequeños temblores post orgasmo
Me coloque el sujetador con relleno y me subí las bragas para no resfriarme después del calentón que había tenido
Me peine mi pelo rubio y rizado lo que pude y salí contoneando mi cuerpo por el pasillo hasta el de mi hermana
Tosi un par de veces
Tenia la boca como si me hubiera bebido un bidón de aguarrás
Ella salió del suyo con la cara hinchada de sueño y el pintalabios negro corrido por la comisura de sus labios
A qué hora acabaste ayer, tía?
La pregunte en la puerta
Ella se había quedado con Tony en la disco después de que nosotras nos fuéramos con Fer
Mi hermana me miro medio dormida e hizo aspavientos en el aire con la mano como diciendo que demasiado tarde
Tienes tabaco?
Pregunte sosteniendo su puerta con mi brazo
Ella asintió como una zombi y salió camino del baño apoyándose en las paredes del pasillo
Su cuarto estaba como el mío, con ropa tirada por todos lados y papeles desorganizados en la mesa
Busque su bolso que sobresalía bajo su cazadora vaquera negra, tire a la papelera un par de envoltorios vacíos de condones y saque el paquete de tabaco
Me fui a la cocina a prepararme un café bien cargado y con la taza caliente entre mis manos me deje caer en el butacón del salón sin fuerzas apoyando mis pies en la mesa del centro
Después de darle un trago largo al café me encendí un cigarro y deje que su sabor agrio recorriera mi cuerpo
A la una pasaría Teresa a recogernos para irnos a la playa, y supuestamente a las doce y media Sonia vendría a casa para estar las tres juntas
Respire hondo el humo con un amago de tos e hice tiempo para que mi hermana saliera del baño como diez minutos después
Todavía tenía la imagen de Sonia en el aseo de la discoteca en mi mente, y sobre todo la cara de viciosa que ella ponía cuando estábamos solas
Después de ducharme con el champú especial para pelos teñidos, ponerme crema por todo mi cuerpo, depilarme concienzudamente, tomarme las pastillas de hormonas y lavarme bien mis partes íntimas fui de nuevo al cuarto de mi hermana, que apuraba un cigarro sentada en la silla llenando la maleta de ropa de verano
Herma..
Comencé a decirla jugando a hacerle una coleta en su pelo negrísimo por detrás, quitando los rizos que se formaban en sus puntas con suavidad
Ella me miro con mejor cara, pues se había maquillado lo justo para no parecer muerta
Sus ojos negros me seguían cautivando de tal forma a veces me costaba despegar la mirada de ellos
Dime, cariño
dijo apagando la colilla en su cenicero expulsando la última bocanada de humo hacia el techo
pues...
que no tengo bikini
Me cruce de brazos mirando sus bañadores
Mi hermana soltó una carcajada
Hostia, pues es verdad..
a veces se me olvida que eres chica desde hace poquito...
Ya estaba ella con sus bromas
Le tire una falda de tubo negra arrugada que estaba en el suelo
Ella se levantó con un bikini rojo de dos piezas y me miro cerrando un ojo sosteniendo el top encima de mi cuerpo
A ver...
no te pongas nerviosa...
este te estará bien...
sí prometes no gastarte demasiado de noche en cuanto lleguemos nos vamos de compras, de acuerdo?..
porque con el relleno este quizás no te quepa del todo bien
De todas formas vete probándotelo
Me lo tiro a los brazos para seguir ella eligiendo la ropa que nos llevaríamos
Me baje las bragas y me puse el bikini escondiendo sin demasiado trabajo mi polla flácida por el calentón pasado
El relleno del sujetador se salía solo un pelín de la parte de arriba y sería fácil disimularlo
Me mire en el espejo grande del armario de mi hermana
Esta fenomenal
Con mi cuerpo bien desarrollado, las caderas un poco salidas y mi culo respingón estaba lista para broncearme
De hecho, de espaldas tenía un tipazo, con la melena rubia y rizada cayéndome por los hombros
Mi hermana me dio un azote suave
Venga, tía, deja de asombrarte..
de verdad te sigue poniendo vestirte de tía después de todo este tiempo?
Si quieres hago como que te pillo con ello puesto y jugamos como en los primeros días...
Yo me puse rojo de vergüenza y me quite el bikini dejándolo en la maleta
Me puse mis bragas de nuevo y le quite el mechero de encima de la mesa
Anda, vete a cambiarte que Sonia llegara en breve...
y ponte guapa, que nos vamos a la playa...
Me dijo cuando cruzaba la puerta de su cuarto para ir al mío
El corazón se me iba acelerando con cada minuto que nos acercábamos a las doce
El viaje en coche duraba 5 horas, así que tampoco podía ponerme como yo solía querer, ese aspecto de pechugona pijisima que tanto me excitaba aparentar
Saque un pantalón negro elástico que me hacia un culo bastante redondo, un niky de manga corta azul clarito como los que llevaban los jugadores de polo con un número siete grande escrito en la espalda, las zapatillas de deporte blancas y las gafas de sol negras y alargadas en mi pelo de forma que me lo sujetaba hacia atrás
Me mire al espejo maquillándome los parpados y perfilando mis labios de rojo oscuro
La verdad es que incluso cuando no me lo proponía tenía una punta de zorra pija que no era normal
Mi hermana me había pervertido de tal forma y manera que a veces no podía controlar esos ataques de coquetería estúpida que me entraban
Herma...!!..
¡¡Vete metiendo todas tus cosas de baño en la bolsa pequeña!!
Grito mi hermana por el pasillo por encima de la música sacándome de mis reflexiones
Yo cogí todos mis potingues para la cara, el maquillaje, del baño saque los champús y lo metí como pude en la maleta
Mi falta de costumbre de viajar como chica me hizo reparar en la cantidad de cosas que me eran indispensables para salir de casa
La verdad es que en ese momento entendí porque mi hermana siempre solía tardar tanto cuando nos íbamos con mis padres de viaje
Me excite mucho al mirar mi bolsa repleta de todas las cosas de maquillaje y sonreí
Poco a poco me estaba convirtiendo en toda una mujer
Sonia tardo diez minutos en llegar
Estaba fantástica
Llevaba un pantalón beige muy fino y ajustado que enseguida me recordó el pantalón de mi primer día como chica, una camiseta muy corta que apretaba sus pechos como dos globos y unas gafas de sol idénticas a las mías de peineta
Mientras mi hermana terminaba de organizar todo la hice un café en la cocina fumándonos un cigarro
?Lista para tu primer super bronceado, tía?
Me pregunto dejando la taza en la encimera blanca, al lado del exprimidor
La sonreí y asentí abriendo la nevera para coger una lata de cerveza, la mejor forma de acabar con el dolor de cabeza de la resaca
Di un trago largo
Me quite una pelusa de mi ojo derecho y me acerque a Sonia
Deje el cigarro en el cenicero
Ella me miro seria
Tía...
respecto a lo de ayer...
comenzó a decirme
La toque la cara con mis uñas pintadas de negro
Era tan preciosa y caliente..
La bese en la boca cerrando los ojos, como cuando sientes amor verdadero por alguien
Sonia me respondió agarrando mi culo con sus manos y apretándome contra ella
Ya estáis.
Joder...
pero tú no te hiciste mujer para disfrutar de las pollas?
Mi hermana estaba detrás nuestro sacando una bolsa de plástico de un armario
Sonia se dio la vuelta y le saco la lengua
Deja en paz a Yolanda...
Anda que menudo viajecito me vais a dar...
se quejó mi hermana Belén saliendo de la cocina
Ir bajando con las maletas si queréis!
grito desde el fondo del pasillo
Sonia se acercó de nuevo a mi cara
Te tengo una sorpresita...
esta noche en la playa te la doy...
Me susurro mordiéndome el labio inferior
Me quede quieto viendo menear su culo redondito por el pasillo
Le di la última calada al cigarrillo y puse la taza de café de Sonia debajo del grifo
Me estaba volviendo loca por ella, y lo mejor era que Sonia de mí también
Ya vería que hacía con Fer cuando volviera, porque Sonia era una belleza..
pero yo necesitaba una polla caliente y de verdad de vez en cuando
Teresa llego puntual
Tenía un Volkswagen Golf verde oscuro de los nuevos, redonditos, con el techo corredizo...
el típico coche de una niña pija, pero ya no me sorprendía nada de Teresa
Ella se bajó para ayudarnos con las maletas
Me dio un beso en la mejilla mirándome de arriba a abajo
Tenia un pantalón negro con rayas blancas finas y un top blanco que dejaban ver la parte superior de sus pechos muy juntos y hacia arriba
Iba muy maquillada y su piel bronceada la hacía espectacular
Tenia bastante estilo y me costaba verla con esos ademanes de niña de papa
Joder..
se me va a hacer difícil acostumbrarme a verte de chica...
pero estas tan mona...
Me dijo sonriendo
Después le presentamos a Sonia y mi hermana se cruzó una débil sonrisa con ella
Me senté delante con Teresa y mi hermana y Sonia se sentaron detrás
Cerramos las puertas y pusimos la música techno a tope
Hacia calor, pero el coche estaba fresquito
A las cinco como muy tarde estamos allí, tías...
pararemos a comer en un restaurante de carretera cuando tengamos hambre y después del tirón hasta la costa.
¿Tenéis ganas de ir?
Las tres asentimos como idiotas
Era la guinda perfecta a un verano perfecto
Teresa metió primera en el cambio de marcha y salimos por la autopista
El paisaje había cambiado a un verde oscuro y arboles más frondosos
Tras dos horas de viaje mi hermana estaba dormida apoyada en Sonia que también daba cabezadas
Teresa tenía las gafas de sol puestas conduciendo concentrada
La mire por enésima vez
Estaba genial...
mucho mejor que con esa pinta de hippie arrastrada
Cariño..
me dijo sin apartar la vista de la carretera
me enciendes un piti por favor?
Me saque del bolso el paquete de tabaco y encendí dos a la vez
Le pase uno y ella bajo un poco la radio sujetándolo entre los labios
Llevaba las uñas cortadas de forma cuadrada y pintadas de blanco los extremos, como solía ponérmelas yo
Sabes, jamás pensé que estuviéramos aquí los dos yendo a la playa...
y menos que tuviera que llamarte tía...
Me reí
Era una locura del destino, pero había que dejarse llevar
Y cómo...? a ver cómo me explico..
como lo has estado haciendo?
¿El qué?
Pues que si tus padres lo saben...
Yo negué expulsando el humo y bajando un poco mi ventanilla para ventilar el coche de tabaco
Mi pelo comenzó a volar hacia atrás y me lo agarre con la otra mano
No...
todavía no...
deje la universidad hace más o menos un año, y además ellos casi siempre están de viaje
Es verdad...
no me acordaba que tus padres estaban siempre de aquí para allá, tío, Joder, lo siento, quería decir tía..
pero se lo tendrás que decir, o no?
Si...
pero es algo que me pone muy nerviosa...
cuando volvamos del viaje se lo diré a mi madre...
además, quiero irme a vivir fuera de casa
Teresa puso el intermitente al adelantar a un camión antes de volver al carril izquierdo
El paisaje cambiaba muy deprisa, y los campos verdes de la meseta parecían un mar de hierba
Tire la colilla por la ventana, me puse las gafas de sol alargadas y respire hondo
Un coche que nos adelantaba pito varias veces, y un chico saco la cabeza por la ventanilla
Zorritas!!!
Teresa les mostro el dedo anular y freno un poco para que ellos pasaran de largo
Gilipollas...
cuando lleguemos quiero presentarte a alguien que tiene...
un problema como el tuyo...
bueno, como el que tuviste tu
A sí?
pregunte interesada
Si
Se llama Alberto
Es el hermano de un amigo de Paco, mi novio...
sospechamos que...
Le di un golpe pequeño en el brazo a Teresa
Tía, habla sin miedo, joder, que me ha costado un año superarlo
Bueno, pues eso, que sospechamos que se pone mi ropa cuando viene a casa
Es bastante femenino y nunca sale con chicos, pero claro, nunca lo hemos hablado con el
A lo mejor si tú le cuentas..
Yo sonreí mirándome en el espejo
Me pase la lengua por los labios para darles un poco de brillo
Me recoge el pelo con la mano pasándolo a un lado
Si había algo que pusiera caliente era ayudar a la gente a decidirse
Me acorde de Tania y su forma de explotar tan salvaje...
hacía por lo menos un mes que no hablábamos, pero estaba segura que ella estaba encantada...
sobre todo por su novio, que era el suelo de todas nosotras
Por supuesto
Déjanoslo a mí y a mi hermanita y en dos días será una mujer hecha y derecha
Un poco pija porque todas somos así, pero una mujer al fin y al cabo
Las dos nos reímos a carcajadas 

El olor a mar se pegaba a mis pulmones como un trapo húmedo condensando pequeñas gotas de sudor en mi frente
Hacia un sol de mil demonios y la gente paseaba con bañador por el paseo marítimo de la ciudad
El mar azul se perdía como un tapete liso en la distancia solo roto por la espuma de alguna ola que rompía antes de tiempo y el sonido de alguna gaviota que hacía esfuerzos por encontrar alguna corriente de aire caliente con la que subir varios metros por encima del muelle
Al final habíamos llegado a su casa tardísimo porque pillamos el típico atasco veraniego en la carretera, cuando todo el mundo salía en tropel de la ciudad para aprovechar los últimos días de verano
Estábamos cansadas y aunque queríamos quemar la marcha nocturna nos metimos en la cama pronto para disfrutar del sol al día siguiente cuanto antes
Sonia, mi hermana y yo dormíamos en un cuarto lo suficiente me amplio como para no estar apretadas, cada una en una cama y Teresa dormía en su cuarto al final de un pasillo estrecho pero corto
Su novio Paco estaba en una mini gira de Dj en una discoteca en el otro lado del país llegaría en dos días, así que no le habíamos visto todavía
Al día siguiente pisamos la playa como locas y tras una hora de hacer el tonto por la arena, nos tendimos cansadas en la arena
Sonia estaba a mi lado tumbada con su mini bikini azul sobre una toalla roja
Mi hermana estaba hablando por fin con Teresa, soltando risas de vez en cuando
Deseaba que las dos se llevaran bien porque Teresa era encantadora, quizás se había convertido en una chica demasiado pija, pero era una maravilla de chica, además, siempre habían dicho que cuanto más odiabas una cosa más la querías..
y Teresa siempre había odiado a mi hermana mucho
Yo estaba tumbada boca arriba, con el bikini rojo de mi hermana y llena de crema resplandeciente por todo el cuerpo
No paraba de mirarme el estómago liso que reflejaba el sol rezando para que por lo menos ese color pálido de ciudad contaminada se me fuera un poco para salir por la noche
Muchas chicas se paseaban andando por la playa con unos cuerpos perfectamente negros del sol y los labios un poco quemados, matándonos de envidia a las tres
A las dos horas de sol continuo, Sonia me toco el hombro
Ponme un poquito más de crema en la espalda, tía, que me estoy achicharrando..
Un olor a fritanga, pescadito frito, me vino por el lado derecho recordándome los viajes familiares de hacia algunos años
Sonreí
Muchas noches metido en mi cama aquellas noches de playa con mis padres me había masturbado pensando en estar en esa misma playa pero de otra forma bien distinta...
exactamente como estaba en esos momentos, rodeado de mis amigas poniéndome morena para asaltar los bares nocturnos
Hacia un día perfecto
Cogí el bote de crema y me puse un buen pegote en los dedos
Sonia se quitó el top del bikini mostrándome sus tetas al aire antes de tumbarse boca abajo
Deje caer otro chorro de crema blanca entre sus omoplatos, y ella respondió con un gritito ahogado por el cambio de temperatura de la crema contra su piel blanca
Comencé a extenderle toda la crema en círculos concéntricos por la espalda apretando su carne con mis manos, y de vez en cuando dándola pellizcos para que no se durmiera
Con tanto masaje y fricción, me puse un poco excitada de ver la carne de Sonia al lado del mar
Seguí extendiendo la crema en círculos cada vez más grandes hasta que roce la parte baja de su espalda
Vi que ella cerraba los puños cogiendo arena entre sus dedos cuando mi mano se acercaba al límite de su bañador
Mire a mi alrededor para asegurarme de que ningún salido estaba mirando y que mi hermana y Teresa seguían haciéndose amigas y metí mi mano por dentro de su bañador
Sonia cerro los ojos y movió su cuerpo acomodando sus pechos en la arena
Se paso la lengua varias veces por sus labios
Mi dedo lleno de crema llego por entre sus nalgas a su agujero y para hacerlo menos evidente me senté más cerca de ella para tapar mi mano con mi cuerpo
Mi dedo índice toco el borde de su agujerito y ella cerro los puños más fuerte
Poco a poco mi dedo se introdujo en su culo con una facilidad sorprendente, mezcla de la crema y de la dilatación a la que ella por su cuenta lo había estado acostumbrando
Gimió varias veces hasta que me pidió que parase
Lo saque de un tirón, lo que le produjo otro espasmo
Su respiración se había hecho mucho más fuerte y su espalda subía y bajaba llenando sus pulmones
Me encendí un cigarro y se lo pase a ella, que se levantó con la cara hinchada..
como a mí me apasionaba
Eres una zorra...
Me dijo vocalizando después de respirar el humo
Yo asentí guiñándole un ojo encendiéndome otro cigarro sentada sobre mis piernas
Sonia se levantó y vi que tenía una mancha sospechosa en la entrepierna
Se puso la toalla encima cubriendo su bañador y bebió de la botella de agua mineral que teníamos al lado de las bolsas de playa
Mi hermana se nos acercó con Teresa al lado
niñas..
Miro con cara rara la cara de Sonia, que se puso roja
Abrió la boca para decir algo, pero se calló
Me miro y negó un poco con la cabeza
Que Teresa y yo nos vamos a dar una vuelta por el puerto, ¿vale?
Estas son las llaves de casa...
Tiro las llaves de la casa de Teresa a los pies de mi toalla
Hay pasta en el microondas, sabéis?, nosotras estaremos de vuelta a eso de las seis para arreglarnos y salir de marcha...
Dijo Teresa alargando las eses de forma demasiado pija
Cuando vengamos te presento a ese chico que...
bueno, el que te dije en el viaje, ¿vale?
ser buenas...
Las dos cogieron sus bolsas y cruzaron toda la playa hasta las escaleras de la calle
Sonia se acercó en seguida expulsado de nuevo el humo del cigarrillo
Te apetece ir a casa ya?
no puedo más de sol por hoy
La verdad es que yo estaba roja como un tomate, y la cantidad de sol que mi piel podía asimilar estaba ya ampliamente sobrepasada
Recogimos todo y nos fuimos a casa de Teresa
No había nadie, y el fresquito de una casa con las persianas bajadas nos reconforto
Quería darme una ducha para quitarme toda la arena que se me había metido por todas partes, y además tenía un poco de hambre
En el pasillo Sonia me miro con los ojos muy abiertos
Quieres que te enseñe el regalito que te he comprado?
Tenía una sonrisa extraña en su cara alargada
Su pelo rubio estaba despeinado y la manchita en su bañador no había desaparecido
Yo deje todas las bolsas de playa en el suelo y me acerque
Te gusto la cremita?
La pregunte acariciando sus pechos con mi uñas
Siiii...
y ahora te toca a ti...
Mi piel me quemaba un poco y el calor nos hacía más...
más exuberantes, más gorditas
Comenzamos a besarnos oyendo a la gente en la playa y algún coche que pasaba deprisa
El mar se fundía con el resto de sonidos de aquella ciudad costera y pequeña
Cerré los ojos y sentí como ella me lamia la espalda
Estas super salada, tía...
Me dijo
Su lengua continuo bajando por mis piernas hasta mis pies
Me chupo los dedos del pie varias veces y al final me introdujo su mano delgada por dentro del bañador donde mi polla iba a estallar
Me la saco con cuidado y sus labios me rozaron el fresón
Entre lo caliente que tenía mi piel por el sol y el sofoco que me estaba entrando con mi polla dentro de la boca húmeda de Sonia mi corazón latía como nunca
Me agarre a la silla para no caerme de la ansiedad
Sonia movía su lengua como loca rozando con cada pasada la punta de mi verga
Túmbate en el sillón..
a cuatro patas y cierra los ojos...
Me dio un beso en la polla y salió corriendo
Yo cerré los ojos obediente
No podía imaginar que tenía ella entre manos
Oí sus pasos trotando de vuelta por el pasillo
A ver si te gusta...
Note algo duro cerca de mi cara que intentaba entrar en mi boca
No abras los ojos todavía, por favor...
Me dijo en un susurro de lo más excitante
A cuatro patas abrí la boca todo lo que pude y comencé a chupar lo que parecía un consolador grande, con venas y todo
Estaba fresquito y el tacto era muy suave
Sonia estaba loca
Me lo paso por toda la boca agarrándome de la cabeza, obligándome a llevar un ritmo, como me hacía Fer
La única diferencia entre lo que tenía en mi boca y la polla de Fer era la temperatura
No podía aguantar más, así que subí mi mano para agarrar aquel falo de textura tan agradable y para mi sorpresa no pude moverlo
Abre los ojos..
cariño mío...
Al abrir los ojos descubrí a Sonia de pie a mi lado, con aquel pedazo de verga acoplado a un arnés azul claro que se cerraba en su cintura de avispa
Me quede parado un segundo
Su cuerpo desnudo con aquello entre las piernas era tan extraño como excitante
Yo ya no podía parar
La agarre su culo metiendo el consolador hasta mi garganta, chupando como loca
Era como si Sonia tuviera polla...
el máximo de lo máximo
Date la vuelta..
Jamás, de verdad, jamás pensé en Sonia como lo estaba haciendo en ese momento
Era una pedazo de pervertida, y solo podía imaginarme su cara de chica buena en la tienda donde lo había comprado
Sus cuerpo caliente se acercó al mío por detrás y sentí como un chorro de crema fría me caía por la raja de mi culo/coño
Di un pequeño salto hacia adelante por la temperatura, pero en seguida me acostumbre
Ella me agarro de los hombros y con lentitud me clavo su juguete en el centro de mi culo
Sus dedos me agarraron de mis hombros para hacer presión y su cadera comenzó a moverse rápido
Me estaba enculando Sonia, no me lo podía creer
Si..
si...
Dije sin poder evitarlo...
Si...
Repetía con cada sacudida que ella me daba
Sus uñas larguísimas se me clavaban en los hombros hasta el punto de no importarme que me hiciese daño, y aquel aparato ya caliente se me incrustaba hasta mi esófago
Cuando ya no pude reprimirme más solté un grito tan grave que me dio hasta miedo a mí
Con reflejos cogí una de las toallas que había en el suelo y lo puse debajo de mi polla, para que mi leche no cayera al butacón al salir disparada
Ya?
Yo asentí respirando con dificultad
Jo..
joder...
Sonia me beso tiernamente en los labios mientras salía de mi culo
Era mi regalito...
te ha gustado?
Asentí de nuevo sin poder moverme
Mire a Sonia que se contemplaba con el arnés color azul claro puesto en el reflejo del televisor
Joder, parezco una putona de esas de peli porno sado...
Puso cara seria, aunque graciosa mientras se hacia una paja en esa polla de goma
Su imagen era como un sueño sexual, con su pelo rubio largo sobre sus pechos redondos
Es así como os la meneáis, ¿verdad?
Yo no podía parar de reírme
Nos dimos una ducha juntas y después de comer los espaguetis con tomate nos tumbamos en el sofá del salón a ver la televisión una encima de otra
Su olor a champú mezclado en su piel era reconfortante.
Mi hermana y Teresa nos despertaron entrando en casa
Estáis vestidas?
¡Venimos acompañadas!
Sonó la voz de Teresa desde el recibidor
Sonia se levantó y se puso nada más que una camiseta que le llegaba hasta justo el final de su coño y yo me puse él una camisa un poco larga también con mi sujetador relleno debajo
Estábamos medio dormidas y la luz del sol oblicua y rojiza de la tarde llenaba la casa
El mar se oía a lo lejos
Si!
¡Pasar si queréis!
grite en respuesta
La puerta se abrió y mi hermana y Teresa entraron en el cuarto con un chico al lado
El chico era alto, pero la verdad es que tenía rasgos muy femeninos
Al encender la lampara de la esquina vi que sus ojos eran verdes y su pelo moreno lo tenía un poco largo para ser chico
Nos miró sonriendo
Teresa nos presentó
Este es Alberto, el hermano de un amigo...
Nos dimos los besos correspondientes y se sentó junto con Sonia y conmigo
Habéis comido bien?
Si...
hemos dejado para mañana unos pocos
dijo Sonia
Alberto no nos perdía de vista
Su cara alargada tenía estilo y sus maneras era femeninas, de eso no había ninguna duda
Me recordó cuando yo sentía a Yolanda dentro de mi
Nosotras nos vamos a cambiarnos para salir de marcha
Alberto nos ha dicho que se apunta...
verdad?
¡Vamos a reventar las discotecas esta noche!
Si...
Alberto no sabía dónde mirar
Teresa y mi hermana se fueron por el pasillo hasta el baño, pero justo antes de desaparecer, Teresa me hizo un gesto con la cabeza señalando a Alberto
Nos quedamos callados todos durante unos segundos viendo un programa de motor hasta que rompí el hielo
Y que tal por aquí?
Bien...
bueno...
Dijo con su voz entrecortada
Sonia se levantó apoyándose en mis piernas
Bueno, os dejo solos...
yo me piro a arreglarme
Alberto siguió con la mirada a Sonia y después siguió mirando la televisión, aunque notaba que de vez en cuando me miraba las piernas
Estaba claro que Alberto saldría de marcha con nosotras, solo tenía que decidir si lo haría como amiga o como amigo...
Me acerque a él lentamente sintiendo la excitación en mi cuerpo al verme en el otro lado, el lado de pervertir a un chico tímido y convertirle en una putita por una noche en la playa...
o por el resto de su vida, como mi hermana había hecho conmigo
Quería salir de marcha, follar como nunca con Sonia, mamar una polla caliente y hacer que Alberto gritara de placer sintiéndose una putona cuando estrenara su nuevo coño
Apoye mi cara en un cojín al lado de su hombro y le mire abriendo la boca tiernamente
Sabía exactamente que decirle 




atte
Tsver00
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Yolanda disfruta cada vez mas de sus fantasías, y Sonia se vuelve loca por que usen su otro agujero





Por tsver00@gmail.com


La tienda de discos del centro de la ciudad estaba abarrotada de gente
El último éxito dance sonaba por todo el local y las colas para pagar en caja daban la vuelta al mostrador
Los días de Agosto languidecían despacio y de vez en cuando una racha de viento frio entraba por las puertas corredizas de cristal cuando estas se abrían al cruzar otro grupo de personas dispuestas a comprar las pocas ofertas que quedaban
Subí las escaleras al piso de arriba, la zona de música de fiesta y disco detrás de Sonia
Su pelo rubio, liso y cada vez más largo le caía por sus hombros hasta la mitad de la espalda
Su culo redondo y respingón se movía con cada escalón que subíamos amoldando su pantalón azul fuerte elástico a unas caderas que sobresalían lo justo para que los chicos se volvieran a contemplarla
Sus pechos redonditos y puntiagudos se marcaban bajo una camiseta corta amarilla y desteñida sin mangas
Seguí a Sonia hasta un mostrador lleno de los últimos éxitos dance y comenzamos a mirar los compact disc dobles recopilatorios
Mi pelo rizado me caía por ambos lados de la cara haciéndome cosquillas cada vez que la dichosa corriente cruzaba todo el local
Esa última ráfaga de aire frio me puso la carne de gallina y me acerque a Sonia abrazando su cuerpo delgado y caliente por detrás
Me encantaba sentir su piel suave contra mi cuerpo
tía, desde que vas de rubita estas de un empalagoso..
Me dijo tocando mis manos con sus uñas largas y rojas
Y es que lo primero que hizo mi hermana cuando volvimos de la sierra, cumpliendo su promesa, fue la de enseñarme a teñir mi pelo negro de un rubio brillante precioso
Yo siempre había odiado a muerte a las morenazas que de repente iban de rubias...
me parecían las típicas pijas gilipollas que se creían más guapas que nadie solo por tener el pelo de color platino
Al verme reflejado en la portada del CD que tenía Sonia entre sus manos me di cuenta de que mi hermanita me había convertido en una de ellas
Sonreí
Estaba encantado con mi nuevo aspecto pese al gesto de tía pija y creída que mi hermana Belén me había pegado
Me dijo que desde ese momento tendría que darme el tinte dos veces al mes como todas las mujeres teñidas para no parecer vulgar, porque no había nada más horrible que un pelo medio teñido
Por supuesto ella tenía razón, y me había inculcado que cuidara mi pelo por encima de todo
Aprovechando que mi pelo había cambiado a un rubio muy amarillo llevaba dos días poniéndome un top rojizo fuerte pequeño muy apretado de mi hermana que remarcaba el color de la punta de mis rizos, un poco más oscuro del resto
Me había enfundado un pantalón elástico blanco super ajustado con unas letras rojas grandes en el culo con el nombre de una discoteca muy conocida y las perneras se ensanchaban mucho al final
Llevaba unas zapatillas deportivas rojas con algo de tacón
La verdad es que Sonia y yo estábamos para comernos tan apretadas y maquilladas todo el día
Yo no voy de rubita..
idiota
Le dije metiendo mis uñas rojas entre los rizos de mi pelo para contemplarlo una vez mas
Se me hacía rarísimo verme de rubia
No, que va...
de rubita pija y sin cerebro
Me dijo ella doblando sus labios en una sonrisa cínica mientras soltaba un CD en el mostrador
Miro a su alrededor y al notar que nadie nos miraba se apretó contra mi cuerpo metiéndome la lengua hasta el fondo
Su cuerpo se calentaba mientras mis manos le acariciaban el culo hasta que note como mi polla se ponía demasiado dura debajo de mis braguitas
Me aparte para que el calentón no me volviera loco de nuevo
Le pegue un manotazo en el culo sin decir nada y fui corriendo hasta uno de los puestos para escuchar los cd 's con los auriculares que una tía acababa de dejar libres
Elegí la canción seis, uno de los éxitos de las discotecas y me puse el volumen a tope intentando copiar todos los movimientos del cuerpo de Sonia
Ella seguía eligiendo cd 's aunque casi siempre hablaba a voces a través de su móvil con alguna amiga
Después de escuchar varias veces la misma canción que me recordaba al local de la sierra donde me enrolle con Fer, vi la figura de mi hermana subir por las escaleras
El día anterior, cuando me enseñó a teñirme el pelo, se había cortado su pelo moreno muy corto y su cara parecía más alargada, sobre todo cuando ponía ese gesto de mala leche que tanto me esforzaba en copiar yo
Llevaba una camisa azul fuerte muy entallada y corta, abierta por el ultimo botón enseñando el piercing de su ombligo y unos pantalones blancos parecidos a los míos, pero sin letras en el culo porque decía que eran demasiado de malota pija, o sea como Sonia y yo
Sus botas de plataforma negra la hacían como cinco centímetros más alta de nosotras
No llevaba bolso, y en la mano sostenía el móvil y un paquete de tabaco light
Saludo a Sonia dándose un beso en la mejilla
Desde que volvimos de la sierra, donde las dos se habían hecho el amor mutuamente, estábamos más unidas que nunca
Sonreí al ver como después se acercaba a mí
Me quite los auriculares y la espere apoyada en la columna colocándome el top hacia arriba con ambas manos
Moví la cabeza para que el pelo se colocara como era debido, a ambos lados de mi cara sobre mis hombros
Necesitaba que mi hermana me dijera lo guapa que estaba, porque hasta que ella no me lo decía no me sentía realmente mujer
Joder lo que da de sí mi hermanito..
Me dijo riéndose mirándome de arriba a abajo
Yo la mire torciendo mis labios pintados de un rojo oscuro
No me gustaba que me llamara hermanito
Después de todo ese tiempo esforzándome yo ya era Yolanda
Quien me iba a decir que un niño tan tímido se convertiría en una rubia de bote tan
pija
Me dio un beso en la mejilla bajo la atenta mirada de la chica de antes
Yo devolví la mirada
¿Que estas mirando, gilipollas?
La dije a gritos por encima del mostrador de las bandas sonoras
Ella desvió la mirada mientras la gente de mi alrededor me miraba negando con la cabeza
Últimamente me encantaba dar la nota y que se fijaran en mi
Mi hermanita y Sonia me habían pegado la odiosa costumbre de hacerme notar donde quiera que fuéramos
Belén me cogió de la mano y me llevo junto a Sonia riendo
Escuchar, ?que os parece si esta noche vamos al local donde pincha Tony para despedir el verano?
Van a hacer una fiesta salvaje...
joder, que solo nos queda una semana de vacaciones...
Ya estaba ella haciendo los planes de la noche
Cojonudo
Dijo Sonia dejando otro CD en el mostrador
Mire a la chica del fondo que no paraba de mirarnos y saque un poco mi mandíbula en señal de disgusto
Por qué no lo hablamos fuera, ¿tías?
necesito fumarme un cigarro pero ya...
además, Fer me recoge dentro de una hora
Dije cogiendo a Sonia de la cadera
Aunque había pasado mucho tiempo y supuestamente tendría que haberme acostumbrado, todavía me ponía cachondo el tacto de mis uñas largas con la tela elástica de unos pantalones ajustados
Busque el tabaco dentro de mi bolsito
Aquella chica me estaba poniendo nervioso con tanto mirarme
Deseaba que Fer me recogiera en su coche e irme con él a dar una vuelta
Espera un segundo, anda, herma..
que quiero ver un regalo para un amigo...
si queréis ir bajando vosotras
Mi hermana se fue hasta los discos de trip hop
¿Bajamos o que, joder?
Dije a Sonia de mal humor
Si...
Un segundo...
Sonia seguía mirando CD’s
Entonces note como alguien me tocaba el hombro
Me di la vuelta y vi a esa tía que me miraba de cerca cerrando un poco los ojos
Llevaba el pelo recogido en una coleta muy tirante con una cinta verde y unas gafas de sol alargadas de peineta
Iba muy maquillada con los parpados perfilados de azul claro, como su camiseta con un dibujo en negro de un tatuaje grande
Su pechos miraban hacia el techo y sus hombros caían hacia atrás en un gesto muy pijo
Sus ojos me sonaban de algo, pero no podía identificarlos
Perdona..
pero...
es que me suenas fantástico, tía...
por eso te mire antes...
?Quien era esa tía?
Negue con la cabeza
Yo a ti no te conozco...
y déjame en paz?, ¿quieres?
Ella dio un paso hacia atrás por el tono de mi voz
Como siempre decía mi hermana, lo primero era intimidar
Per..
perdona...
Yo la mire más de cerca y un sudor frio me recorrido el cuerpo, aunque nadie había abierto las puertas de la calle
Acababa de dar con esos ojos
Sabía quién era aquella chica
Se llamaba Teresa
Había estado colado hasta los huesos de aquella tía hacía unos años cuando estudiaba COU..
mucho antes de...
bueno, de sentir a Yolanda dentro de mí
Pero estaba muy cambiada, mas...
más excitante
Si de verdad era Teresa había dado un giro de ciento ochenta grados, porque ella nunca se arreglaba, odiaba el maquillaje y siempre se metía con el resto de las tías por salir de marcha a los pubs de moda
Era la típica chica inteligente que pensaba que podía cambiar el mundo capitalista
Eres Teresa, ?verdad?
Ella sonrió
Si...
Tú eres...?
Me acerqué a su oído y le dije mi nombre
Ella movió la cabeza rápido
Me miro con los ojos muy abiertos
¿Como?!
Yo la sonreí mientras ella me miraba a los ojos fijamente
No...
Joder...
¿de verdad?
Sus ojos me miraban de arriba a abajo sin pestañear
Tu también has cambiado mucho.
que paso con el rollo ese de muerte al capitalismo y cambiemos el mundo?
Teresa sonrió mirando para otro lado como avergonzada
Ehhh..
nada...
ahora me gustan otras cosas...
Yo sonreí también
Jaja..
pues te sienta de muerte
Joder, no me puedo creer que seas...
Me miro las tetas
Son de verdad?
Todavía no...
Esto es increíble...
joder, es que no se te nota nada...
la verdad es que siempre fuiste muy femenino, ya lo decíamos en clase...
pero de ahí a verte así...
Sonia seguía escuchando cd 's y mi hermana hacía lo propio en la sección de trip hop
Teresa me miraba de forma extraña, casi tanto como yo a ella...
los dos habíamos cambiado muchísimo
Y cómo...?
ehhh..
es decir.
¿Desde cuándo tú...?
Sonreí
Te invito a un café y hablamos un poco, además, quiero que me cuentes tu cambio también...
porque estas ideal, tía
Teresa asintió
Espera que quedo con mi hermana un segundo
Tu hermana?  ¿Belén?
Si...
esta allí...
Señale el final del local con mi dedo y el anillo que Sonia me regalo hacia una semana
Es que...
Recordé que Teresa se había peleado con mi hermana al acabar el instituto
Mi hermana siempre andaba metida en follones con todo el mundo
Todavía estáis con esas?
Mi hermana se acercó hasta nosotros con un cd en la mano
Se quedo mirando a Teresa
Quién es?
Es...
Teresa, de clase?, Te acuerdas de ella.
la hippie...
Teresa?
Teresa sonrió con timidez
Mi hermana doblo la comisura de sus labios pintados de negro
Joder, o sea, que tanto meterte con nosotras y ahora mírate...
A que esta guapísima.
vamos a bajar a tomar un café...
Añadí para romper la tensión
Mi hermana se dio la vuelta y se fue hasta donde estaba Sonia
Yo sonreí a Teresa que torció sus labios y ambas bajamos a la cafetería de enfrente en la calle mayor
Miraba a Teresa bajando las escaleras
Estaba mucho mejor así, arreglada, maquillada...
la verdad es que las mujeres ganamos muchísimo cuando nos arreglamos para salir
Me moría de ganas de preguntar a Teresa cuando se dio cuenta de ello
Nos sentamos las dos en una de las mesas a la entrada a la izquierda, al lado de la barra y pedimos un café cada una
Ella saco un paquete de tabaco rubio y me ofreció uno
Lo encendimos cuando un camarero guapísimo, rubio con ojos verdes, nos puso los cafés
No sabía que fumaras..
Me dijo expulsando el humo hacia un lado echando el sobre de azúcar en el café
Ya ves...
café y cigarrito, otro de los vicios que mi hermana me ha pegado
La que odiaba el tabaco eras tu...
Ella se rio tirando la ceniza de un golpe al suelo
Bueno...
y como fue lo tuyo.
joder, estas guapísima así, me cuesta creerlo, de verdad
Me pregunto
Tomé un sorbo de café y di una calada larga al cigarro
Pues...
creo que siempre lo había querido, y una vez mi hermana me sorprendió con sus pantalones puestos...
Teresa se rio
No jodas?, de verdad?
Asentí sacando el móvil de mi bolso para mirar la hora
Fer me recogería en 15 minutos y estaba deseando verle
Si
No sabía si morirme de vergüenza o de excitación
Para más inri estaba con Sonia, una amiga...
y entre las dos fueron moldeándome
A mi encantaba sentirme su muñequita, y ahora, ya nos ves, somos inseparables las tres
El café estaba muy caliente y di un par de vueltas a la cuchara
Le mire el culo al camarero
Que fuerte, tía..
se me hace rarísimo pensar que estoy hablando contigo así vestido, perdón, vestida
Y tú?
porque antes tú no te arreglabas ni de coña...
siempre metiéndote con mi hermanita...
y mírate ahora, igual que ella
Teresa se terminó el café de un trago y dio una calada al cigarro
Sus labios estaban más gorditos y en general estaba mucho más pechugona que antes
Sus ojitos maquillados de azul me estaban dando envidia
Tome nota para la noche
Pues lo mío es de hace poco también
Cuando entre en la universidad me enrolle con un Paco, que era relaciones de un local de marcha en la playa
Dicen que los lados opuestos se atraen, porque jamás me imagine que me iba a enrollar con un tío como ese
El camarero se acercó con un cenicero para cambiarlo
Teresa y yo le miramos y cuando se fue Teresa me guiño un ojo
Que te parece ese?
Yo asentí
Esta para comérselo
De verdad te gustaría estar con un tío?
perdona que te lo pregunte, pero.
Apague el cigarrillo y me subí el top que se estaba cayendo
Moví la cabeza para que mi pelo rizado se colocara como a mí me gustaba, por encima de los hombros por igual
Mi novio viene dentro de una hora...
pero me estabas contando lo tuyo
Es verdad, pues poco a poco me fui dando cuenta de que Paco tenía razón y que estaba mucho más guapa cuando me arreglaba
Al principio me resistía a ponerme lo que me regalaba porque me parecía ropa muy de tía pija, pero bueno, no sé, la verdad es que comenzó a excitarme ponerme aquello y un buen día al volver de compras yo sola me di cuenta de que todo lo que me había comprado era igual a lo que él me regalaba
Imagina, con todo lo que yo me metía con ellas, incluida tu hermana..
Ahora me apasiona ir con Paco a su discoteca, ya ves...
Soltó una risa aguda muy pija
Yo le cogí la mano
Pues tía, estas ideal
Mucho mejor que antes, de verdad
Y sigues con él?
¿Con Paco?
Si
Nos vamos a casar dentro de poco
Él está trabajando en un local en la playa, y yo termino azafata...
Se me está ocurriendo una cosa, porque no te vienes a la playa una semanita con nosotros?
Si se quieren venir tu hermana y vuestra amiga que se apunten si quieren...
así hacemos las paces
El corazón se me acelero un poco
Me encendí otro cigarro de los nervios
La playa...
nunca había estado en la playa como Yolanda, y ponerme morena seria un sueño
Lo dices en serio?
Claro, tío, joder, tía, claro que si
Así salimos de marcha las dos...
y conozco unas tiendas de ropa que te mueres...
Yo sonreí nerviosa
Teresa se levantó dejando un billete en la mesa tras mirar la hora en su móvil
Me tengo que ir...
toma, este es mi móvil, esta noche hablamos y mañana nos vamos a la playa, ¿vale?
a no ser que el camarero ese te ponga tan caliente como para quedarte
Me dijo ella
Yo mire al camarero que no paraba de mirarnos a las dos
Le sonreí y se acercó
Necesitan algo más?
Teresa se acercó a su oído y le dijo algo
El soltó una carcajada
Cogió el dinero y se marchó
Que le has dicho?
Que más te da, tía...
Mi móvil sonó
Era Fer, estaba esperándome fuera
Nos levantamos y al salir nos despedimos Teresa y yo a la vez que le tiraba un beso furtivo al camarero que me respondió con una carcajada
Prometí llamar a Teresa por la mañana para que nos viniera a recoger
Me acerque a Fer que estaba fumando un cigarro apoyado en su BMW azul fuerte
Tenia un cuerpo de impresión, y una cara que aunque no era de modelo tenía algo especial..
sus ojos azules me miraron con deseo
Me acerque a él y nos besamos muy fuerte
Sus manos me apretaron el culo durante cinco largos minutos
Quien era esa?
Una amiga del instituto...
¿Tu hermana y Sonia?
Saque el móvil y llame a Sonia
Estaban saliendo por la puerta en ese momento
Grite con todas mis fuerzas para decirlas donde estábamos y cruzaron corriendo la calle sorteando los coches
Fer y ellas se saludaron y entramos todos en el coche
Mi hermana se encendió un cigarro en el asiento trasero acercando su cara a mi respaldo
De verdad esa era Teresa?
que huevos tiene la tía...
Pues nos ha invitado a su casa en la playa...
En serio?
Pregunto Sonia abriendo los ojos
Que sí...
toda la semana...
La hostia...
Dijo Fer
Su mano se metió entre mi entrepierna y comenzó a masajearme la polla
Le mire sonriendo medio cerrando los ojos
Me estaba calentando muchísimo
Siempre nos calentábamos muchísimo juntos, y eso era muy especial para mi
Al llegar a nuestra casa Fer se puso una cerveza mientras veía la televisión haciendo tiempo para que nos cambiáramos las tres para ir a la fiesta de la macro discoteca donde pinchaba Tony
Entre en el cuarto de mi hermana abriendo su armario
Desde hacía unos meses habíamos llegado al acuerdo de que toda la ropa que había allí seria de las dos, tanto lo mío como lo de ella, así que comencé a buscar algo realmente excitante que ponerme aquella noche
Sonia a mi lado se puso a buscar también, y mi hermana se tumbó en la cama
Cuando acabéis con el armario me lo decís, joder con las niñatas..
Lo primero que cogí fue un pantalón morado clarito muy ajustado sin bolsillos ni detrás ni delante atrás con un símbolo de un sol en la parte delantera, donde se supone que deberían haber ido los bolsillos, después un top blanco pequeño y encima me puse una camisa negra entallada con los cuellos muy grandes y las mangas pequeñas
Con los ojos maquillados del morado del pantalón estaría de muerte
Sonia opto por mi falda verde ceñida y abierta por un lado y después una camisa blanca muy corta
Se puso unas botas marrones con el tacón ancho y se recogió el pelo tirando fuerte hacia atrás
Mi hermana como siempre fue la última
Se puso sus botas altas negras, su minifalda negra y un top rojo cruzado por la espalda
Me encendí un cigarrillo muy quieto mientras esperaba que mi hermana terminara de perfilarme los labios y los ojos de un negro profundo
Me seguía excitando muchísimo que ella me maquillara..
era como al principio
Los pendientes de aro bailaban sobre mis orejas cada vez que me volvía para tirar la ceniza en el cenicero rojo
Sonia a mi lado se daba maquillaje para quitarse algunas ojeras frente al espejo redondo y azul
Estate quieta un segundo, hermanita, joder...
Me dijo mi hermana colocándome recta la cabeza con sus manos
Me miro unos segundos y después bajo sus manos
Ale, ya estas
Me levante y fui hasta el salón con Fer dejando que mi hermana y Sonia terminaran
Antes de entrar me mire en el espejo del pasillo y me subí los pechos para parecer más pechugona
Entre y cerré la puerta con pestillo
Mi hermana me había puesto super caliente maquillándome
Fer me miro y sonrió
Joder..
Perfecta
Estas guapísima
Me acerque a el sentándome encima de un almohadón
Comencé a morderle el cuello despacio y metí mi mano derecha por dentro de su pantalón
Era increíble como se calentaba de rápido Fer
Me cogió de la cabeza y nos besamos de nuevo muy fuerte
Su mano se metió por mi pantalón hasta mi polla que comenzaba a ponerse como un mástil de dura
Fer era como un regalo del cielo..
no le importaba nada que yo no fuera una mujer con todas las de la ley, e incluso le ponía a mil que mi polla estuviera bien erecta
Comenzamos a hacernos una paja mutuamente hasta que yo no pude más y me abalance a cuatro patas sobre la suya, descansando mis rodillas en la moqueta del salón, y mi cuerpo entre sus piernas
Comencé a chuparle su polla en toda su extensión subiéndole la camisa para que no se la manchara, y el, agarrándome de la cabeza con sus manos grandes y fuertes fue marcándome el ritmo a sacudidas
Mi pelo rizado y plateado caía por sus piernas y a veces tenía que apartarlo de mi cara porque me hacía cosquillas en la mejilla
Durante diez minutos no hice otra cosa que chuparle y mamarle su verga deliciosa de forma continua
El semen empezó a salir a borbotones mientras el soltaba un grito grave de placer
Trague todo cuanto pude hasta que no pude tragar más
Lo mejor de Fer era que incluso después de correrse todavía la erección se mantenía unos diez minutos más
Aprovechando aquello, me baje los pantalones hasta la rodilla y le enseñe mi culo/coño perfectamente depilado apoyándome en el brazo del butacón
Él se subió encima mío y me la introdujo después de mojarme de saliva el agujerito
Me envistió como sabía que me gustaba, agarrándome fuerte de los hombros para que me llegara al fondo una y otra vez
En esos momentos me sentía realmente una mujer y gemía como ellas
Me corrí sin poder reprimir un gritito agudo
Necesitaba aquello por lo menos una vez al día, porque si no mi libido llegaba a ponerse tan alto que pensaba que me volvería loca
Mientras me secaba la boca de saliva y semen de Fer Sonia dio unos golpes en la puerta del salón
Venga, viciosos, dejar algo para esta noche!
Fer se levantó besándome en la boca y abrió la puerta
Sonia entro marcando el paso con sus tacones
Me miro sonriendo
Joder, tía, es que no paras...
Me ofreció un cigarrillo y nos sentamos juntas las dos
Me coloque la camisa y me subí la cremallera lateral de los pantalones
Fer se fue al baño a lavarse las manos y algo más
Oye...
Comenzó a decirme Sonia acariciando mi manos
Tengo que decirte una cosa..
Mire a Sonia que se estaba poniendo roja
Me apasionaba verla ruborizada
Dime...
Dije echando la ceniza a golpes en un plato
Veras...
es que...
bueno, ahí va: tía, no puedo dejar de pensar en ti
Me quede parado un segundo
Sonia estaba espectacular aquella tarde, y además, con la cara toda roja estaba muy excitante
Pues...
No sabía que decirla
De verdad
Esta mañana me he hecho..
Bajo la voz hasta un susurro muy débil, casi insonoro
un dedo por el culo pensando en ti
Lo dijo muy deprisa, como si fuese algo malo
Se levanto y salió andando deprisa hasta la entrada donde mi hermana y Fer nos esperaban con las llaves en la mano
Me levante sonriendo
Jamás habría imaginado que como chica pudiera ligar tanto...
La llegada a la macro discoteca en el centro de la ciudad fue muy ajetreada, con muchísimos coches peleándose por aparcar y gente cruzando de un lado para otro
Hacia tiempo que no íbamos a aquella discoteca y su envergadura me sorprendió
Tenia cuatro plantas distintas con músicas diferentes
Por lo menos mil personas bajaban y subían las escaleras, las tías todas super bien vestidas y maquilladas
Algunas chicas se paraban a nuestro lado poniendo gesto de competición, y los chicos se nos ponían detrás cuando pedíamos alguna copa
Sonia me miraba de vez en cuando y yo la sonreía, pero tenía que pensar en algo, porque entre ella y Fer..
tenía que decidir qué hacer
En el segundo piso, la de música progresiva, que era la que más nos gustaba para empezar porque era muy rápida y contundente, nos sentamos en unos butacones los cuatro viendo pasar a la gente mientras nos fumábamos un cigarro y apurábamos la primera copa
Hacia bastante calor y la gente no paraba de pasar
Tony, el amigo de mi hermana pincharía en la tercera planta a partir de la una de la mañana así que nos pondríamos a tono antes
Un par de chicos bastante decentes se acercaron con la típica excusa de pedirnos fuego, pero mi hermana los espanto antes de que pudieran decir gracias
Fer me saco a bailar bajo la atenta mirada de Sonia
Mi hermana estaba claro que se enrollaría con Tony, y bueno, si yo me iba con Fer Sonia estaría muy sola, aunque podría tener a cualquier chulillo de los que nos rondaban
Fer y yo bailamos hasta que se nos acabó la copa de ron con kivi y entonces cogí a Sonia de la mano y me la lleve al centro de la pista
Me acerque mucho a ella
Me apetece un huevo ir mañana a la playa, tía..
La dije a gritos por encima de la música
Ella sonrió bajando la cabeza
Y va a venir Fer con nosotros?
Encendí un cigarrillo y mientras expulsaba el humo moviendo mi cuerpo al ritmo de la música, negué con la cabeza
Aquel viaje seria solo de chicas y para chicas
Subí los brazos al compás del estribillo y me deje llevar unos segundos con el sonido del bombo martilleando mi cabeza
Me encantaba sentirme parte de aquel mundo de fiestas
Me desabroche la camisa y la deje encima del altavoz
Sonia se acercó a mí y me abrazo
Tía..
vámonos al baño, anda...
Me sonrió apretando sus labios
Parecía que iba a explotar de lujuria
Me cogió la mano y me llevo entre la gente hasta el servicio
Entramos corriendo hasta el fondo, y en un segundo que nadie miraba entramos en el reservado
Me empujo al lado de la puerta enfrente de la taza del inodoro y me cogió con sus manos el culo
Me beso el cuello con ansia y después fue subiendo hasta mi orejas
Chupo los pendientes de aro plateados y metió su mano por dentro de mi pantalón
Yo se la agarre
Sonia iba muy deprisa
La di la vuelta haciendo que me diera de espaldas y le cogí los pezones que estaban como piedras
Ella gimió
Después metí mi mano por debajo de la falda y busque su clítoris con mucha calma, despacito, húmedo..
Ella movió bruscamente su cuerpo como si hubiera tenido un escalofrió al apretar un poco su coño
Lentamente le metí mi dedo índice con cuidado de no hacerla daño con mis uñas largas y di varias vueltas dentro de su agujerito
Sonia gemía cada vez más alto
Su mano me agarro el brazo con fuerza y se dio la vuelta
Nuestros labios estaban a menos de un milímetro de distancia
Voy a explotar, tía...
Me dijo doblando sus piernas hasta agacharse a la altura de mi entrepierna
Me bajo los pantalones y se metió toda mi polla entre sus labios rojizos
Yo cerré los ojos
La música, Sonia, sus labios suaves..
todo me estaba volviendo loca de nuevo
Estaba a punto de correrme cuando Sonia se dio la vuelta y bajándose la falda y sus bragas, apoyo las manos en la pared
Yo sabía lo que quería
Sonreí porque me seguía sorprendiendo como Sonia perdía los estribos conmigo
Despacito y con cuidado le introduje la polla en su culo después de mojarle el agujero con un poco del hielo de la copa
Me sorprendí que entrara tan fácil hasta casi la mitad
Seguro que ella había estado jugando con su nuevo agujero
Eso me la puso aún más dura
La encule varias veces de forma salvaje al notar que su culo no ofrecía tanta resistencia..
yo sabía lo que dolía las primeras veces, así que tampoco forcé demasiado
Ella pego un grito que se enmascaro con una tronada de la canción y se dejó caer sentándose en la tapa del inodoro
Me miro pasándose la lengua por sus labios
Jo...
joder...
ha...
sido...
Me acerque a ella mostrándole mi polla
Ella me miro y sonrió
Se la volvió a meter en la boca y después de varios minutos me corrí dentro de su garganta
Ella tragaba como yo, manteniéndolo en la boca antes de tragarlo, y por eso un hilo grande cayó al suelo desde la parte inferior de sus labios carnosos
Le di el papel higiénico y nos limpiamos las dos
Hacerlo en el baño de una discoteca se estaba convirtiendo en algo demasiado normal
Que me decías?
la pregunte retocándonos en el espejo
La hostia, tía...
no se...
me...
me encanta sentirme tan llena por detrás...
es algo tan distinto...
Sonia saco de su bolso blanco un espejito y ambas nos metimos un par de rayas de coca antes de salir para no permitir que el orgasmo mutuo nos relajara
Salimos bailando hasta la mesa donde mi hermana y Fer hablaban con Tony
Tony era un chico de nuestra edad, moreno, con perilla y las manos llenas de anillos
Era el Dj residente de la disco y siempre nos conseguía los mejores discos
No sabía nada de mí, pero tampoco se lo imaginaba, así que yo me comportaba muy normal con el
Bueno, en una horita me pongo a dar tralla..
Dijo despidiéndose
Nos había dejado como diez tarjetas de copas gratis en la mesa
Cogí una y mi hermana me acompaño a la barra sorteando un montón de gente que bailaba y silbaba
Se puede saber qué pasa con Sonia?
¿Por?
Conteste sin entender porque me miraba tan seria
Por?
joder, anda, que habéis salido del baño finas las dos...
Tías, ¿tomároslo con calma? ¿vale?
y cuidado con su culito que ella no sabe de estas cosas tanto como tú
Le mostré la palma de mis manos en señal de que yo no tenía la culpa y ella me dio un beso en la mejilla
Mañana nos vamos a la playa las tres con la tonta esa de Teresa? ¿vale?
estoy deseando ver a mi hermanita morena con su pelo tan rubio...
nos los vamos a comer a todos? ¿de acuerdo?
Yo sonreí
Iba a ser un viaje inolvidable, entre otras cosas porque se nos estaba acabando el dinero ahorrado y el verano se extinguía a una velocidad tremenda
Sonó la canción favorita de mi hermana y mía y ambas nos cogimos de la cintura saltando como locas
Yo ya solo podía pensar en los bikinis que me iba a comprar y tumbarme en la arena con mi cuerpo desnudo lleno de crema bronceadora
Mire a Sonia y ella me guiño un ojo 



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ENCUENTROS - EROTISMO EN CANTO-RELATO-POESIA

  A todos los poetas eróticos, se les invita que envíen sus poemas grabados a Radio Nuestra America, en su programa Encuentros. Una radio al...