Por Elizabeth
Acepté una invitación al cine porno y tuve una
experiencia inolvidable de sexo con dos amigos, pero fue algo terrible que me
dejó una profunda huella en mi lado femenino y fue el inicio de nuevas
relaciones.
Hola mi nombre es Elizabeth, y les he estado
contando algunas experiencias sexuales que he tenido en mi vida, una de las
experiencias que tuve y la primera es con dos amigos en un baile de disfraces
en un carnaval pasado. Ese relato lo pueden encontrar en este blog.
Ayer recibí un llamado telefónico, se trataba
de Jorge un amigo de dicha experiencia que hice mención, era para invitarme a
ver una película porno y me consultaba si podríamos ir con un amigo más y si yo
podría ponerme una ropita intima sexy, a lo cual yo acepté con mucho entusiasmo
la propuesta indecente de mi amigo que volveríamos a vernos o encontrarnos
desde la fiesta de disfraces.
Llegó el
día indicado y después del almuerzo empecé a prepararme, lo primero que hice es
darme una ducha completa y la limpieza tanto externa como interna, luego me
puse un perfume por todo mi cuerpo y empecé a vestirme, lo primero que hice es
escoger la lencería que utilizaría para nuestro encuentro, abrí mi maleta de
ropa femenina que me había regalado mi querido chofer, y escogí un conjunto de
lencería de color rojo, las medias nylon, un conjunto de bikini, con su sostén
de seda y una tanga de hilo dental, su respectiva portaligas, me vi al espejo y
realmente me gusta poder observarme me veía muy sexy, luego me puse un
maquillaje en mi rostro nada exagerado, me pinte mis ojos y torcí mis pestañas,
para que no se me notara me propuse utilizar unas gafas grandes oscuras, luego
me puse un buzo deportivo y una camisa larga y ancha y unas zapatillas
deportivas con un terraplén con una altura de 6 a 7 centímetros, que me hacía
un poco más alta, pero lo más importante es que levantaba más mi rico culito.
Salí de mi departamento rumbo al lugar de
encuentro, antes viéndome en el espejo y realmente pasaba desapercibida, mi figura
no llamaba en nada la atención, pasaba como un hombre normal como un día normal
de fin de semana, nos encontramos en el lugar indicado, ambos amigos ya se
encontraban en el lugar esperándome, y Jorge y me presentó a su amigo, él se
llamaba Reynaldo, tenía un tes morena, algo de barba crecida y era un poco
pelón o calvito, se veía bastante robusto y comenzamos a conversar como quien
hacer hora para ingresar a la función y Reynaldo me preguntó que es lo que me
gustaba y solamente me limite a responder que estaba descubriendo mi lado femenino
y le devolví la pregunta a lo que me respondió que le gustaba ver películas
porno con personas obesas y gorditas, lo que realmente me llamó la atención.
Mientras conversábamos Jorge nos dijo que ya
era hora para ingresar a la sala cinematográfica, estuve buscando dinero en mi
mochilita y en eso Reynaldo me dijo que sería él quien pagaría las entradas y
que no me preocupara, compró las entradas y yo fui la primera en ingresar a la
sala luego Jorge y por último Reynaldo, una vez ingresado a la sala yo tomé la
iniciativa en caminar hacia el rincón de la última fila, yo me fui hasta la
última butaca, Jorge a mi lado y luego Reynaldo, tomamos asiento y esperamos un
tiempo para que nuestra vista se acomodará a la oscuridad de la sala y la
función empezaba con una película italiana de Roxana Doll, que siempre hace el
amor anal o doble penetración. Estuvimos así un momento en lo que Jorge me pide
si yo podría acomodarme al centro de los dos a lo que yo sin ningún problema acepté
y me paree para hacer el cambio de butaca con Jorge, él se coloca detrás de mí,
y me sujeta mis caderas, yo espero a ver cual era su iniciativa y al cruzar por
detrás de mí, en eso él me toma de mis caderas y empieza a bajar mi buzo
deportivo hasta las piernas y me cede su butaca, yo ya no me subo y tomo
asiento con el buzo en mis piernas, Reynaldo me ve y me sonríe, yo también le
sonrío y nos ponemos a ver la película, en eso siento la mano de Jorge en mi
pierna derecha y la mano de Reynaldo en mi pierna izquierda, ambos bajan mi
buzo hasta mis canillas, yo me limito a quitármelo y guardarlo en mi mochila,
mi camisa como era larga y ancha se ve como un vestido y tomo ambas manos y me
limito acariciarlas, con Jorge hacemos empanadas con nuestras manos
entrecruzadas y apoyo mi cabeza a su hombro, él me toma de mi quijada y me
brinda un beso, simplemente de labios a lo cual yo respondo con mucha ternura,
la película estaba en pleno auge el sexo, Reynaldo pasa su mano derecha por
detrás de mi espalda hasta llegar a mi culito, aprieta mis glúteos y hace a un
lado el hilo dental y empieza a acaricia con su dedo mayor mi rayita e intenta
introducir su dedo a mi hoyito, mientras Jorge sigue besándome,
superficialmente y empieza a desabrochar mi camisa encontrándose con mis senos
cubiertos por mi sostén rojo de seda, lo que le encanta y muestra su
satisfacción completa y empieza acariciar mis tetitas y acerca su rostro hacia
mi pecho para besar mis pezones sobre la seda de mi sostén, realmente me siento
una hembra realizada y deseo que nunca termine esta escena tan bonita, veo a mi
alrededor la sala y hay algunos espectadores muy adelante nuestro lo que nos
permite actuar sin mayor problema.
En eso Reynaldo me dice que le gustaría poder
apreciar mi cuerpo para lo que me pide que me pueda parar, separándome de Jorge
le hago caso y me paro, ellos ven mi cuerpo y no solamente se limitan a
observar sino que lo van acariciando, yo doy una vuelta completa lo que creo
que les excita mucho más, cuando termino de dar la vuelta completa Jorge con
sus manos me indica que les muestre mi culito, a lo que yo empiezo a inclinarme
hacia adelante y me apoyo en los brazos de las butacas de adelante y siento las
cuatro manos acariciando mis nalgas y mis piernas, en eso siento las manos de
Reynaldo que hace a un lado el hilo dental de mi tanga y con sus manos me abre
las nalgas para introducir su lengua a mi raya y se va acercando a mi hoyito, y
empieza a lamerlo e intenta introducirlo, este hecho es una experiencia
inexplicable, siento un momento de gran excitación, ese momento es
indescriptible, siento un deseo que ese momento sea eterno, siento su lengua en
mi culito y realmente deseo que este momento sea eterno, me siento
terriblemente excitada, luego Jorge no quiere quedarse atrás y de la misma
manera me introduce su lengua y ambos gozan con mi culito, luego de unos
minutos en esa posición vuelvo a mi butaca y Jorge retoma su accionar con mis
pezones y masajear mis tetas, en cambio Reynaldo vuelve a introducir su dedo a
mi hoyito y con la otra mano empieza a pellizcar mis pezones, nos con mucha
fuerza pero si con mucho erotismo, vuelvo a besar a Jorge, pero esta vez,
empiezan a cruzarse nuestras lenguas e intercambiar saliva, el escenario es
bastante erótico y nos hemos olvidado por un momento la exhibición de la
película. Tengo mis piernas al aire libre, sin buzo, tengo mi camisa totalmente
desabrochada, mi sostén debajo de mis tetitas y mi hilo dental a un lado, la
situación era de tres amantes que buscaban alcanzar el éxtasis personal y
grupal, realmente todo me gustaba a mí, sentir la lengua de Jorge en mi boca, sentir
sus manos en mis tetas y mis piernas y muslos, sentir la mano de Reynaldo
pellizcando mis pezones y su dedo dentro de mi culo, y todo en movimiento, ni
por sólo un momento ninguno de nosotros de quedaba un momento sin moverse, sino
por el contrario todo estaba en movimiento.
Cuando había concluido la primera película y
empezaba la segunda función Jorge me plantea que si podríamos pararnos e ir
detrás de las butacas donde había unas cortinas guindas y largas, Reynaldo
también está de acuerdo, los tres nos paramos salimos de la fila de butacas y a
la mano derecha observamos que hay una pareja de hombres uno detrás de otros,
me pareció ver que hacían sexo, con bastante disimulo, por lo que optemos irnos
a la otra esquina, en eso Reynaldo, nos señala que retornaría de un momento, ya
que tenía ganas de ir a orinar al baño, con Jorge nos fuimos a la esquina y mi
camisa larga realmente parecía un vestido ancho, llegamos a la esquina y nos
introducimos detrás de las cortinas y él me arrincona hacia la pared y toma mis
caderas y empieza a chaparme brutalmente y excitadamente, yo llevo mis brazos a
su cuello y él acaricia mis glúteos, mis senos, mi cintura, mi espalda y en
realidad todo mi cuerpo, yo también bastante excitada, llevo mi mano derecha
hacia su verga, la misma que ya era conocida para mí y empiezo a acariciarla, y
masturbarla, lo que hace enloquecer a mi pareja, estamos un momento en este
ajetreo, y ver que Reynaldo se va acercando hacia nosotros y por sus movimientos
sospecho que viene liberando a su pene, se nos acerca y se pone a disfrutar del
trio, él va directamente a meter mano a mi culito, y a mamar mis pezones de mis
tetas, mi otra mano se dirige a la verga de Reynaldo y mi sorpresa es terriblemente
grande que al sentirla se trata de una verga tremendamente gruesa y
relativamente grande, pero su grosor era fenomenal, por lo que previniendo una
sorpresa dolorosa le propongo a Jorge pudiera empezar a penetrarme, ambos se
ponen de acuerdo y es Jorge quien va a empezar a tirarme, él se baja el
pantalón y calzoncillo hasta sus canillas, y empieza a mojar mi culito con su
saliva y a introducirme primero un dedo y luego dos dedos, juntos, siento un
pequeño ardor, cierto dolor y mucho placer, en cambio Reynaldo continua el
juego con mis tetillas, las lame y las chupa muy rico, yo me limito a besar su
cabeza calva y morder en lo posible sus lóbulos de sus orejas, invitándole a
poder besarnos y entrecruzar nuestras lenguas, a lo que él inicialmente pone
cierta resistencia, pero poco a poco va cediendo y al fin se anima a chapar y
entregarse a la lujuria sexual que vivíamos en ese momento.
En eso van sus manos hacia mis nalgas y las
empieza a masajear lo que Jorge aprovecha para acercar su verga a mi hoyito y
empieza a introducírmela, como siempre al principio hay un fuerte dolor, pero
que es compensado con el placer que nos hace sentir ser penetradas además de la
excitación que te provoca un hombre cuando te chapa y besa y chupa tus tetas,
tu cuello. Así parados los tres estábamos haciendo el amor, yo era la hembra
gozando de dos hombres super arrechos, haciéndome sándwich, en eso Reynaldo se
aleja un poquito de mí, se separa y toma con sus manos mi cabeza y empieza a
bajarla, y entiendo lo que deseaba, y poco a poco me fui inclinando hacia
adelante hasta llegar a la altura de su verga, y empiezo inicialmente a
besarla, le bajo su pantalón y calzoncillo, beso sus testículos, paso con mi
lengua toda su verga por varias oportunidades y observo como se excita mi
hombre y siempre sintiendo como me viene cabalgando por atrás mi otro hombre,
inicialmente despacio y luego toma su propio ritmo, yo empiezo a chupar la
verga de Reynaldo y el inclina su cabeza y su cuerpo hacia atrás sintiendo una
gran satisfacción, así estuvimos por unos minutos, yo sentía una verga por
atrás y otra verga por delante, era la primera vez que tenía una doble
penetración y realmente me sentía realizada como mujer, sentir una verga tan
gruesa en mi boca que me volvía loca y era de rica ya que empezaba a succionar
el líquido pre seminal, y era realmente sabroso y por otro lado, sentir como
una linda verga como la de Jorge te penetraba por mi culito, ambos agüeros se
encontraban ocupados y por ambos se sentía un placer inexplicable. De largos
minutos en esa posición Reynaldo le propone a Jorge que si podrían cambiar de
posición, aspecto que me alborotó un poco, ya que la verga de Reynaldo era muy
pero muy gruesa y no estaba segura que pueda penetrar mi culito, nos paramos y
le rogo a Reynaldo que si me iba a penetrar lo hiciera con calma y despacio ya
que mi culito nunca había probado semejante vergota, a lo que él accedió y
cambiaron de lugar, Jorge empezó a besarme, a chapar, a mamar mis tetas y besar
mi cuelo y toda parte de mi cuerpo al que tenía acceso, Reynaldo se puso detrás
de mí, se hincó y empezó a besar mis glúteos, a pasar su lengua por mi raja
hasta llegar a mi hoyito e introdujo su lengua, acto que me hizo estremecer
todo mi cuerpo, nunca en mi vida había sentido tan hermosa sensación, poco a
poco fue subiendo besando mi espalda hasta llegar a mi cuello y mi nuca, me
besaba y acariciaba todo mi cuerpo, compartiendo con mi otro hombre, en eso
siento que la verga de Reynaldo se va acercando a mi ano y le pide a Jorge que
abra mi culito lo más posible, él hace caso inmediatamente y con sus dedos
introducidos a mi culito lo abre dando paso a la verga de Reynaldo y siento
semejante cosa penetrar lo que me hace vivir sintiendo un profundo dolor hasta
que me saca algunas lagrimas de dolor, Jorge las limpia con sus labios y trata
de distraerme con sus besos y mis manos aprietan sus hombros, ya que el dolor
era insoportable, el visitante de atrás se para por un momento a objeto que mi esfínter
se pueda acostumbrar al mismo, ya un poco tranquila empujo mi culo hacia atrás
señal para que Reynaldo pueda continuar con su acometido y empieza con el mete
y saca luego para sus movimientos y yo descaradamente llevo mi mano derecha
hacia la verga y no la encuentro en eso me doy cuenta que me había penetrado
totalmente, lo que me hace sentir muy arrecha, y empiezo a mover mi culo para
sentirlo en toda su dimensión, él toma mis caderas con sus dos manos y empieza
a culiarme, realmente que rico sentir una verga tan gruesa que me este
penetrando, a lo que Jorge toma mi cabeza y la va bajando para que yo se la
pueda chupar, yo procedo como lo hice con Reynaldo la beso la puntita, beso sus
testículos, beso todo lo largo de su verga para luego introducírmela toda en mi
boca y empiezan a tirarme por arriba y por atrás, una perfecta doble
penetración, luego de unos minutos disfrutando de esta posición Jorge saca su
verga de mi boca y me hace parar para acercarse a mi cuerpo e introducirla
entre mis piernas como si me estuvieran tirando por atrás y por adelante, ambos
empiezan a agitarse con mayor velocidad y ambos llegar al orgasmo, por un lado
es inundada mis entrañas con el semen de Reynaldo y siento entre mis piernas el
semen de Jorge, ambos poco a poco van apagando sus movimientos como si
estuvieran exprimiendo sus vergas cada uno en el lugar que le correspondió, yo
la verdad deseaba que este momento nunca terminara, que este momento sea para
siempre, me sentía algo cansada pero con un sentimiento de verdadera
satisfacción sexual.
Luego nos vestimos, nos sentamos un momento más
viendo la película, dándonos pequeños besos y acariciándonos nuestros cuerpos,
antes que termine la película nos pusimos de acuerdo para retirarnos, una vez
afuera ya había llegado la noche y en eso Reynaldo nos propone ir a su
departamento a compartir una copas, Jorge nos dice que si podemos pasar por el
mercado Lanza para comprar un bonito vestido y continuar con lo que habíamos
empezado, todos reímos y todos estábamos de acuerdo, empecé a imaginarme como
sería la noche que nos espera….
Un beso Elizabeth.
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