Friday, August 31, 2018

ANDREA, SU VENGANZA




Andrea es más bonita de lo que cualquiera de ustedes pueda imaginar, dueña de una sonrisa sin igual, una blonda natural de grandes rulos que caen hasta sus hombros, ojos celestes, cristalinos como el mar, labios sensuales y provocativos, y su cuerpo plagado de curvas de ensueño, recorrerlo en un viaje al placer, de grandes pechos, diminuta cintura y amplias caderas, de piernas esbeltas y esculpidas a mano, es elegante, con altura de modelo y cuerpo de vedette.
Está llegando a los cuarenta, pero no aparenta más de treinta, ella es profesora de educación física y da clases en algunos gimnasios de la zona.
Es de esas mujeres que no pasan desapercibidas, de una hermosura especial, de esas que todos se dan vueltas al verla pasar, de esas que es centro de atención en cualquier reunión y que provocan los codazos en el hígado de otras mujeres ante la mirada perdida de sus esposos.

Hace unos quince años que es mi esposa, y yo me siento halagado cuando mis amigos me comentan sobre lo buena que está. Ella me hace muy feliz, porque tan buena como está, mejor aún es en la cama, es fuego puro.
 Pero el problema era yo, porque a pesar de tener un monumento a mi lado, para mí no era suficiente, porque siempre fui un mujeriego empedernido y me cansé de cogerme cuanta mujer pude, así tenía varias ‘amigas’ que cada tanto frecuentaba y una lista acotada de finas prostitutas a la que adornaba con mis billetes.
Aquellos amigos verdaderos me decían una y otra vez que reflexionara sobre lo que hacía, que no me empeñara en tirar de la cuerda, que pensara en Andrea, una mina noble y fiel que no se merecía mis engaños, pero yo me sentía súper poderoso, el gran macho, omnipotente.

Y ella no era estúpida, tenía bien en claro que era una súper cornudo, más de una vez me había pescado en situaciones complicadas, con teléfonos de mujeres, con mensajes que no podía explicar, con llegadas tardías, con ropas con perfume a mujer.
Las discusiones se hacían cada vez más drásticas, más ásperas, porque ella intentaba que cambiara, siempre me daba una nueva oportunidad, y yo siempre la defraudaba.
Y encima parecía ir todo a mi favor, porque más la engañaba más se preocupaba por mí, por atenderme, por complacerme y asumo que siempre fui un bastardo, innumerable cantidad de veces la había dejado llorando, resignada, dolorida, herida, sin importarme nada, total, sabía que después de la tormenta al día siguiente saldría el sol.
Y a pesar de todo, Andrea me era ciegamente fiel, de eso estaba seguro, sólo tenía ojos para mí, parecía ser para ella el único hombre sobre la tierra.

Pero algo cambiaría, no sabía que, tampoco me interesaba averiguarlo, lo cierto es que hacía cerca de un año que ella ya no se quejaba de mi conducta, había cambiado su forma de ser, de tomar las cosas, había aparecido un brillo en sus ojos, y ahora me besaba con una dulzura que jamás lo había hecho en su vida, había mejorado en la cama y siempre se dibujaba una sonrisa en sus labios cuando me miraba directo a los ojos, así que mejor no podían ser las cosas para mí, tenía una mina espectacular, que estaba rendida a mis pies, y además, disfrutaba de cuantas mujeres quisiera.

Hace unos días me llamó Verónica, me sorprendió un tanto su llamada a mí celular, me dijo que fuera urgente a visitarla, que tenía algo para mí, que no lo podía decir por teléfono. Supuse que necesitaría dinero, ella era una de las prostitutas que visitaba a menudo, era una colombiana que se ganaba el dinero con su cuerpo.
Quedé en pasar por la tarde, después del trabajo y así lo hice, fui dispuesto a cogerla toda, pero al llegar a su casa me recibió un tanto distante y nerviosa, entonces fue directo al grano y me dijo:

Mira, yo no sé ni me interesa que enfermiza relación tienes con tu esposa…
¿Qué? mi esposa? de qué estás hablando?
Tu esposa, una rubia muy bonita, me dijo que se llamaba Andrea, ¿te suena?
Andrea! Andrea te visitó?

Me quedé unos segundos en mis pensamientos, mi esposa la había visitado, sabía lo descuidado y confiado que era, pero no salía de mi asombro, Verónica prosiguió:

Mira, me dejó dinero, un poco más de lo que acostumbro a cobrar por una buena mamada, tú sabes... y, al fin y al cabo, dinero es dinero, sólo me dejó esto para que miraras mientras te lo hacía, fue su único pedido…

Así que mientras me acomodaba en el amplio sillón liberando mis genitales, ella colocaba un pendrive en el puerto usb de su enorme led que estaba a no más de un metro de distancia.
Mi amiga colombiana ya se había acomodado a mi lado para empezar a hacer su trabajo, cuando empieza la filmación, aparece mi querida esposa diciéndome que esto era un regalo por el primer aniversario, esto me sorprendió, no tenía idea a que se refería, busqué en mi memoria sin éxito, pero como jamás recordaba ninguna de las fechas que ella consideraba importantes, solo me acomodé y me dispuse a disfrutar.

Verónica me estaba chupando la pija, mirando de reojo lo que pasaba por el led, mi esposa aparecía bailando sensualmente, noté que no era nuestro domicilio, no conocía el lugar. Ella estaba muy guapa, con el cabello suelto, con una sexi pollera turquesa que exageraba sus glúteos, ajustado a su silueta, una camisa semitransparente dejando notar un sostén esos que elevan el busto haciéndolos parecer dos globos, unas delicadas medias de red cubrían sus piernas y unos finos zapatos de tacos altísimos que hacía tiempo le había regalado adornaban sus pequeños pies.
Mientras los segundos pasaban Andrea se iba desnudando sensualmente al compás de la música y Verónica hacía maravillas en mi verga, esto era el paraíso…

Mi esposa pronto dejó a un lado sus prendas, diminuta colaless y un primer plano a una vagina depilada hacían que la locura se apoderara de mí, recuerdo que en un momento Verónica me recriminó, diciendo que era muy bonita, preguntando porque le hacía esto, a lo que le respondí que se callara y se concentrara en su trabajo, pero cambiaría mi suerte en unos segundos…

De repente descubro que no estaba sola, cuatro negros enormes aparecen en escena, con las pijas más largas y gruesas que puedan imaginar, me quedo estupefacto, de hecho hasta la atención de Verónica había pasado a la pantalla, ver a tu esposa ‘fiel’ ponerse de rodillas y ser rodeada por cuatro vergas gigantes no es algo que a uno lo alegre demasiado, con un plano corto pude ver a mi esposa mirando fijamente a la cámara, tomando a uno de esos penes entre sus manos, era tan gruesa que no alcanzaba a rodearlo y su glande no cabía en su boca, apenas podía saborearlo, pero con paciencia parecía disfrutarlo demasiado, comenzaba a recorrerlo tan largo como era, su lengua acariciaba ese glande desnudo, perdiéndose en la lujuria, pronto pasó al segundo, repitiendo la operación, con sumo placer, con sumo disfrute, y así uno a uno hasta probar los cuatro, rodeada, entregada, mi preciosa Andrea…

Y era solo el comienzo de mi trago amargo, uno de estos animales le arranca la pequeña tanga y empieza a cogerla, ella gritaba y se contorsionaba, la verga la penetraba tan profundo como podía y aun un buen trozo quedaba afuera. Andrea, como una prostituta barata se encargaban de regalarme los mejores planos, disfrutando de esas vergas se turnaban llenándole la boca y la concha al mismo tiempo, masturbando su clítoris, apretando sus pezones.
De pronto los cuatro se acostaron sobre el piso, apuntando esos rascacielos al techo, mi esposa fue sobre el primero abriendo las piernas a su lado, parada sobre sus altos tacos y se fue sentando lentamente para llenar su hueco con él, se movía engolosinada, subiendo y bajando, gemía, gritaba, en una actitud desinhibida, pasando de uno en uno, volviendo, con su concha abierta y caliente, como una perra miserable…

Verónica trataba de volver a chuparme la pija, pero lo cierto es que se concentraba más en el espectáculo porno improvisado que en lo que tenía que hacer, y siendo honesto mi atención se centraba en la pantalla, y sentía una terrible erección, pero también bronca y humillación.
Andrea se había puesto en cuatro patas, después de darle a su concha más de lo necesario, y ellos empezaron a untarla con aceite, desparramándolo por su cuerpo, mientras ella metía sus dedos en su argolla depilada, salvo el pulgar perdía de vista el resto de ellos.
Verónica entonces apagó de repente el led y dijo:

¡Dejemos a la putita de tu esposa y vamos a lo nuestro, no tengo todo el día!

Pero creo que leyó la furia en mis ojos, y unas duras palabras de mi parte la hicieron volver sobre sus pasos, para sentarse ahora en silencio a mi lado, como una espectadora de lujo.
Así prosiguió la escena, ella estando en cuatro patas toda aceitada, con su culo regordete y perfecto apuntando al techo, uno se acomoda por detrás, ella abrió con sus manos sus cachetes y él fue bajando, casi me muero cuando lo veo centrar su miembro en el esfínter de mi amada, y empezar a forzarlo hasta vencer su resistencia, toda la vida ella me había impedido hacérselo por atrás, pero este animal tenía mejor suerte que yo.
Así pasaban los minutos, uno a uno ahora probaba su culo, ese que nunca había sido mío, mientras su boca parecía no cansarse de chupar y chupar.
Como regalo, un primer plano final, en las más de cuarenta pulgadas que tenía el led, bien cerca, demasiado cerca, los gordos labios de la concha de mi esposa, su esfínter recibiendo desde lo alto esa gruesa e interminable verga negra que se introducía hasta el fondo de sus intestinos, sacándola de vez en cuando solo para dejar un cráter inmenso que ella le encantaba enseñar, hubiera cabido una manzana por ese hueco…

No salía de mi asombro, la colombiana menos, no se animaba a pronunciar palabra mientras las imágenes se sucedían, yo no sabía si me afectaba más lo que veía o lo que escuchaba, porque ella gritaba como zorra y los negros le decían puta para empezar a hablar…
Andrea se había sentado sobre uno de ellos, llenándose la concha dando su perfecto trasero a la cámara, esos jamones armoniosos y redondos, con sus pechos colgando, como dos esferas perfectas, así con una verga en la concha otro fue por detrás para metérsela por el culo en una perfecta doble penetración, mientras como podía se las arreglaba para lamer las dos restantes dando rienda suelta a sus más bajos instintos, mientras uno la mantenía llena por delante, lo cierto es que los otros tres rotaban entre su culo y su boca.
De pronto la pija negra que entraba y salía de su concha comenzó a blanquearse, con signos evidentes de que se la estaba llenando de leche, ¿hasta dónde llegaría su venganza?

Mi acompañante de turno sugirió que ya no siguiera viéndolo, pero quería llegar al final, descartado el que la cogía y le había llenado el hueco de leche, cambiaron, otro se recostó y ella fue sobre él, su espalda sobre su pecho, ambos mirando al techo, para levantarle las piernas y enterrársela otra vez en el culo, su concha seguía largando el blanco jugo del amor, sus pechos se veían majestuosos, otro se acomodó, pero para mí puta fortuna no fue sobre la concha, no señor, también se la enterró en el culo, junto al otro, comiéndose ambas vergas al mismo tiempo, luego de unos minutos el esfínter de mi esposa estaba totalmente dilatado, ellos parecían hacer puntería en ese hoyo y se turnándose esas enormes vergas, entrando y saliendo sin la menor resistencia, hasta que el segundo llegaría a su fin, un primer plano me dejaba ver esa pija enterrada, contrayéndose rítmicamente en señal inequívoca de estar descargando su semen en el interior, todo terminaría con el orto de ella chorreando leche…

Pero aún quedaban dos machos por voltear, ahora el plano fue sobre su rostro, donde a centímetros ellos se masturbaban mientras ella chupaba una y la otra, como desesperada, cuando llego el momento solo veía la punta de la lengua de mi amada pasando por el agujerito de la punta de la pija, la leche empezó a brotar y ella seguía en ese juego, desparramando todo en cada chorro, disfrutándolo, pronto llegaba el otro, en esta caso posó su lengua bajo el glande, como si fuera una cuchara, y el también comenzó a llenar toda su boca con leche, chorro tras chorro, hasta colmar su capacidad.
Pareció saborearla para la cámara, hasta tragar lo que tenía, sus labios estaban aún llenos de leche y sus manos acariciaban sus pezones, ahora si era el final.

Andrea me dejaría grabado un mensaje final que decía:

Mi amor, si llegaste hasta acá es porque eres muy valiente, este video hoy cumple un año, si, un año que mi concha es llenada por cuanta verga se cruza en mi camino, un año que otros hombres la disfrutan y me arrancan los más maravillosos orgasmos, esos que tú nunca me darás, un año que mi culo es abierto por extraños, ese culo que tantas veces me pediste y jamás probarás, un año que mi boca disfruta y traga exquisita leche caliente, esa misma boca que te da profundos besos cada día. Te dejo, los chicos siguen calientes y voy a seguir entregándome

Dicho esto, dio un beso en el lente de la cámara dejando la visión turbia por haberla ensuciado con semen

Fin de la historia, el silencio inundaba el cuarto, solo una risa socarrona y sarcástica de la prostituta colombiana que no podía controlar, aún incrédula por la experiencia, para decirme casi susurrando al oído:

¡Parece que esta vez te han jodido! ¡Tu esposa es más puta que todas las putas que has pagado juntas!

Dejé a Verónica, aturdido, y aún no junto el valor para volver a casa, nunca podré perdonarla, pero sé que por mi culpa perdí el amor de mi vida, esa mujer perfecta y hermosa que era solo mía, que descuidé, que no supe valorar, Andrea, mi amada Andrea…


Si tienes comentarios, sugerencias al respecto puedes escribirme con título 'ANDREA, SU VENGANZA' a dulces.placeres@live.com
Gracias




NO a la pedofilia
NO al amor filial
SOLO MAYORES DE EDAD


Julieta espía a Raúl, su padrastro


Por LyaMisslov@hotmail.com

Tengo una amiga, se llama Julieta, tiene sus veinte y siete años, hoy vive sola, trabaja y tiene su pareja ya hace 3 años. Puede parecer una persona muy normal a simple vista, incluso al hablar y conocerla un poco, uno se percata de que es una persona dulce, tímida y alegre…pero en el fondo de su ser tiene un secreto…un secreto tan bien guardado, tan bien disimulado, que nadie se esperaría algo así de ella.
Cuando Julieta tenía alrededor de 6 años, sus padres se separaron, fue un momento bastante tenso para todos, sobre todo para ella siendo tan pequeña. Al cabo de un año su madre comenzó a tener una nueva relación con otro hombre, era una persona muy simpática y alegre, divertido y cariñoso, atento y compresivo, era de esas personas que no solían gritarte o retarte, más bien te hablaba con tanta paz y dulzura que lograba que hicieras lo que él te pidiera. Esa persona se llamaba Raúl.
Raúl era todo lo que el padre de Julieta no era, la llevaba a los doctores, al colegio, le compraba lo que necesitaba y de vez en cuando uno que otro capricho le cumplía. Los años iban pasando y esa pequeña niña iba creciendo en señorita, su cuerpo comenzaba a cambiar y ella comenzaba a descubrir cosas nuevas, Sus pechos comenzaban a crecer, el vello aparecía en zonas no exploradas de su cuerpo, sus ideas iban cambiando de a poco con lo que refiere a un chico. Los años seguían pasando y esa niña ya cumplía sus 17 años.
Un viernes a la noche, al volver de la casa de una amiga, ya entrada las 2:00 AM, se percató que el auto de su padrastro estaba afuera de la casa, como si recién hubiera llegado. Al entrar en su casa, noto que las luces estaban apagadas, el comedor en silencio y nadie a la vista, pensó que posiblemente todos dormían, al dirigirse a su habitación percibió un leve sonido que provenía del fondo del pasillo, no lograba escucharlo con precisión, pero era como un pequeño golpe que se repetía constantemente cada 2 o 3 segundos, por momentos se sentía más fuerte y rápido, otros era más suave y lento, pero sin estar interrumpido. Al llegar al final del pasillo se da con que el sonido venia de la habitación donde su madre y su padrastro dormían, al ver que la puerta estaba entreabierta, su curiosidad por satisfacer sus dudas la llevaron a mira que es lo que pasaba que esos sonidos no cesaban. Cuando logró identificar dos siluetas que se movían de manera extraña, grande fue su asombro al darse cuenta que sus padres estaban haciendo el amor de una manera muy caliente, eufóricos y lujuriosos; solo pensando en esa situación, compenetrándose el uno con el otro de completamente…era la primera vez que ella veía una situación de esta manera, había visto películas eróticas, pornográficas y hasta había hablado con sus amigas sobre todo este nuevo mundo sexual, pero jamás había experimentado nada similar ni mucho menos lo había visto. Aunque la situación y el acto la tomaron por sorpresa dejándola en shock sin poder moverse, tampoco podía dejar de mirar la situación, veía como Raúl besaba con pasión a su madre, como saboreaba sus pechos y suavemente mordía sus pezones haciendo que junto a cada penetración su madre gimiera de placer. Julieta comenzó a sentir como su respiración se agitaba, su corazón se aceleraba y descubrió como una nueva sensación subía por su cuerpo, junto sus rodillas intentando resistir ese cosquilleo, pero su vagina la delató y no pudo ocultarlo más, se había mojado por primera vez, era su primera experiencia de este tipo, antes se había tocado y jugado con su clítoris, pero jamás se había mojado de tal manera, sentía como su vagina estaba cada vez más y más caliente, mientras miraba a su padrastro penetrar a su madre con ese enorme, jugoso y carnoso pene que él tenía. Su imaginación volaba pensando en cómo se sentiría ser penetrada, que tanto de ese pene entraría en ella y como seria sentir ser eyaculada en su útero, mientras se masturbaba observando tan lujuriosa y atípica situación entre sus padres…mientras veía como sus ellos subían la intensidad en sus movimientos, acelerando sus respiraciones; ella también seguía el ritmo con sus dedos en su vagina, sub cavando en lo más profundo de ella, sintiendo como toda su vagina comenzaba a temblar, veía a sus padres teniendo un orgasmo y como Raúl soltaba todo su semen sobre el cuerpo de su madre, en ese momento Julieta también logro tener un orgasmo, casi no pudo contener su gemido, mordió su labio para no ser escuchada…cayendo lentamente al piso, saboreando la dulce primera sensación de un orgasmo, intento apartarse lentamente de la puerta y regresar a su habitación, pero al levantar la mirada se percató de que Raúl la estaba viendo. Ella se quedó estática sin saber qué hacer, pero sintiendo curiosidad de que le diría su padrastro, en ese momento él sonrió y busco la manera de que su madre no se diera cuenta que ella los estuvo observando.
Al día siguiente, se levantó esperando que todo se haya olvidado, pensando en que Raúl realmente no la había visto y que sus vidas seguirían de manera normal. Salió de su habitación sin pensar en nada más que comenzar su día y realizar sus deberes diarios, se dirigió al baño sin darse cuenta que su padrastro recién estaba saliendo de tomar una ducha, al abrir la puerta ambos se encontraron de frente, el recién bañado, aun mojado, con todo su cuerpo desnudo, su pene se distinguía a simple vista al estar afeitado y por su gran tamaño; y ella que sólo llevaba un culote y una pequeña blusa transparente, dejando ver sus pezones de gran tamaño y sus pechos voluptuosos y jóvenes…ambos quedaron fijos mirándose, de pies a cabeza, ella automáticamente comenzó a ponerse colorada y su respiración se agitó, cuando se percató que el pene de su padrastro comenzaba a erectarse, pidió disculpas y salió del baño para volver a su habitación inmediatamente. Entro en su cuarto, se metió en su cama y mientras pensaba en lo que acababa de pasar, cruzo por su mente lo que vio la noche anterior, comenzó a sentir como su vagina se mojaba nuevamente y decidió masturbarse mientras tenía grabado en su mente el pene de Raúl, fantaseando como la mujer de anoche era ella y no su madre. Luego de veinte minutos e masturbación incesante y de experimentar su segundo y esplendoroso orgasmo, se quedó recostada, tocándose y pensando si estaba bien sentir ese tipo de deseos por la persona que está ahora con su madre…si bien no era su padre, en algún momento lo consideró así por lo atento, cariñoso y dulce que era…al cabo de un rato decidió no pensar más y dejar las cosas como estaban, creía que por ser aun una adolescente solo eran ideas lujuriosas por aun no experimentar su sexualidad con un chico.
Pasaron los meses y cada fin de semana era el mismo ritual, sus padres hacían el amor y ella se escabullía para observarlos y masturbarse, imaginándose como era ella la penetrada, como a ella la ponían en diferentes posturas, como era ella quien recibía cada descarga de semen dentro y fuera de su cuerpo. Exclamando en susurros:
- ¡Si papi, así me encanta! ¡Quiero más!
Mordiendo siempre sus labios para no ser escuchada por sus padres, pero sabiendo que Raúl siempre la observaba mientras ella estaba ahí, masturbándose, deseando y disfrutando desde la puerta, ambos cruzaban miradas en sus momentos más calientes y fuertes.
Un día, sin previo aviso, la madre de Julieta tuvo que tomar un avión de urgencia, iba a ausentarse por unos días de la casa. Para ella era un sinfín de nuevas sensaciones y pensamientos…por un lado sabía que ese fin de semana no iba a poder ver a sus padres haciendo el amor, pero por otro lado una idea más oscura surcaba por su mente, su padrastro iba a quedar totalmente solo con ella. Automáticamente sus más profundas fantasías comenzaban a surgir de ella, a imaginarse todo tipo de situación donde ella tiene sexo sin control con Raúl….imaginaba entrando al baño mientras él se bañaba, pensaba cuál sería su reacción si la veía media desnuda sobre la cama matrimonial, hasta fantaseaba en llegar borracha y usar esa excusa para ser penetrada por él, Era un sinfín de ideas, fantasías y deseos que ella creía que sólo iban a ser eso y que jamás podría lograr algo de eso.

Llegado el fin de semana el ritual era el mismo de siempre, ella usaba su culote rojo con encaje y su blusa transparente, dispuesta a dirigirse a la puerta de la habitación de sus padres para masturbarse mientras los veía, pero ese día su madre no estaba en casa y sabía que sus padres no estarían haciendo el amor. Aun así, asomo su cabeza fuera de su habitación y vio que la puerta de su padre estaba totalmente abierta, con temor de ser descubierta, pero con la curiosidad que la empujaba a espiarlo, decidió escabullirse para espiarlo. Al llegar, se dio con que Raúl estaba durmiendo totalmente desnudo y destapado. Decidió aventurarse más y entró en puntillas de pies a la habitación, Raúl quien dormía plácidamente, había estado con unos amigos bebiendo unas cervezas, pero él no era una persona que solía beber, por lo cual se adormecía rápido al tomar algo de alcohol; sabiendo esto, Julieta aprovechó la situación para llegar lo más cerca de Raúl y ver realmente de cerca el pene de su padrastro. Estaba pequeño, pero aun así al agarrarlo con una mano, la cabeza de su pene afloraba por la parte superior de su mano, lo sentía suave y delicado. Ya estando tan cerca de él, no quiso perder oportunidad alguna y decidió jugar un poco con su boca…llevó lentamente su cálida y húmeda boca hasta el pene de Raúl, comenzó a succionarlo como si quisiera extraer todo su semen de sus bolas, comenzó a sentir como se hacía cada vez más grande en su boca al punto de no poder metérselo a todo. Ella comenzó a tocarse y a mojarse como nunca…la sensación del pene, su aroma, su textura, sus jugos pre seminales saliendo, todo era tan dulce y apetitoso que no podía para y lentamente comenzó a quitarse su ropa interior, sabiendo que Raül no era un gran bebedor, pensó que solo iba a ser un sueño para él, así que tomó la iniciativa y subió arriba de él, agarró ese pene con suavidad y lo puso en la puerta de su caliente y húmeda vagina, haciendo que sus caderas se deslizaran lentamente hacia abajo, con suavidad y sintiendo como su himen se rompía lentamente, haciendo que Julieta por fin perdiera su preciada virginidad con la persona que siempre estaba en sus fantasías,, comenzaba a sentir cada vez más y más placer, se movía cada vez mejor y a mayor ritmo, pero sin descuidar que Raúl no se despertara. Ella acariciaba sus pechos, al ser tan grandes podía lamerse sus pezones como veía en películas pornográficas y reproduciendo las acciones de su madre, cada vez se volvía más y más deseosa, más lujuriosa y con movimientos más fuertes, comenzó a sentir como el pene de su padrastro comenzaba a aponerse más duro, eso hizo que su vagina también reaccionara y comenzara a contraerse más…un orgasmo mutuo se avecinaba. Sin parar sus movimientos, continuó efusivamente hasta sentir como todo el semen de Raúl se descargaba en su útero, rebalsándola y saliendo de su vagina, mientras ella también acababa podía sentir como ese pene palpitaba al ritmo de su vagina. Lentamente comenzó a salir de arriba de él, sintiendo como su padrastro había dejado todo su interior con la forma de él, el pene cayó rendido sobre el vientre de Raúl, y Julieta se dispuso a limpiarlo con su boca, tragando cada gota de semen derramada, sin dejar un solo rastro de lo sucedido, se encargó de dejarlo limpio y brilloso, y procedió a regresar a su habitación.
Al día siguiente Julieta esperaba a Raúl en la cocina, con el desayuno listo, una aspirina y una buena taza de café. Al entrar a la cocina, Raúl, miró a Julieta sorprendido y antes de que el pudiera decir algo ella exclamó:
-Buen día papi, anoche parece que soñaste algo raro por los sonidos que hacías, ¿Tuviste una pesadilla o qué?
-Bu….buen día mi Juli…emm no, no tuve una pesadilla, todo lo contrario, fue un sueño bastante…bastante interesante, es bueno soñar así.
Entre risas picaras y suspiros, Raúl siguió su día, y Julieta, bueno, ella espera a cada fin de semana que su madre no esté y compra unas cervezas para que su padre descanse bien de noche ;)
Pero un día, dejaron de usar la cerveza como excusa.

CONTINUAR
Á….


Thursday, August 30, 2018

MI MUJER CON SUS AMANTES




Por Dulces Placeres

Hace años que escribo relatos un poco eróticos y un poco porno, llevo más de cien escritos de ficción, donde siempre me mantuve firme en cumplir una premisa, no mezclar mis historias con mi vida privada, no permitir que el autor sea parte de la historia, pero como en todo, siempre hay una excepción, así que por primera vez me decido a contarles algo de mi vida, la forma en que disfruté de ver a mi mujer con otros tipos…
Conocí a Elizabeth una noche de verano, en una cena de amigos a orillas del río, ella era castaña de nacimiento, rubia por elección, sus largos y lacios cabellos llegaban a media espalda, de rostro delgado donde resaltaban unos enormes ojos verdes, ese verde esmeralda que hace imposible no rendirse ante tanto esplendor, de boca sexi y prominente, gruesos labios, de contextura delgada, pechos pequeños, cintura escueta y una colita redondita y respingona que no pasaba desapercibida, lucía unas calzas engomadas en borravino que dibujaban sus anchas pero justas caderas y sus espigadas piernas, fue amor a primera vista…
Tenía veintitrés, yo le llevaba dos años, nos enamoramos, nos casamos, fuimos felices, era excelente en la cama, y desde primer momento supe que era una chica con mucha experiencia, cosa que no me molestó, yo también había tenido muchas mujeres antes de conocerla…
Nos fuimos a vivir a España, nos establecimos en Madrid con la idea de ganar algunos pesos para encaminar nuestro futuro para pensar más adelante en nuestros niños.
Pero las cosas no salieron como las habíamos imaginado, así que diez años después decimos regresar a Argentina con más fracasos que éxitos bajo los brazos.
Rosario, nuestra ciudad natal nos recibió nuevamente y pusimos un micro emprendimiento con el que hoy nos ganamos la vida.
Con unos treinta y cinco años, Elizabeth estaba en su mejor momento, en su plenitud sexual hecha una puta en la cama, en la cúspide de su belleza, ya con un cuerpo de mujer, aun sin cumplir el sueño de ser padres.
Todo empezó por casualidad, como suelen comenzar estas cosas…
Fines de octubre, domingo de primavera, pero con calor de verano, fuimos a pasar el día a un balneario muy famoso en la ciudad, arena a orillas del río, como tantas veces habíamos ido, sólo que no sería un domingo más…
Elizabeth estaba hermosa, en su traje de baño color chocolate, con su colita exultante de lleno al sol, en una diminuta tanga que dejaba lucir sus generosos y perfectos glúteos, aunque honestamente ella era sólo una mujer más entre tantas, Rosario tiene la fama de ser la ciudad de las mujeres hermosas, y en esa playa uno podía darse cuenta el porqué de aquella fama…
Ella estaba boca abajo y yo como un tonto pasando bronceador en su espalda, aunque mi atención estaba en su culo, fue cuando alguien nos saludó, Matías, un viejo conocido que hacía mucho tiempo que no veíamos…
Matías y mi esposa se conocían antes que yo llegara a su vida, yo era consiente que habían sido amantes en algún momento, pero eso era pasado, un pasado de quince años…
Él estaba a su vez con un amigo, un tal Carlos, al que nos presentó en ese momento…
Y como si fueran estampillas en un sobre, ellos se pegaron a nosotros, y empezamos a recordar historias, a hablar de nuestras vidas, de nuestros días en España, y todas esas cosas que suceden cuando ha pasado tanto tiempo…
Y veía como a pesar de todo, esos dos muchachos se comían con la mirada a mi mujer, y lejos de molestarme, sentí excitarme por la situación, ella era mía, y ellos deseaban lo que era mío…
Fui por unas cervezas, el calor se hacía insoportable, y a la distancia, mientras esperaba las latas pude ver entre la gente a mi esposa flanqueada por esos tipos, imaginé situaciones, y me excité en soledad por mis propios pensamientos…
A mi regreso, mientras bebíamos solo quedé pensando en posibles situaciones, en que haría yo si… o tal vez si ellos… o si mi mujer…
Sólo hablamos un poco más, hasta que ellos siguieron su camino, no sin antes de intercambiar nuestros números de celular…
En poco tiempo teníamos un loco grupo de WhatsApp, la esposa, el marido, el ex y un cuarto que había caído como con paracaídas…
Y entre risas y bromas empezaron los juegos de seducción, Carlos, seguramente por respeto era el que menos participaba, pero Matías no perdía oportunidad para insinuar lo hermosa que estaba Elizabeth, mi mujer, lejos de molestarse se reía con cada halago y yo solo seguía el juego, un juego que me excitaba, me excitaba demasiado…
Matías y yo intercambiábamos chanzas acerca de las curvas de Elizabeth, y ella era testigo en silencio de todo esto, hasta que él me insinuó la posibilidad de que yo le regalara algunas fotos de mi mujer, fue el principio del fin…
 Elizabeth se mostró dispuesta a todo, cómplice, así que de común acuerdo le tomé varias fotos, con lencería, sin lencería, desnuda, semi desnuda, mostrando su conchita, mostrando sus caderas, su deseable culo. Y el pasarle al grupo esas fotos se me hizo irresistible, caliente, ella era hermosa, y empezaba a compartirla…
¿Que alguien me dijera ‘… que hermoso culo tiene tu mujer… me regalas una foto?’ era algo que yo no podía resistir…
¿Y mi esposa? caliente, caliente como una perra en celo, disfrutando ser deseada y más cuando Carlos nos sorprendió con un ‘que hermoso culo… me hice una paja con ese culo mami… gracias Jorge por compartirlo!’
Y el final del juego era previsible, nadie se sorprendió cuando en el grupo se sugirió juntarnos los cuatro, ellos se querían coger a mi mujer, mi mujer estaba ansiosa por estar con ellos y yo, me intrigaba saber qué sucedería conmigo en un rol de espectador, así que cuando Matías dijo que su casa estaba disponible para compartir una cena de amigos, los cuatro sabíamos que quería decir…
Unas horas antes depilé prolijamente a Elizabeth, quería que luciera perfecta, lo hice casi por completo, dejando unos pequeños bellos cortados al ras muy por encima de su clítoris, siempre se me hizo excitante su vagina depilada, mientras lo hacía hablamos sobre el tema, porque una cosa era imaginarlo, otra hacerlo, pero me dejó saber que ella estaba dispuesta, y que si bien a Carlos no lo conocía, con Matías habían tenido sexo antes de conocernos, así que todo estaba bien, además me dijo que yo le daba tranquilidad, y que estaría segura si yo estaba presente. Además de lo excitante que le resultaba, siempre había fantaseado con mi rol de observador mientras otros la cogían…
 Mientras nos cambiábamos, la miraba en silencio de reojo, como sin querer llamar su atención, se puso un diminuto conjunto de ropa interior en blanco brillante que resaltaba contra su piel bronceada del incipiente verano, una remera también blanca y un conjunto de chaqueta y pollera en rojo furioso, a media pierna, dibujando la perfección sus caderas y sus glúteos, diablos, estaba hermosa, y era rara la sensación de que ella, por primera vez en años, se estuviera vistiendo para seducir a otros hombres…
Fue al baño a pintarse y peinarse, pero la sola idea me tenía con la verga dura a mas no poder bajo mi jean y mi slip…
Al llegar al lugar, no había mucho que hablar, todo estaba más que claro, ambos caballeros nos agasajaron con un buen vino, Elizabeth bebió varias copas seguidas, como para darse valor, evidentemente, a pesar de todo estaba nerviosa, pude notarlo… por lo que la besé dulcemente y le dejé saber sin palabras que todo estaba bien.
Fuimos al dormitorio, me senté en un cómodo sillón que Matías ya había acomodado previamente, todo a media luz, con una suave y dulce música de fondo, tenía otra copa de vino en mi mano derecha, para degustar el espectáculo que estaba por comenzar, porque esto era como un show porno en vivo, claro, con el pequeño detalle de que la actriz era mi mujer, mi esposa, esa mujer que era sólo mía y que por más de diez años solo había besado mis labios…
Elizabeth quedó encerrada por ambos hombres, el relleno del emparedado, Carlos a su espalda, Matías por el frente, sus cuerpos se pegaron, parados al lado de la cama, vi con placer como esa manos extrañas la recorrían, como ella besaba a uno y luego torcía su cuello para llegar a los labios de quien estaba por detrás, acariciando las nucas de esos hombres como solía hacerlo conmigo, mierda… ver a la mujer de mi vida en ese sitio, esa mujer que cada noche me juraba amor incondicional, y que yo era todo para ella, y que nadie la haría gozar como yo lo hacía, bueno, esto comenzaba a cambiar el equilibrio de mi matrimonio…
Con la efervescencia de un primer encuentro, ese rapto de locura que tienen los amantes cuando se desean más que nunca, cuando estuvieron conteniendo el deseo, así, un tanto brusco, un tanto animal, se fueron desnudando unos a otros, poco a poco las prendas de Elizabeth quedaron por el piso hasta estar completamente desnuda, aun besándose con ambos hombres, sus manos ya estaban acariciando las vergas erguidas de esos machos que preparaban el terreno para penetrarla y eso era emocionante…
 Matías la tomó entre sus brazos acaparándola y levantándola del suelo para tirarla con fuerzas sobre el colchón, me miró desafiante y me dijo
 Ahora me voy a coger a la puta de tu mujer… la voy a hacer gozar como perra…
 Elizabeth quedó desparramada sobre la cama, de tal manera que su cabeza quedó fuera de los límites y colgó hacia atrás, casualmente mirando donde yo estaba.
Matías, al otro lado, le levantó ambas piernas acomodándole las pantorrillas sobre sus hombros, le dio el privilegio a mi mujer de que tomara el miembro entre sus dedos y lo condujera sutilmente a su conchita, un sexi y prolongado suspiro salió de los labios de mi amada a medida que era penetrada…
La imagen era perfecta, la cabeza de Elizabeth colgaba invertida, con sus rubios cabellos llegando al piso, mi mujer me mantenía la mirada, pero poco a poco fue naufragando en placer, su rostro poco a poco se transformó, sus ojos se cerraron y sus jadeos se hicieron rítmicos y constantes, pronto empezó a gemir en una forma tan dulce que me hacía enloquecer, sus puños se cerraron con fuerza apretando las sábanas, el sentir en mis sienes la carne de ese hombre penetrando la carne de mi mujer me llevaba al clímax…
Pero eso no duraría demasiado, Carlos, que había quedado al margen buscó entrar al juego, vino a mi lado interponiéndose en mi visual, sólo para meterle su verga en la boca, tuve que esforzarme para ver el espectáculo, porque uno la cogía por la boca y el otro por la concha, noté que Elizabeth no podía con ambos, y que parecía ahogarse, sus gemidos fueron aplacados por esa otra pija que le llenaba la boca, bien profundo, pronto un hilo grueso de saliva empezó a chorrear por su rostro hasta llegar al piso, apenas si podía tomar aire….
Matías cambió el juego, la hizo poner en cuatro, y él se arrodilló tras ella, para cogerla en perrito, sintiendo que él me miraba directamente, creo que el disfrutaba en esa locura de decir con la mirada ‘ves… me cojo a tu mujer…’
 Carlos se acomodó a un lado, recostado, para que ella volviera a chupársela, sólo que ahora le permitía llevar el ritmo a su antojo, Elizabeth disfrutaba, mientras uno la cogía ella se la chupaba al otro.
Pasaron algunos minutos, hasta que ella encontró una forma más perversa de disfrutar a los tres hombres al mismo tiempo, dejaba que uno la coja, pero se incorporó un poco para solo trabajar con su mano en la verga de Carlos, al que masturbaba con gran esmero, pero ahora sólo me miraba a mí, era su centro de atención, como si ella me estuviera regalando esa postal en ese momento…
 Ellos decidieron cambiar, Elizabeth quedó acostada de lado, su enorme culo ahora apuntaba a mi lado, obviamente la acomodaron para que viera lo que aún no había visto, como le entraba la verga en la concha…
Fue Carlos el que empezó a cogerla, mientras ella empezó a saborear la pija de Matías lejos de mi visual, ahora yo veía como se la metía y se la sacaba de la raja y como ella no dejaba de disfrutar.
Elizabeth parecía demasiado concentrada en la fellatio, casi ignorando lo que sucedía a sus espaldas, Carlos me miró fijamente, era la primera vez que lo hacía, sacó su verga dura, la sostuvo con firmeza entre sus dedos, la apuntó un poquito más arriba, en el culito y se dejó caer muy lentamente, con todo cuidado ante la nula resistencia de mi mujer…
En pocos segundos empezaba a dársela por el culo, mierda… estaba con la verga dura bajo mi pantalón, a punto de acabarme de solo ver, del placer que me embriagaba…
Me encantaba ver cómo le hacía bien el culo, a mi puta, a mi perra…

Siguieron probando diferentes posiciones, yo me había terminado el vino, y sospeché que mucho no faltaba, pero algo sucedió, porque juro que a pesar de ser mente abierta y que no habíamos pactado nada previo, que era sólo un ‘que sea lo que sea’, nunca imaginé que Elizabeth, la mujer de mis sueños se animara a hacerlo…
Ella estaba cabalgando a Matías, me daba el primer plano de su culo perfecto, y me regalaba hermosos gemidos con su gozo de mujer, fue cuando Carlos se acomodó por detrás, apuntó nuevamente y se la metió por el otro lado.
Se acomodó de manera de darme la mejor visión, como una película, para que notara como la penetraban por la concha y por el culo al mismo tiempo, entrando y saliendo, con los bramidos de mi esposa que parecía poseída y solo pedía que le dieran más y más, mis oídos percibieron como aumentó su placer hasta las nubes al verse penetrada por ambos lados…
Fue Carlos el primero en acabar, lo sentí hacerlo, se retiró agotado a un lado, y mientras Matías la seguía cogiendo, el esfínter de mi mujer se veía todo abierto y dilatado, empezando a expulsar semen de su interior, esa era mi puta, la puta que amaba…
Matías la giró entonces, como al principio, colocándole las pantorrillas sobre sus hombros, para terminar el trabajo.
Los gemidos de Elizabeth se hicieron estridentes cuando le llenaba la concha de leche, pude percibirlo, pude notarlo, pude disfrutarlo…
Ellos habían terminado, un buen polvo cada uno era más que suficiente, estábamos felices, pero aún me faltaban los mejores diez minutos de sexo de mi vida…
Elizabeth estaba toda abierta, recostada contra el espaldar de la cama, lamiendo los penes ya flácidos de ambos hombres que la flanqueaban, entonces me dijo
 ¿Mi amor… sabes que quiero? Que me chupes la conchita…
 Fue demasiado loco su pedido, no lo dude por un instante, con una erección ya imparable entre mis piernas fui sobre su sexo, su vagina y su culito emanaban cataratas de leche de los machos que la habían poseído, tenía olor a hombre y era todo loco, solo me concentré en chupar, en lamer sus labios, en meter mi lengua en su hueco y también en su dilatado esfínter, en su clítoris inflamado…
Ella pareció estar poseída, comenzó a acariciarme los cabellos y a apretar mi cabeza contra su sexo, a gemir, y producto de su excitación empezó a escupir toda la leche que tenía en su interior, no me pregunten el motivo, pero no me molestó beber toda esa mezcla de jugos de amantes y de mi esposa caliente, mierda… me dediqué a disfrutar esa leche que aún se mantenía caliente en el sexo de mi mujer…sólo me detuve luego de arrancarle un enorme orgasmo que dejó la habitación retumbando en gemidos…
Me incorporé, sólo para descubrir que me había acabado yo también sin siquiera tocarme…

Ese día terminamos como buenos compañeros, ellos se habían dado el gusto de cogerse a mi mujer, ella de estar con dos tipos sin tener que ocultármelo y yo de descubrir cuan excitante puede resultar ver a la puta de tu esposa revolcándose con otros, recibiendo placer de otros…
 No volvimos a repetir la experiencia con terceros, para muestra basta un botón y de común acuerdo decidimos dejar todo ahí, hay muchas enfermedades y gente loca en el mundo, todo fue perfecto en ese momento, en ese lugar, nos habíamos dado el gusto.
A pesar de que Matías lo propuso varias veces, nuestra decisión estaba tomada…
Hoy solo jugamos con extraños, nos excitamos en pareja regalando sus fotos y recibiendo los comentarios, disfrutando leer cuando nos cuentan cómo le harían el amor, lo buena que está y las pajas que se haces solo por verla…
No hay más que contar, solo un poco de verdad de alguien que escribe fantasías…

Si eres mayor de edad puedes escribirme a con título ’MI MUJER CON SUS AMANTES’ a dulces.placeres@live.com


Wednesday, August 29, 2018

LGBT: El Reencuentro con mi hermano


Por Catalina




OTROS RELATOS TENIENDO CATALINA COMO EL CENTRO DE LA HISTORIA

https://encuentrosyrelatos.blogspot.com/2018/08/lgbt-violacion-incestral.html
https://encuentrosyrelatos.blogspot.com/2018/08/lgbt-charla-erotica-entre-amantes.html
Esta parte de mi historia es ficticia, pero me encantaría que me hubiera pasado.
Primero quiero decir ya había pasado más de 10 años de mi primera violación con mi medio hermano y cinco años de la segunda vez que tuvimos relaciones sexuales. Un poco después decidí comenzar un régimen de hormonas de estrógeno y bloqueadores de testosterona. Comencé a desarrollar un cuerpo más femenil con algo de curvas. Pero con mi ropa de varón todavía podía ocultar todos esos cambios. Me gradué de secundaria como varón y de allí yo cambié totalmente. Al comenzar la preparatoria yo comencé a ser la persona que yo quería. Yo era una chica con un secreto entre mis piernas. Pasé a llamarme Catalina Pérez y todos en la escuela me confundían así nadie sabía quién yo era en realidad, pero mi nueva realidad era ser Catalina Pérez. Comencé a salir con chicos, pero nunca llegué a tener relaciones sexuales con ellos pues por obvias razones tampoco nunca dejé que un chico me tocara entre mis piernas. Yo era feliz como Catalina Pérez

Vuelvo a mi historia.
Una mañana me levanté como cualquier otro día a la escuela. Era Halloween y pues todo se disfrazaban de algo o alguien. No me gustaba mucho eso, pero decidí hacerlo también. No tenía un disfraz ni nada eso, decidí nomas de ser una ninja sexy. Busqué en mi ropero y encontré unos pantalones de mezclilla, con unas partes rotas en lugares un poco sexy. Después encontré una blusa trasparente negra se me notara todo mi sostén negro. Luego me puse un velo también trasparente. Me vi en el espejo y me gustó como me miraba. Luego me puse una chamarra de piel negra. Para ser honesta yo no parecia ninja, pero me gustó mi estilo y así salí de mi casa y pues me sentía un poco vulnerable porque enseñaba más de lo acostumbrado. La última vez y única vez que salí con menos ropa fue en unas vacaciones que salí a Las Vegas y me puse un bikini que para no decir mucho dejaba muy poco a la imaginación, pero bueno esa es otra historia.

Bueno salí y muchos me decían muchas cosas como “mamacita, qué rica te vez, baby, bebé”; entre otras cosas. Seguí mi camino a la prepa cuando de repente mi mirada y mi corazón casi se salía de mi pecho. Vi salir a un papacito de su carro, me vio y me dijo “Adiós preciosa”. Pero esa voz yo la conocía giré mi cabeza y no podía creer quien era. Otra vez mi corazón casi se me salía de pecho era mi medio hermano. Nos vimos a los ojos y yo me acerqué a él ya un poco coqueta en mi camino y le dije “¿Qué papacito te gusto?” Y el respondió “Si eres muy guapa". Yo no aguanté más por dentro me moría por volverlo a ver desde la última vez y me acerqué a él y le di un beso en la boca. Y le dije que era yo su medio hermano pero que ahora era su media hermana. Se quedó sin palabras y dijo que había cambiado mucho y le dije que sí y mucho. En ese momento ya no aguanté las ganas y le dije que iba a la prepa pero que si me llevaba a un motel me iba con el de pinta. Me preguntó qué cuantos años tenía y le dije que era todavía menor pero que no importaba. Le dije “Tú me hiciste hembra desde hace años entonces no importa cuántos tenga sólo confórmate saber que todavía soy una menor de edad y que quiero coger contigo”. Se quedó el medio menso con lo que dije. Me acerqué por el costado y le di un beso en la mejilla y me subí en su carro del lado del pasajero. El vino y se subió del lado del conductor, arrancó el carro y salimos. Me preguntó si quería comer algo yo le dije que quería su salchicha con huevos y leche. El me sonrió y yo le di una palmadita en sus partes íntimas. De allí yo le dije que quería ir al motel que estaba cerca de mi prepa. Él me dijo que era peligroso por la proximidad a la escuela, pero yo le dije que me encantaría que me vieran entrando a un motel con un papacito como él. Él me sonrió, nos fuimos. Llegamos y me dijo que lo esperaba en el carro para que el dueño de hotel no sospechara que yo era una menor de edad y llamara a la policía. Ya que le dieron las llaves abrió mi puerta y yo salí medio coqueteando con él me di la vuelta para cerrar la puerta del carro cuando sentí una nalgadita en mi trasero me di vuelta rápido, pero sin decir nada me levantó y me cargó cómo si fuéramos recién casados. Me llevó al cuarto, abrió la puerta mientras todavía me cargaba. Al entrar a la habitación, me avienta en la cama de cuarto. Yo dejé ir un gemido con poco de dolor y sorpresa por haberme aventado. Después él se lanzó sobre mí y nos comenzamos a comernos a besos mojados. Con los besos nos comenzamos a desvestirnos mutuamente. El comenzó con quitarme el abrigo de piel que cargaba, luego mi blusa mientras yo le quitaba la camisa que andaba. Luego me quitó mis pantalones y me dejó solamente con mi sostén y mi tanga. Yo también lo dejé con no más que su bóxer. En eso miro esa polla atrapada en sus calzoncillos y yo me fui directo a quitárselo. cuando me paró y me digo que no. Lo vi muy confundido después de los besos lo noté callado y tímido no sé por qué. Le coqueteé un poco y lo besé y me dijo que estaba mal. Que yo era su medio hermano y no podía. Yo lo calle rápidamente y le dije que yo no era su medio hermano si o que yo era su media hermana y que no me viniera con cosas de que somos familia porque eso no lo pensaste cuando cogimos las dos primeras veces. Se quedó mudo allí otra vez, comencé a bajarle el bóxer y de repente salió su polla tiesa. Lo vi y le dije “tu polla opina diferente”. De repente siento algo que no sentía hace mucho. Mi clítoris se comenzó a poner semi erecta y sentía como se me mojaba la tanga en cuestión de segundos. Me levanté y se me notaba un pequeño bulto enfrente de mí. Allí mi medio hermano me abrazó y lentamente comenzó a besarme otra vez. Metió su mano entre mis piernas y me comenzó a acariciar mí ya casi erecto clítoris. Yo no lo podía creer desde que había comenzado mi régimen hormonal no había podido tener una erección, mucho menos mantener una pero el modo como me lo tocaba sentía algo diferente hasta que me la saco de mi tanga. Me la comenzó a pajiar un par de veces y yo deje salir unos gemidos. Cerré mis ojos y de repente sentí algo caliente en mi clítoris. Me asuste abrió los ojos y miro a mi medio hermano mamándomela de repente le dije no, no, no. Subió su cabeza y le dije que no quería eso. Entonces vine yo y le comencé a chuparle su polla acariciarla, besarla. De allí escuché un “Dios mío nena sí que sabes chuparla rico". Yo seguí con mi trabajo concentrada en darle placer de repente escucho sus gemidos mucho más fuertes y más seguidos de repente dijo “Eres la mejor nena que me la haga mamado ahhh me vengo” y de allí soltó toda su leche. Era como una manguera de semen chorro, tras, chorro de leche caliente que tiraba sobre mi cada, boca, y más sobre la cama que soltó.


Después que acabó me dijo otra vez que nunca ninguna nena se la había mamado como yo y que hacía tiempo no se venía también. Claro yo tenía un poco de leche en mi cara, mi sostén y la mayoría en la cama. Le dije que gracias por decirme que era la mejor pero entonces vi que no estaba satisfecho del todo. Yo mire esa polla todavía tiesa. Le dije que si no le había gustado y me dijo que si entonces le pregunte porque seguía su polla tiesa y me dijo que lo había hecho tan bien que quería más. Allí le pregunté que más quería y el respondió “quiero todo" cerré mis ojos y me acordé de la segunda vez hace cinco años atrás me dijo lo mismo también. Abrí mis ojos un poco media coqueta y le pregunté que era todo a lo que respondió quiero hacerte sentir toda una mujer. Con eso yo no tuve más duda que me quería me deseaba y tal vez hasta me amaba. Con eso yo me quité mi sostén y mis pequeños pechos quedaron liberados y finalmente me quité la tanga dejándola al piso, así quedando completamente desnuda frente a mi medio hermano. Me sentía liberada, pero a la vez vulnerable no tenía nada para esconderme detrás. Con eso camine así a él y el me agarro de mis caderas y me comenzó a besar. Los dos desnudos su polla tocando mí ya erecto clítoris. De allí me dijo ahora te voy a hacer mujer. Yo le dije que quería ser su mujer y su hembra a lo que el sonrió y me dijo está bien. Después me dio la vuelta yo ahora mirando a la cama, el en mi espalda, todo mi trasero expuesto a él. De allí vi que busco billetera y saco un condón de allí. Lo abrió y yo le dije que se lo quería poner en su polla y así fue. Ya con si polla en el condón me dio la vuelta y comenzó a jugar con mi ano con si polla tentándome y a la vez lubricándome. Yo ya estaba como en perrita en celo quería que me cogiera y le supliqué que me cogiera, sentí una presión y escuché un pop y yo dejé ir un gemido. Después me comenzó a coger, el dolor rápido se convirtió en placer. Me puso sobre la cama de rodillas mientras el parado detrás de mi comenzó a cogerme. Me agarró a besos por atrás y sentí como me convertía en su hembra. Yo no aguantaba, estaba a punto de explotar, pero mi medio hermano no me dejaba pajearme mientras me cogía. Le peleé un poco hasta que me soltó y yo no más, con mis manos me di dos pajeadas y comencé a lanzar chorro tras chorro de semen, nunca me había venido así cada vez que hundía su polla me sacaba más semen hasta como la quinta vez que comencé a tirar menos y menos manchando las sabanas de la cama hasta que paré y en mis muslos tenía bastante semen también.





Me asusté un poco porque mi semen era claro, no tenía nada blanco, no era espeso como el de mi medio hermano. Él me dijo que como estaba en hormonas de nenas y pues mi semen no era igual. Mientras me dijo esto el todavía estaba adentro de mí. Yo exhausta pero el comenzó otra vez a meter y sacar su polla de mi cogiéndome mientras algo raro pasaba en mí. Después de haberme venido mi clítoris estaba erecto todavía. Bueno no sé si él lo notó o no, pero después de un rato él me puso en posición de perrita. Me bajó tanto que mi semi erecto clítoris quedó sobre las sabanas de la cama. Cada metida de su polla me sacudía todo mi cuerpo. El la metía y yo gemía. Duramos un rato cuando comencé a sentí una sensación de presión en mis adentros. Cuando estábamos cogiendo mi semi erecto clítoris raspaba con la sabana de la cama hasta que no aguanté y me comencé a venir por segunda vez, pero esta vez tuve un orgasmo me temblaba mis manos y caí de cara en la cama mientras tiraba chorros de semen.




Mi medio hermano después de haberme venido me dio vuelta ahora yo mirándolo a él mientras me cogía. Después de un momento sentí como algo adentro de me se hizo un poco más grueso y escuché a él gemir duro y sentí como dejé sus fuerzas y allí supe que me estaba viniendo adentro de mi lamentablemente tenía condón y todo se quedó allí. Se lanzó encima de mi exhausto y yo también. Le quité el condón de su ya flácida polla. Estábamos muy cansados que nos acostamos juntos los dos desnudos y nos dormimos. Yo le di la espalda y él llegó detrás de mí y me abrazó y así juntos nos quedamos dormidos. Después de dormir él se metió a bañar y yo desperté. Vi a ese hombre mirándome con su polla bien erecta e iba hacia él, pero no me dejó tocarlo. Me dijo que me bañara y eso hice. Cuando salí ya él estaba cambiado y listo para salir. Yo me puse mi tanga y mis pantalones. Cuando tomé mi sostén vi que estaba bien manchado del semen de mi medio hermano. Le dije a él y me dijo que íbamos al centro comercial a comprar uno nuevo. Pero pues no podía salir pues mi blusa era trasparente y si salía así se me miraba los pechos y pezones y pues no podía salir así. Él me dijo que íbamos a ir a Victoria Secret's a comprar un nuevo sostén para mí. Así que me puse mi chamarra de piel sobre mi blusa trasparente y salimos del motel. En el centro comercial en el tiempo que anduvimos allí los dos fuimos agarrados de las manos como dos novios. Entramos a las tiendas y escogí un sostén de allí y él me lo compró. De ahí nos fuimos en su carro, me dijo que me llevaría a mi casa. Claro yo acordé que antes de llegar a mi casa le dije que me tendría que poner mi sostén. De allí me quite mi chamarra de piel. Cuando me quité la blusa, sentí sus manos agarrando mis pechos libres y después puse su boca sobre mis pezones y me dio unos pequeños mordiscos. Dejé salir unos gemidos y noté que su polla estaba ahogada en sus pantalones. Le bajé sus pantalones adentro de carro y me comencé a mamar esa polla. Mientras le mamaba la polla dejaba salir gemidos tras gemidos hasta que sentí su polla ponerse bien tiesa y soltó chorros de leche. Yo como toda una buena hembra me tragué toda esa leche sin dejar ninguna gota desperdiciar de ese dulce néctar de los dioses. De allí me levanté me puse mi sostén y me llevó a mi casa. De allí se despidió de mí y le dije que gracias y que a ver cuándo nos volvíamos a ver. Le di un beso y salí de si coche. Cuando entré a mi casa mi mama me preguntó porque tan feliz. Entre mis labios medio me sonreí y dije ese es mi secreto y me fui a mi cuarto.

LGBT: Mi casero





Llevo viviendo ya casi quince años en el mismo apartamento de
alquiler, un edificio (Condominio) muy céntrico, alquiler razonable en
la zona donde está y que mis papas comenzaron a pagar cuando
fui a la universidad, desde hace años lo pago yo claro y ahí sigo,
porque todo lo tengo aquí, en el contrato hay una cláusula que dice
“que la propiedad una vez al año podrá visitar la vivienda y
comprobar el estado de la misma” y puntualmente así lo hacen
una vez al año alguien de la familia viene a comprobar el estado de la
vivienda, ya que tienen varias propiedades las gestiona directamente
“la familia” y suele ser o un hijo o el mismo dueño quién hace las
inspecciones.
La verdad es que son muy responsables si alguna vez he necesitado
algo nunca ha habido problemas.
El dueño se conserva muy bien la verdad, es alto sobre 1,82 diría,
pelo corto canoso bien peinado ya casi blanco, unos 77 kg, 62 años y
de tributo no está nada mal sobre los 17 cms diría y un grosor
aceptable sobre los 4 y algo, y lo sé porque ya me ha follado en
alguna ocasión.
Hace unos días me llamarón de su oficina para anunciarme que
tocaba la visita anual y que día y hora me iría bien, les di unas horas
de mañana posibles y preferentemente un martes o el jueves.
Ese jueves de mañana suena el timbre de la puerta de mi
apartamento y pensé quién coño será a estas horas, apenas había
salido de la ducha y me estaba preparando el desayuno, el caso
siempre voy desnudo en casa, me encanta ir así y donde puedo, total
me pongo la toalla anudada a la cintura y voy a abrir, coño!, veo por la
mirilla, es el dueño, abro la puerta, nos saludamos y le digo, pues no
te esperaba tanto pronto, me dice; “si es pronto o molesto vengo
más tarde”, no, no le digo ya que estas, pasa, yo iba delante y la
verdad no fue nada intencionado, pero la toalla se desanudo y callo,
dejando todo mi culo al aire y me suelta “ummmm pero que culo
tienes putorra” me giro, me echo la mano al culo alzándolo y le digo;
pues mira si, bien apetecible está.
Pasamos al salón y le digo, justo me estaba haciendo el desayuno, te
apetece café un zumo o algo, va el putón y me dice; “pues mira sí un
café y tu culo putorra”, huy, pero chico como vas, que pasa no te dan
de comer, sí, pero tu culo me pone muy verraco, “huy lo que me ha
dicho” jajajaja. Va ponte cómodo que voy a la cocina.
Voy a la cocina preparo una bandeja con cosas y pensaba ya verás,
este cabrón a que ya me espera en bolas (desnudo) y bueno yo no es
que tuviera ganas ya que esa noche me habían follado bien, pero
bueno el tipo está muy apetecible, es de esos que se cuidan bien y el
perfume que lleva llama la atención, total voy hacía el salón y
confieso me desilusioné, estaba vestido, aghhhh, pongo las cosas
sobre la mesita, le sirvo el café y le digo si quieres leche o zumo o
una tostada, ahí están las cosas y me dice, ya, pero sírvemelas tú,
queeeeeeeeeee!!! oye bonito, no soy tu esposa, ni puta, ya te puse el
café.
Total, estábamos tomando el café se hizo una tostada e íbamos
hablando de cosas y del apartamento si hacía falta algo, si todo
estaba bien etc., él iba hablando y yo maquinado jajajaja. Entonces
se me encendió una luz, me levanté y en vez de pasar por el sitio
más fácil y lógico, pase entre la mesa y él diciéndole “me dejas
pasar” él se retira un poco y esta si fue totalmente intencionada, con
disimulo desanudó la toalla y ZAS!, se cae, mi culo expuesto en toda
su cara, el tío estira su mano y me coge un cachete del culo
apretándolo y me suelta te lo voy a follar, JA!, le digo, coño, pero si ya
lo estaba desenado, en esas se levanta, me coge la mano se la lleva
a su paquete y me dice, mira puta como me estas poniendo y sí, eso
ya estaba prometiendo. Si ya veo hoy no has delegado la visita
cabrón, ¿tenías ganas de follarme?, ya lo creo me dice, días llevo
pensando en ti.
Me lleva contra la pared yo sin soltarle el paquete que estaba ya
ummmm, me da un morreo de ahí te meneo sobando mis tetas y
pezones eso me encanta y me pone muy puta, la verdad. Me da la
vuelta y vestido como aún estaba, apoya su paquete en el canalillo de
mi culo, mientras me decía, siente mi polla zorra, te la vas a mamar
toda y follaré ese culo tuyo, puta, mira a mí que me digan esas cosas
me pone muy zorra, ahí él se da la vuelta apoyando su espalda a la
pared, y le comienzo a desabrochar el pantalón y bajar su slip y
apareció su mástil apuntando a la luna ummmmm me arrodille
enseguida le pase la lengua por el capullo y con la lengua plana como
si de un helado se tratara recorrí todo su rabo duro, venudo,
reluciente para volver subiendo la lengua, hasta sujetar entre mis
labios su capullo y pasarle la lengua, ahí el cabrón me sujeta la
cabeza y empezó a follarme la boca sin compasión diciéndome, siente
mi polla puta, zorra, perra como te follo la boca ummmm que
gustazo, tenía que sé corriera ya tal excitado lo sentía, pensaba esta
hace días que no folla ni a su mujer, en esas me hace levantar me
hace poner mi pecho contra la pared y sin delicadeza alguna, me abre
las piernas acompañado de un “puta ábrete” se moja los dedos y me
los mete en el culo, ummmmmm que gusto que rico me sabía,
mientras me metía los dedos no sé cuántos, pero al menos tres, me
apretaba los pezones ummmm eso como me gusta, dejo de
apretarme los pezones, sacó los dedos del culo, me sujeta de la
cintura y me dice arquea el culo, zorra, cosa que hice, claro, se
agacha detrás y me comenzó a regalarme su lengua en mi chiquito
ummmm que gustazo sentía, con sus manos me abría bien los
cachetes y su lengua taladraba mi chiquito ummmm, se levanta y me
dice, apoya las manos en la pared puta, pon el culo en pompa zorra,
así hago él coge su polla apoya su capullo en mi chiquito y de un
golpe me la mete todaaaaaaaaaaaa!!!! estando toda dentro se queda
quieto y comienza a darme sacudidas ufffffff que gustazo, toma
zorra, puta siente como te follo toma, toma, toma, así estuvo un
buen rato dándome hasta que comenzó a sacar la polla poco a poco,
centímetro a centímetro sentía como iba saliendo su polla de mi
chiquito, sobre la mitad me sujeta fuerte la cintura y comenzó a
follarme con sacudidas cada vez más fuertes y seguidas, hay como
gemía de placer, le decía si, si, más dame más fuerte cabrón, más,
más, no pares, sigue, sigue siiiiiiiiiiiiii!!!!, no pares, no pares, dame,
dame fuerte cabrón, hay como le animaba le dijera eso al cabrón que
vaivenes me daba, yo que sé el rato siguió así dándome, hasta que
noté una excesiva presión en mi cintura y noté el chorro de leche me
estaba soltando, inundando, con su polla toda dentro hasta el final,
empezó a sacarla y noté como salía de mi chiquito la leche, me giré,
me di la vuelta me arrodillé y empecé a chuparle el capullo a limpiarle
bien limpito el capullo y es que me encanta que después me preñen
dejarles el capullo “limpito”.
Mientras se lo “limpiaba” me decía que puta y zorra eres guarra, me
gusta sabes…ya me levantaba y le digo, ya lo sé cabrón, a todos los
tíos os gusta os limpien el capullo, sí, pero a ti te encanta zorra, pues
si.
Me voy al baño a limpiar el culito él detrás lo que aprovecho para
contonear más mi culo y claro no pudo evitar la tentación de darme
una cachetada “cariñosa” acompañado de una sonora zorra.

Bueno lo demás ya no tiene importancia. Besitos chicos espero os
guste.

ENCUENTROS - EROTISMO EN CANTO-RELATO-POESIA

  A todos los poetas eróticos, se les invita que envíen sus poemas grabados a Radio Nuestra America, en su programa Encuentros. Una radio al...