Por LyaMisslov@hotmail.com
Mi nombre es Yamila, tengo 19 años, soy muy
muy bonita, voy al gimnasio cinco veces a la semana, juego al hockey tres veces
a la semana. Los fines de semana hago modelaje en ropa interior para una
revista erótica. Muchos me preguntaron por qué a tan corta edad decidí hacer
este tipo de trabajo, a muchos mes respondí lo mismo, deja buenas ganancias; a
otros les digo que es solamente para pagar mis estudios…y así a cada curioso le
digo algo diferente…bueno, la paga es muy buena, eso es verdad y a mí me
encanta el dinero, pero esa no es la razón real, la verdad de todo es que me
excita tanto la idea de que me vean, de provocar deseos y que quieran cogerme
como si yo fuera lo único que desean en este mundo….y todo esto se debe al
novio de mi mamá, si bien estuvieron juntos por más de 10 años y lo sentía como
un padre para mí, jamás deje de verlo como el novio de mi mamá, por alguna
razón siempre lo vi algo diferente, pero jamás pude saber por qué…no fue hasta
mis 16 años que pude descubrirlo.
Una noche como cualquiera en una casa de
familia, todos nos fuimos a dormir temprano, en especial yo, no había un buen día
en el colegio, me dolía la cabeza y me había peleado de mi novio, él quería que
tengamos sexo pero yo no quería, era algo que simplemente no lo había pensado
aún y que la verdad pensé que no era algo que quisiera hasta dentro de unos
años, pero esa noche me di cuenta el porqué. Habrán sido las 3 de la mañana, me
desperté del calor que hacía, después de todo, estábamos en verano y yo aun no
me había sacado el uniforme del colegio, tenía toda mi pollera arrugada y me
camisa mojada, lo bueno que me había sacado la ropa interior, así que no me
sentía aprisionada después de todo. Me levante con intenciones de ir al baño y
fue en ese momento que lo escuche…sentía un ruido bajo, pero muy
característico, un gemido de placer, de esas pelicular porno donde a la mujer
la están clavando tan duro y rico que lo único que podía hacer era respirar y
gemir como loca, aun así no entendía porque el sonido era tan suave, provenía
de la habitación de mi madre y su novio, me dio algo de miedo y curiosidad al
mismo tiempo, así que aun así me arrime lentamente para descubrir que pasaba,
además más curiosidad me deba sabiendo que mi mamá no estaba en casa. Cuando
llegué hasta la puerta, pude ver que estaba un poco abierta, así que con mucha
cautela decidí asomarme y ver que es lo que pasaba…me quede congelada al ver
semejante situación, Martin, el novio de mi mamá, estaba viendo una película
porno, totalmente desnudo, su miembro sobre salía por completo, jamás había
visto un pene, pero ese se notaba que era grande, ancho y por algún motivo no podía
dejar de mirarlo, estaba hipnotizada totalmente mie tras veía como se
masturbaba, como con su mano recorría todo ese largo y gordo pene mientras que
de fondo se escuchaban los gemidos y se podía ver como a la mujer de la
película la tenían boca abajo, mientras la penetraban desde atrás muy
duramente…por primera vez sentía mi cuerpo raro, tembloroso y lentamente
caliente a medida que seguía viendo la situación…pude notar como mis pezones se
erectában sobre saliendo de mi camisa, sentía como por mi pierna corría un líquido
tibio, al seguir el camino que iba dejando me di cuenta que mi vagina era la
que estaba choreando, en ese momento quise poner mi mano para que dejara de
mojarme, pero la sensación de estar tan caliente y mojada, hizo que al tocarme
se sintiera maravillosamente delicioso, simplemente no puse sacar mi mano de
ahí, comencé a tocarme cada vez más, explorando de a poco toda mi sexualidad
aprovechando la situación, rozando y acariciando mi clítoris, mis labios…a
medida que más jugaba, más placer sentía, más mi cuerpo y mi corazón se
aceleraban junto a mi mano que en círculos rozaba mi clítoris, más y más me
aceleraba, mis piernas comenzaban a temblar y justo ahí, en ese momento donde
el gemido provino de mí, mientras mi vagina explotaba de placer, empapándose y
mojándome hasta la ropa, fue que pude ver esa gran explosión de Martin,
eyaculaba de una manera increíble, tan así era la fuerza con la que salió y la
cantidad, que logro mancha la cama a lo largo un poco más hacia el piso…no sé cómo
explicar ese momento, pero caí sobre mis rodillas lentamente, disfrutando del
momento y las nuevas sensaciones que mi cuerpo experimentaba…luego de eso me
levante y me dirigí a mi habitación, me recosté aun con mi ropa puesta y con mi
vagina desbordada de placer, intentando entender todo lo que había pasado, las sensaciones,
el orgasmo, ver a Martin…todo. No podía entender como con mi novio no podía
siquiera pensar en hacer algo semejante, pero con Martin…con él era diferente,
me sentía extrañamente atraída, fue ahí que cerré los ojos y comencé a
visualizar como toda su eyaculación era hacia mi cuerpo, por dentro y por
fuera, como ese pene se vería en mí, como yo podría tocarlo o al menos
acariciarlo….entonces me di cuenta, mis impulsos sexuales, mis deseos y mis ganas
de perder la virginidad no eran el problema de mi relación, el problema era que
deseaba todo eso con Martin, pero sabía que era algo imposible, que más allá
que yo no lo viera como padre, el me veía como hija, o al menos pensaba para
mis adentros.
Al pasar los días, pensé que mis ideas y
mis impulsos irían retomando su normalidad, pero fue todo lo contrario…la
primer semana comencé a masturbarme 2 o 3 veces a la semana…luego ya eran seis
veces a la semana….cuando menos me di cuenta, me masturbaba constantemente, al
menos 3 o 4 veces al día…al levantarme, al bañarme, en los recreos del colegio,
al llegar a casa…cada momento era ideal, cada excusa era perfecta, en todos
esos momentos no dejaba de pensar en Martin.
Al pasar el tiempo sabía que mis deseos no iban
a ser correspondidos por lógicas razones, entonces aproveché un día que estaría
sola en casa para masturbarme y entregar mi virginidad a un hermoso vibrador
que había comprado hace poco, el tamaño me hacía acordar a Martin, así que esa
era la primera razón por lo que lo compre. Al llegar la noche, Martin y mi
madre se habían ido temprano a una fiesta, a eso de las 9 de la noche…al
quedarme sola, decidí ponerme cómoda, me puse un babydoll transparente de color
rojo…había pedido una pizza y la acompañé con unas cervezas. Luego de comer,
tomar 3 cerveza y jugar un poco con mi vagina, estaba lista para ir a mi pieza
y comenzar todo mi ritual. Comencé viendo una pelicular porno, de esas que
Martin guardaba celosamente de su lado de la cama…eran alrededor de la 1 am
cuando jugaba aún más con mi vagina, sentía los ruidos que hacía de lo mojada
que estaba y justo cuando había tomado la decisión de penetrarme con el
vibrador, sentí un ruido que provenía del comedor, me asusté pensando que
alguien había entrado a la casa, así que tomé una salida de cama, me cubrí y
salí lentamente a ver qué es lo que pasaba…al entrar a la cocina me asusté
mucho al toparme de repente con Martin, ellos habían vuelto temprano porque mi
madre se había emborrachado y se había dormido, Martin también estaba algo
borracho, pero no tanto, al verme así vestida se sonrojó y me pidió que por
favor vuelva a mi habitación mientras él llevaba a mi madre a su cama…volví
rápidamente, me sentía increíblemente caliente, no sabía si era el encontrármelo
semi desnuda, el choque de nuestros cuerpos donde él todo mis senos, no sé si
era el alcohol, pero me tire sobre la cama, me desvestí por completo y comencé
a rozar ese vibrador en mi…lo pasaba por mis senos, mi boca, mi vagina, mi
clítoris…realmente deseaba mucho meterlo de una vez…y fue justo ahí cuando
Martin entró a mi habitación súbitamente, dirigiendo unas palabras hacia mí y
quedándose en completo silencio a ver tan excitante y deseosa situación...sus palabras fueron:
-Yamila vos estuvis…en…dios mío…discúlpame
no quise…ay dios…
Mientras se quedaba mudo después de sus
disculpas, no dejaba de ver mi hermoso y desnudo cuerpo…a lo que respondí:
-Si Martin, yo estuve en tu pieza si saque
uno de tus videos porno, espero que no te moleste, solamente quería experimentar
y disfrutar de mi cuerpo…no pidas disculpas, sabía que estabas llevando a mama
a la pieza y aun así quise masturbarme de esta manera…
-Ay dios mi pequeña, discúlpame en serio,
aun así, no puedo dejar de mirarte, por favor tapate. La próxima vez que
quieras algo de mí, solamente pídelo, no entres a escondidas a sacarlo, ¿de
acuerdo?
-Si Martin…disculpa….
Y mientras él se retiraba de la habitación
no pude evitar decirle algo más…
-Martin, de hecho, hay algo más que quiero
pedirte, quizás es una locura, sé que eres el novio de mi mamá, pero…al menos…podrías…podrías
ayudarme un poco? Quiero perder la virginidad conti…con este vibrador y
necesito algo de ayuda…
¿No sé por qué, pero me puse en un papel de
inocente total…que hacía yo ahí pidiéndole al novio de mi mamá que me
masturbara y me saqué la virginidad con un vibrador? ¿En qué diablos estaba pensando?
Entonces él me dijo:
-Mi niña, lo que me pides es una
locura…pero no queda duda que tu cuerpo me tiene alocado. Te ayudare, pero
prométeme 2 cosas…que no le dirás a tu madre y que solamente será esta vez
-Mas que prometido!!!
Entonces se sentó a mi lado, observó
detenidamente mi vagina pelada y mojada, comenzó a acariciarla suavemente, haciéndome
sentir aún más deseosa, caliente y mojada…mientras que con su pulgar masajeaba
mi clítoris, metía lentamente su dedo índice en mi vagina…sentir que algo
entraba en mi era una mezcla de sensaciones…era raro, pero muy placentero…en
eso él se agachó y comenzó a lamerme toda, limpio por completo mi vagina
mientras me seguía penetrando con un dedo y usaba su lengua por todos lados…en
un momento se levantó mientras me seguía metiendo los dedos, me miro a los ojos
y me dijo:
-Antes de meter cualquier cosa dentro de
ti, debes siempre preparar el camino, más ahora que aun eres virgen, una vez
que te penetre con el vibrador quizás duela un poco al principio, pero luego
todo cambiara y no pararas de disfrutar.
En ese momento no lo pude contener y un
fuerte gemido salió de mí, otro orgasmo bien rico toco la puerta de mi deseosa
y húmeda vagina…ya estaba lista para ser penetrada, después de todo aún no
estaba satisfecha…pero antes de que Martin siquiera se diera vuelta a buscar el
vibrador, lo abracé y comencé a besarlo apasionadamente, sentir su lengua y la
mía jugando en nuestras bocas me volvía loca…entonces no hicieron falta las
palabras y él comenzó a desvestirse, me tumbo en la cama y mientras nos besamos
agarré su duro y rico pene, lo posicione en mi vagina y él lentamente comenzó a
empujarlo dentro de mi…para que explicar la sensación si basta decir que grite
tan fuerte y agarre su espalda de tal manera que clave mis uñas en él…pero no
fue de dolor, para nada, todo lo contrario, fue de placer, de lujuria, de
sensaciones constante de placer…mientras más lo metía, más se amoldaba mi
vagina a su pene, más y más rico se sentía, en cierto momento me dio vuelta, dejándome
boca abajo y me clavo tan fuerte y profundo, que todo mi cuerpo se estremeció,
se sacudía y mi vagina desbordaba de felicidad. Corrió una de mis piernas a un
costado y fue ahí donde lo sentí aún más profundo, llegando a mi útero, muy
profundo en mi…se acercó a mi oído y me susurró que no podía aguantar más, que
ya quería acabar y quería hacerlo adentro, que deseaba ser mi primer hombre en
todo…eso fue como mi último empujón, le dije que sí, que por favor me llenara
de su semen, que yo tampoco podía aguantar más, que ambos acabemos juntos…pareciera
que eso lo volvió locamente enérgico, comenzó a moverse más rápido, más duro,
golpeando sus caderas contra mis glúteos, tan fuerte que el ruido se podía
sentir por todos lados…cuando él por fin llenó mi interior con su semen, mi
vagina se contrajo fuertemente en un orgasmo inigualable, chorreando por todos
lados mis propios jugos mientras Martin impregnaba mi interior con los suyos….
Al terminar, lentamente besó mi espalda, mi
cuello, mi mejilla, mis labios y me susurró buenas noches, entonces sacó su
pene de mí y se retiró a su habitación. Yo me quede allí, en la misma posición,
rebalsada, mojada y satisfecha. Así me dormí profundamente hasta el mediodía
del día siguiente.
Esa noche aprendí muchas cosas de mi misma…la
más importante, no hacer promesas que no puedo no quiero cumplir…el fin de
semana siguiente hice algo aún mejor con Martin….
Continuará…
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