Segunda
parte
Habían
pasado alrededor de ocho semanas desde que Julieta se escabullese en la
habitación de su padrastro y aprovechara que él estaba adormecido a causa del
alcohol para saborear su pene como lo deseaba desde esa primera noche que vio a
sus padres haciendo el amor apasionadamente.
Julieta
compraba cada fin de semana cuatro botellitas de cerveza para Raúl, esperando
los días que su madre se ausentara para tomar ventaja de los efectos del
alcohol y la ausencia de su madre. A medida que el tiempo pasaba, la muchacha comenzaba
a sentir nuevas curiosidades, ideas realmente excitantes pasaban por su
cabeza…pero cada idea, cada fantasía y cada deseo implicaba que Raúl no
estuviera bajo los efectos somnolientos del alcohol, a lo cual ella se afligía
y se sentía devastada por no poder cumplir sus fantasías más candentes junto a
Raúl.
Una
noche la madre de Julieta reunió a su hija y su pareja, debía ausentarse
nuevamente por trabajo viajando por cinco días al extranjero, por lo cual
debían quedar de acuerdo en las tareas del hogar y demás quehaceres que la
familia organizaba llegado el fin de semana. Al día siguiente, entrada la
tarde, Julieta y Raúl se percataron que una tormenta fuerte se avecinaba, por
lo que decidieron hacer las comprar temprano para poder cocinar la cena. Habían
pasado ya quince días desde la última vez que Julia había usado el pene de Raúl
a su gusto llegándose de él, por lo cual ella se sentía deseosa desde varios
días atrás; al entrar el supermercado, cada objeto que miraba, le recordaba el
pene de Raúl, cada lugar que encontraba desataba sus más perversas intenciones
de hacerlo en otro lado que no se la habitación...en un momento al quedar
totalmente perdida dentro de sus pensamientos y fantasías, se acercó Raúl desde
atrás, con una actitud sigilosa y delicada, tomándola desde los hombros y
diciéndole al oído:
-Querida
mía, ¿qué es lo que más deseas para esta noche?...
Al
estar absorbida por su imaginación, sin pensarlo respondió en voz suave,
delicada, susurrando y con tono de deseo carnal latente, sintiendo como su
vagina se calentaba y de a poco se iba mojando, haciéndola sentir un cosquilleo
intenso en su cuerpo:
-Q…que
me hagas todo lo que….
Reaccionando
rápidamente y volviendo a la realidad del momento, dirigió la conversación
hacia la comida de esa noche.
Ya llegando a su casa, la tormenta ya se había desatado, era una lluvia torrencial y truenos realmente fuertes, bajaron del auto y entraron rápidamente a la casa. Ambos estaban empapados por la lluvia, a lo que ambos decidieron cambiarse antes de cenar. A medida que Raúl caminaba hacia su habitación, iba desprendiendo su camisa, dejando a la vista su torso desnudo, musculoso y mojado, cuando estaba a punto de seguir por su pantalón, entró a su habitación, dejando a Julieta con el gran deseo de verlo, mientras ella también entraba a su habitación, mordiendo sus labios, apretando sus grandes y deliciosos pechos, comenzó a sacarse la ropa mientras una idea clara pero realmente pervertida pasaba por su cabeza. Abrió su armario, busco la ropa que tenía en mente y se dirigió a la comedor.
Ya llegando a su casa, la tormenta ya se había desatado, era una lluvia torrencial y truenos realmente fuertes, bajaron del auto y entraron rápidamente a la casa. Ambos estaban empapados por la lluvia, a lo que ambos decidieron cambiarse antes de cenar. A medida que Raúl caminaba hacia su habitación, iba desprendiendo su camisa, dejando a la vista su torso desnudo, musculoso y mojado, cuando estaba a punto de seguir por su pantalón, entró a su habitación, dejando a Julieta con el gran deseo de verlo, mientras ella también entraba a su habitación, mordiendo sus labios, apretando sus grandes y deliciosos pechos, comenzó a sacarse la ropa mientras una idea clara pero realmente pervertida pasaba por su cabeza. Abrió su armario, busco la ropa que tenía en mente y se dirigió a la comedor.
Cuando
Raúl entró, se notaba en su cara una expresión de somnolencia, dejando a
Julieta algo confundía. Cuando él reaccionó, la joven y hermosa muchacha estaba
semidesnuda preparando la mesa, vestida solo con su ropa interior y un baby
doll de color rosa, si bien la situación lo tomó por sorpresa, no le extrañaba
verla vestida con poca ropa ya que era habitual verla en la casa de esa manera,
pero su miembro delataba los pensamientos lujuriosos que pasaban por la mente
de Raúl.
Luego
de una cena particularmente única, Raúl tomó la decisión de acostarse, ya que
había tomado una pastilla para el dolor de cabeza y no entendía porque se
sentía tan cansado y somnoliento. Julieta se sentía algo triste porque no
recibió la atención que esperaba ni las cosas estaban saliendo como pensó.
Ambos se dirigieron cada uno a su habitación, Julieta sintiéndose rechazada por
no ver el interés su padrastro, se recostó pensativa en que fue lo que había
fallado, pero sin darle tiempo de seguir sus pensamientos un fuerte estruendo
se escuchó, un rayo fuerte había interrumpido el sonido de la lluvia, dejando
la casa a total oscuras. Julieta si bien se estaba convirtiendo en una mujer,
aun temía de las tormentas eléctricas y de los cortes de luz. Salió corriendo a
la habitación de su padrastro metiéndose en la cama rápidamente, abrazándolo
como buscando sentirse segura en él. Apenas con movimientos casi carentes de
conciencia, Raúl abrazó a Julieta, envolviendo todo su cuerpo. Ella no sabía qué
hacer o qué decir, se sentía en la gloria, estaba en la cama de su padrastro,
ambos semidesnudos, era como un sueño hecho realidad. Se armó de valor y dijo:
- ¿Quiero…quiero
que sepas algo, estas escuchándome?
-Sí
mi querida.
-En es…en
estos últimos tiempos, estuve escabulléndome en tu habitación cuando mamá no
estaba, aprovechando que estabas adormecido por las cervezas, disfruté más de
una vez de tu gran pene, perdiendo mi virginidad contigo…pero quiero que esto
deje de ser así, quiero que sea consiente, quiero experimentar nuevas cosas, me
mata de placer jugar con mi culo y quiero que también tengas mi virginidad anal…
Un
silencio rotundo envolvió a ambos…Julieta con temor miro a Raúl, pero éste ya
estaba dormido profundamente, al sentarse en la cama sin entender que pasaba,
se percató que en la mesa de luz estaban las pastillas que tomó para el dolor
de cabeza, y se dio cuenta que eran las pastillas para dormir de su madre.
Sintiendo una vergüenza recorriendo su cuerpo por haber dicho tan lujuriosas
cosas, quiso levantarse de la cama para volver a su habitación, pero en ese
momento un cuaderno pequeño se asomaba del lado de la cama de Raúl. Al tomarlo
comenzó a leer unas notas donde delataban el deseo carnal, latente y lascivo de
Raúl por Julieta, describiendo con gran lujo de detalle las cosas más ardientes
y sucias que deseaba hacerle a ella, cosas que no le hacía ni a su pareja. En
ese cuadernillo describía las sensaciones que Raúl sentía al abrazar a la
pequeña Julieta y sentir sus enormes senos en su pecho, describía la cantidad
de sueños recurrente que tuve últimamente sobre ella y las noches de pasiones
que vivía en ellos. Julieta no podía creer lo que estaba leyendo, era un
padrastro totalmente diferente a lo que ella creía, pero era todo lo que ella
estaba deseando….Tomó la iniciativa una vez más, se sacó el baby doll y su ropa
interior, se subió sobre su padre, comenzó a manosear su pene y a besarlo,
saborearlo y succionándolo de manera única, buscando que logre su mayor tamaño
posible y la dureza que ella siempre deseaba mientras ella se masturbaba y
penetraba su vagina con tres de sus dedos, volviéndose cada vez más lujuriosa
de ser penetrada por ese enorme pene, continuó succionando el pene de Raúl,
llegando a lo más profundo de su garganta, recorriendo desde la cabeza del pene
hasta su base, lamiendo sus bolas y tragando todo el carnoso y jugoso pene,
comenzó a moverse más rápido al sentir como se ponía más duro y comenzaba a
palpitar, continuó hasta que él acabó en su boca…ella no desperdició una sola
gota de ese preciado semen y lo traga todo. Viendo que aún tenía la vitalidad y
la dureza que lo caracterizaba, subió sobre el pene de él, lo tomó poniéndolo
en la puerta de su vagina mojada y palpitante, y lentamente se sentó sobre él
penetrándola hasta lo más profundo de su útero. Tantos días sin sexo hacían
sentir que su vagina se había estrechado o que ese pene estaba más grande,
comenzó a moverse de manera suave, besando el pecho de Raúl mientras subía
hasta su boca, se movía cada vez con mayor intensidad, sintiendo cómo cada
rincón de su vagina rebalsaba de fluidos y ese pene cubría cada centímetro
interno de ella…en un momento Raúl solo emitió un leve murmuro diciendo:
-Juli…te
deseo.
Eso
volvió aún más loca de deseos a Julieta, que apretó su vagina con fuerza y comenzó
a moverse intensamente mientras su respiración se agitaba cada vez más, hasta
que sintió como el semen de Raúl se soltaba dentro de ella generando que un
orgasmo repentino y poderoso recorriera desde su vagina, pasando por toda su
espalda y llegando hasta su cabeza…sintiendo como los genitales de ambos
palpitaban de placer, ella se recostó sobre él, mientras sentía como el semen
comenzaba a salir de su vagina, un momento la tomó por sorpresa total. Raúl
quien estaba supuestamente dormido profundamente, la abrazó besando su cabeza y
dijo:
-Hace
tiempo que deseaba que me dijeras estas cosas…a partir de ahora me encargaré de
cumplir con todo que me pidas y desees, ahora sólo durmamos de esta manera….
Julieta
sonrió sin decir nada mientras una lágrima de felicidad caía de su rostro. Al
día siguiente ambos se levantaron temprano y sus días iban a cambiar para
siempre, ese día ya comenzaban desde la ducha, disfrutando compenetrándose
durante esos cinco y largos días.
Al
regresar su madre, todo volvía a la normalidad, pero aun había algo que Julieta
quería lograr, quería entregarle su culo a Raúl, para lo cual decidió esperar
el próximo viaje de su madre, pero organizar algo realmente único…
Unas
pocas semanas después, el día más sabroso había llegado al final…
Continuará…
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