Por Carolina
En mi trabajo muchas veces me toca de noche el transporte nos
busca a las 23 horas para dejarnos en la puerta de la casa.
El conductor es un hombre de 32 años blanco con cara de niño, un poco gordito pero muy atractivo siempre me llamó la atención. Un día estábamos hablando e intercambiamos teléfono; seguimos hablando por WhatsApp con llamadas varios días hasta que me invitó a salir cosa que me gusto.
Nos encontramos en su carro dimos vueltas mientras hablábamos
de repente se lanza a besarme, yo un poco
tímida le dije que no pero, siguió hasta que le correspondí.
Sentía como sus
besos me hacían sentir tanta excitación, cuando me empieza a tocar mi vagina se
dio cuanta de lo mojada que estaba algo, que le encantó y cada vez me besaba
con más ganas hasta que sacó su verga y me pidió que se la chupara al principio
dude pero después empecé a chuparla como queriendo devorarla, me encantaba ver
su cara cada vez que se la mamaba, me empezó a quitar el pantalón y a meterme
el dedo en mi vagina y a frotar mi clítoris, yo seguía mojándome hasta que no
aguante más y me subí encima y metí su verga en mi vagina.
Eso fue
delicioso me movía y él me pedía más que me moviera así hasta que nos venimos.
Desde ese día siempre que podemos tenemos una aventura nueva y deliciosa.
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