Wednesday, October 17, 2018

LGBT: Sexo electoral



Por Jeicy

El personaje de esta historia es John, quien es el protagonista del relato “Soplar una vela de cumpleaños”  el cual es totalmente independiente a este y pueden encontrar en el siguiente enlace https://www.todorelatos.com/relato/141473/.
Por otro lado, Las historias narradas con las cuales ustedes se deleitan son basadas en hechos reales pues no sé si sea por fortuna o por otra cosa, me sucedieron, el tema del incesto y sexo con personas menos pensadas es complemente real, pero es de confesar que las situaciones en las que se dan aquellas experiencias sexuales algunas han sido cambiadas para hacerlas más interesantes.
Por otro lado, tengo 3 nacionalidades, española, argentina y peruana y dentro de poco al parecer la estadounidense, más que todo por el trabajo de mi padre que tiene que andar viajando a distintos países y pasar demasiado tiempo por allá, actualmente me encuentro en Perú realizando algunos trámites, y por consiguiente domingo 7 de octubre fueron las elecciones municipales en las cuales yo fui a votar y evento donde se desarrolla mi siguiente historia.
***
Que te despierten por las mañanas tratando de meterte la verga por el ano es riquísimo, sobre todo si pasaste toda la noche anterior ensartado hasta dejar secas de leche las bolas de tu amante, y mucho mejor aún si ese amante es tu primo, la pequeña molestia que te produce el sentir como un pene intenta ingresar por el orificio un poco hinchado por haberlo utilizado toda la madrugada es sumamente excitante.
Qué hora es – le preguntaba adormitado a mi primo Dante.
Son las 11 de la mañana, más bien levántate ya porque te están tocando la puerta – dijo metiendo la puntita de su pene.
Mff imbécil, más despacio o mejor sácala y te la chupo, está un poco hinchado y me incomoda, además tenemos que ir a votar – le dije aun con los ojos cerrados aun con sueño.
Déjame cacharte un ratito así de costado mientras tu simulas que estas durmiendo, así como violándote – dijo mi primo abriéndose paso en mi ano – Además si quiero botar, pero mi leche en tu culo– dijo el lamiendo mi nuca.
Ya, pero apúrate – le dije dando un gemido.
Dante retiro las sabanas que nos cubrían, se pegó más a mi espalda y así acostados de costado como estábamos -  yo dándole la espalda y el culo por supuesto -  me termino por ensartar todo su pene al cual yo di un fuerte gemido que cual fue callado por su mano, y así con una mano que pasaba por debajo de mi cabeza me tapaba la boca y con la otra colocada en mi cadera me comenzó a embestir frenéticamente.
Por suerte el colchón estaba en el piso como todas las veces que él se quedaba a dormir conmigo pues así no hacíamos sonar la cama de las espectaculares folladas que me daba, pues era todo un semental y como buen macho le gustaba complacer a su pareja con un buen sexo salvaje.
De pronto su celular comienza a sonar.
Hola amor – le decía Dante a su mujer, parando las fuertes embestidas y dando movimientos suaves.
Yo aún me encontraba con la boca tapado por su mano.
Dante no te pases ya son más de la once, quedamos en que me ibas a venir a recoger para ir a botar, y poder dejar encargados a los niños – decía su mujer molesta.
Si amor, solo que anoche trabaje hasta tarde en el taxi y como traje una carrera cerca de la casa de mi abuela, me quede por aquí, y recién me levanto, de hecho, tu llamada me despertó – dijo Dante sacando y clavándome su pene hasta el fondo, haciéndome a mi verga brincar.
Ya, pero vente cuanto antes porque no me quiero ir más tarde – dijo su mujer más calmada.
Ya amor te amo, saludos a los niños - dijo Dante cortando y dejando el teléfono a un lado.
Y a ti te amo también bebe y a tu culo mucho más – dijo Dante volteando mi rostro y besándome agresivamente mientras me penetraba brutalmente.
Después de todo ese tiempo a mí ya se me había ido el sueño, levante mi pierna para que la penetración fuera más fácil y me siguió penetrando fuertemente haciendo que nuestras pieles choquen y los resortes del colchón sonar.
Ya me vengo, Mff – decía dando bufidos.
Hazlo en mi boca – le dije.
Y acto seguido se levantó tan rápido como pudo, eyaculo un primer chorro sobre mi cara, me metió toda su verga a mi boca y termino por eyacular el resto al fondo de mi garganta, para haberme follado toda la noche, aun expulsaba mucha leche, mientras tanto yo me masturbe solo un momento y eyacule sobre mi abdomen.
Se la deja tan limpia como pude.
Ya te tomaste toda la leche – pregunto recogiéndome lo restos que tenía en la cara y metiéndolos a mi boca
Ujum – dije con su pinga en mi boca.
A ver – dijo él.
Abrí la boca y vio que la leche me la había tragado y me beso.
Eres el mejor bebe – me dijo acostándose al lado mío.
Gracias, pero ya levántate y sube el colchón para irnos, te espero en la ducha – le dije.
Entramos, gire la llave del agua fría y nos comenzamos a lavar, yo me tenía que colocar en puntas para poder besarlo pues es más alto que yo, y más cuerpo que yo, era algo así como un gordito musculoso.
Nos jabonábamos el uno al otro, me gustaba lavar su verga con el jabón, lavarle bien sus vellos púbicos también, y él también le gustaba amasarme el culo mientras me lo lavaba.
Maso menos como a las 12:30 nos alistamos.
Te veo otro día amor – me dijo dándome un beso.
Cuídate amor – le respondí cariñosamente y salió de la habitación.
Después de un tiempo salí yo también, mi tío y mi tía me esperaban para ir a votar pues, el tío y yo votábamos en el mismo colegio.
Sobrino, hay que hacer como hacemos siempre, dejamos a tu tío en su local de votación y tu yo nos vamos al nuestro luego – guiñándome un hijo.
Está bien tío – le dijo subiéndome en la parte de atrás del auto de lunas polarizadas y la tía adelante.
Una vez habiendo dejado a la tía, yo me monte en la parte de adelante.
Ahora si campeón has lo tuyo - me dijo mi tío poniéndome una mano en la nuca para que me inclinara a mamarle la pinga.
Que, mi tío no te atendió ayer – pe pregunte riéndome.
Sí, pero no me la chupa, ni se deja dar por el culo, así que sácame la leche con la boca – dijo mi tío quien tenía una considerable erección.
Y así lo hice primero le saqué la verga gorda de un buen tamaño que se manejaba y me la metí a la boca, el dio un leve suspiro, pero por la incomodidad se levantó un poco y se bajó el pantalón hasta las rodillas, dejando al aire su pinga gruesa y venosa con huevos peludos y ricos, me la volví a meter a la boca y esta vez entro toda hasta mi garganta, mi nariz podía oler el aroma de sus pelos.
Uff pendejo la chupas de maravilla, dale más despacio que me vas a hacer terminar rápido – me dijo.
Aun así, acelere más la mamada, en los semáforos o me hundía más la cabeza para atragantarme más o me jalaba de los cabellos para besarme y cuando cambiaba la luz me ponía a chupar nuevamente.
Minutos antes de que llegáramos, comenzó a eyacular, y me la hundía más hasta el fondo.
No dejes caer la leche, no quiero mancharme más de lo que ya estoy – me decía jadeando.
Le terminé de limpiar la polla muy bien, le lamí lo huevos también, y la saliva que se había chorreado por sus piernas él se la limpio con un trapo.
Una vez terminado el trabajo, me levante sudando, me paso el trapo y me limpie, antes de bajar me comió la boca.
Eres el mejor – me dijo y bajo del auto, yo lo seguí.
Entramos al colegio donde nos tocaba votar, en la entrada había un policía de boina roja de aproximadamente 30 años, piel morena con el cabello ondulado recortado, me quede mirándolo de reojo a lo cual él se dio cuenta y agarrándose el paquete me guiña un ojo.
Posteriormente después de haber pasado por su delante, gire mi cabeza, se muerde los labios y con las manos hace un gesto indicando que le gustaba mi trasero, yo sonrío y me voy de largo a buscar el salón donde votaría.
Bueno John nos tocara buscar el salón parece que nos demoraremos un poco mira cómo están las colas – dijo mi tío Carlos.
Bueno, Carlos nos vemos cuando salgamos – dije yo a mi tío.
Busque por unos cuantos minutos el salón donde votaría por el candidato que le iba a robar al pueblo, y efectivamente había una cola que parecía interminable – lamentablemente en este país es así - espere unos minutos, pero la cola avanzaba muy lento así que se me vino una idea a la cabeza.
Me retiré de la y fui hasta donde estaba el guardia de seguridad, me le acerqué que comenzamos a conversar.
Señor disculpe sabe dónde queda el pabellón 100 – le pregunte haciéndome el confundido.
Si joven, mire queda en donde esta aquel periódico mural – dijo señalando un periódico mural mal hecho.
Ah ya y usted cree que me podría acompañar, es que no sé por dónde acceder a él, tal vez usted pueda ayudarme – le dije sonriendo y haciendo una mueca con la lengua simulando una mamada.
Ah ya joven podría ayudarle en lo que me pide, pero no hay nadie quien se quede aquí cuidando – dijo el guardia sobándose el paquete entendiendo lo que yo quería decir.
Que lastima amigo, y usted ya voto – le pregunte.
Si ya voté por que la pregunta – me dijo.
Porque yo le puedo ayudar a botar, pero otra cosa – le dijo haciendo la mueca de una paja.
No me digas, pero tú crees que podrás hacerme botar algo de esta – dijo marcando una verga grande por debajo del pantalón y mirando a todos lados para que nadie lo vea.
Claro, demasiada leche – le dije sonriendo.
Bueno yo creo que si me ausento y le ayudo a usted a llegar a su pabellón no creo que me llamen la atención, además es una de mis funciones – me dijo con una vox gruesa y una sonrisa pícara.
Nos pusimos en marcha, buscando un lugar donde hacerle botar leche a aquel rico hombre moreno, de espalda y brazos anchos.
Cómo te llamas – me pregunto
John – le dije - Y tú? – le pregunté.
Richard – me contesto – ¿Y tu edad? – me pregunto.
22 - le respondí – ¿Y tú? – le pregunté.
32 – respondió.
Aun estas joven - le dije.
Sí, pero tú me puedes decir señor – me respondió sonriendo.
Ven, por aquí – me dijo llevándome por un callejón donde había unos baños exclusivos solo para los profesores.
Los baños eran los mejores aliados al momento de dar rienda suelta a tus instintos en un lugar público.
Todos los baños que son solo para profesores los dejan cerrados, pero al fondo hay uno que recién se ha malogrado y podemos entrar – me dijo mientras caminaba de frente y yo lo seguía por detrás.
Llegamos al baño, me hizo entrar primero, el entro después asegurándose que no haya moros en la costa, tras esto cerró la puerta.


Entro y era un lugar reducido, pero con el suficiente espacio para tener sexo cómodamente, en frente de la puerta había un cubículo con una puerta de metal de color plomo, a un costado del cubículo había una pequeña ducha y a un costado de la puerta de entrada había un lavatorio con papel toalla y jabón líquido.
Que te parece este local de votación – me dijo estirando una mano y metiendo un dedo grueso en la boca en cual chupe.
Pues me parece estupendo, por lo menos cumplirá su función, no crees – le dije mientras seguía chupando su dedo.
Vamos a ver si aguantas tanto como para hacerme botar la leche que tengo – dijo bajándose la cremallera del pantalón dejando ver un pene gordo y moreno con un glande más claro pero rico de igual manera.
Mira, siente y veras – le dije acercándome para arrodillarme
Espera – me dice jalándome bruscamente y dándome un beso violento con lengua – Ahora arrodíllate y chúpala, vamos a ver que puedes hacer con esa boca – me dijo empujando hacia debajo de mis hombros.
Me arrodillé y lo primero que hice fue aspirar ese olor a macho, y me encanto pues olía a bolas, a sudor de un día, el cual es un olor que me fascina, ese olor leve, no fuerte de un hombre que no se lavado los genitales en por lo menos un día me volvía loco.
Que pasa, no me la lavo desde ayer por que me quede de corrido hoy día, cuidando las ánforas de votación, ¿quieres que lo haga? – me dijo.
No te he dicho que me desagrada ¿o sí? – le dijo arrodillado mirándolo a los ojos con la punta de su verga en mis labios.
Entonces, no me hagas esperar más y chupa pues – me dijo agarrando mi cabeza con las dos manos.
Y yo como un acto reflejo deje que esa rica verga de color del chocolate entrara en mi boca, pasando mi campanilla y chocando con mi garganta haciéndome dar una leve arcada, no me logre meter toda esa verga pues como 5 cm más o menos quedaron afuera, pero mi meta era hacer que esa verga entre toda, como le gusta a todos los machos.
Ahora chúpala tu solito como si estuvieras mamando tu biberón – me dijo soltando mi cabeza y colocando solo una mano encima acariciándomela.
Y yo así lo hice comencé a mamar como si se tratara de un biberón, aunque pensándolo si era un biberón pues iba a recibir no leche de mujer ni de vaca sino de hombre, con una mano agarraba su verga para sostenerla y chupar el glande y con la me desabotonada el pantalón pues mi pene ya había crecido y necesitaba liberarlo.
Veo que ya quieres bajarte el pantalón, ya quiere que te meta la pinga, goloso – me dijo esta vez el penetrándome la boca hasta el fondo y guiando la mamada.
Mientras el me penetraba a su voluntad yo aproveche para bajarme hasta mitad de nalgas el pantalón, me atoraba con tu verga pues me la introducía hasta el fondo, haciendo que su pubis el cual tenía vello ondulado pero recortado al ras, chocar con mi nariz.
Mírame a los ojos – me decía mientras me follaba la boca.
Mis ojos estaban llorosos y eso le excitaba, pues a un macho le gusta dominar a su pareja y a mí me gustaba que los machos me dominen.
¿Quieres que te la meta?  – me preguntaba jadeando.
Ujum – le decía con la verga en mi boca.
Enserio, la aguantaras – me siguió preguntando.
Ujum – decía yo bien sumiso, pero manteniendo mi masculinidad.
Párate, quítate la ropa y apóyate en la puerta dándome el culo – me dijo mientras el colocaba su arma en el lavatorio, y se quitaba la ropa.
Yo le hice caso, pero me volví a poner las zapatillas, el también hizo lo mismo se quitó su uniforme de color negro, su boina roja, su chaleco, camisa, pantalón, su arma de reglamento y la dejo en el lavatorio mientras que se volvió a poner la botas.
Yo ya lo esperaba apoyado en la puerta, y dándole el culo como el me ordeno, se acercó, me abrió las nalgas, y poso la punta de su pene en mi ano, y posteriormente cerrando mis nalgas, gimiendo del placer.
Nene, que rico estas estas – me decía apretando mis nalgas y estas apretando su pene.
De mi pene escurría mi liquido prese minal, el cual en forma de hilo llegaba al piso, por su lado el escupía en su pene y me lo sobaba mojando así toda mi raja.
Se siente cerradito, voy a chuparte el ano hasta que me ruegues que te la meta – me dijo arrodillando se y abriendo mis nalgas.
Me comenzó a pasar la lengua, y me chupó el ano un buen rato.
Al parecer has estado usándolo, eres un goloso – me dijo punteándome con su verga la cual se sentía como una estaca caliente.
 No me aguantaba más y con el culo en pompa, le pedí que me penetrara.
Eso quería escuchar – me dijo mordiéndome una oreja - Te voy a cachar tan rico que todos los días querrás venir a votar – me finalizo.
Se escupió la polla, me escupió el culo también y me la comenzó a meter, sentía como me quemaba pues como mi ano había sido utilizado hace unas horas me daba esa sensación, y en lugar de disgustarme, me gustaba, pero aun así le pedí que continúe despacio.
Ve despacio por favor Richard – le dije gimiendo.
No te preocupes nene, que te la voy a meter como tú quieras para que sientas placer tú también, me gusta hacer gozar a mis hembras (hipotéticamente hablando) – me dijo – Y no me digas Richard aquí soy señor – me dijo dándome una nalgada.
Si señor – le conteste.
Mucho mejor ya vez nene – me dijo – La sientes bebe, porque yo siento como aprietas bien rico – me siguió diciendo.
Sí señor, si la siento, cuando la meta toda, por favor bombéeme suave, vaya aumentando la velocidad – le dije casi ahogadamente.
Si bebe como tú me digas – me dijo él.
Me encantaba que un macho me tratara así, eso es un verdadero macho, que dan placer a sus parejas y no buscan solamente su placer, y así como un buen pasivo es aquel que deja satisfecho a su macho sacándole toda la leche y aguantándole la verga en el culo.
Me tomo con sus dos manos por la cintura y yo apoyado en la puerta de la entrada me comenzó a bombear como le dije, me daba embestidas suaves, haciéndome sentir toda la dureza de su carne, moviéndose en círculos como queriendo agrandar más mi ano, y así se mantuvo fallándome suave, hasta que me ordeno ponerme de perrito.
Ponte en cuatro y quiebra lo más que puedas la cadera – me ordeno y así lo hice.
Pero el de inmediato me hizo ponerme de pie, y me atrajo hacia el pasando su brazo por mi cintura, sintiendo su gran verga al lado de la mía, que comparadas la mía se quedaba chica.
Me encanta que seas tan obediente, no como mi mujer que me deja solo haciéndolo en una posición, y no me deja terminar – me dijo besándome salvajemente – Por lo visto me estas aguantando bien, espero me dejes terminar – me dijo besándome nuevamente.
Te juro que hasta si me la metes con todo y huevos te la aguanto y ni me quejo – le dije arrodillándome y chupándole la pinga para lubricarla más.
Mi amor te voy a coger con gusto, en todos sentidos eres mejor que mi mujer – me dijo - Pero manteniendo tu esencia varonil, que eso es lo que me gusta, si es hembra la que me cojo pues que sea una buena hembra y si es un machito como tú que sea un buen macho que la aguante toda y no se queje, me encanta dominar machos y ponerlos sumisos como tú – me siguió diciendo.
Métemela toda papi – le dije poniéndome en cuatro en el piso y quebrando mi cadera.
Se puso detrás mío, y fue introduciéndola, primero la mitad, para la cual di un fuerte gemido, luego la otra mitad y una vez que la tenía toda adentro comenzó a embestirme.
Voltee ligeramente la cabeza y me excitaba mucho más de lo que ya estaba ver a ese hombre moreno dándome bien duro por atrás, extendió una mano y me metió un dedo a la boca, todo esto sin parar de penetrarme.
Ay señor que rico me folla – le dije bien arrecho.
Definitivamente eres mejor que mi mujer – me dijo dándome con más ganas.
Uff papi – dame más le decía de lo excitado que estaba.
Bebe me duelen un poco las rodillas, ven – me dijo abriendo el cubículo y sentándose en el retrete – Siéntate un ratito – me dijo el sentándose con las piernas abiertas y con su mano fijando su verga para yo sentarme.
Puse mis manos a los lados de la pared y comencé a sentarme lentamente, aquel moreno me lamia la espalda mientras me sentaba en su verga, me paraba y me sentaba completamente hasta introducirla hasta su tope, luego me movía en círculos y eso le encantaba porque daba bufidos de placer.
Uff bebe para que me voy a correr – me dijo – Mejor date la vuelta y quédate sentadito – me ordeno.
Y así lo hice me levanté, jadeando y me senté otra vez en su verga quedando frente a frente, mientras me besaba y me cerraba con sus brazos la espalda, los dos estábamos sudando, nuestro sudor se juntaba y mezclaba en nuestros cuerpos, me decía lo bueno que era aguantándolo y que eso le fascinaba.
Listo para continuar – me pregunto.
Más que listo y dispuesto – le dije.
Ponte de pie me ordeno, salió con la verga erecta y se fue a coger su bóxer, me lo puso en la boca como si fuera una mordaza.
Es para que no grites tan fuerte porque a partir de ahorita te voy a follar con toda la potencia que tengo – me dijo haciendo que me diera la vuelta – Cierra la puerta y sostente de arriba de la puerta y saca el culo como hace rato – me ordeno.
Volvió a escupir más y me la introdujo de un solo golpe, lo cual no me dolió pues ya estaba abierto de todos modos, y cumplió lo que prometió, me empezó a embestir demasiado fuerte, yo gemía también fuertemente de placer, gemidos que se vieron apagados por su bóxer que tenía en su boca.
Se había aferrado fuertemente a mi cintura y yo arqueaba lo más que podía la espalda para que la penetración sea más placentera y no chocara directamente con mi vejiga.
Me siguió penetrando tan fuerte que el metal de la puerta del cubículo también emitía su sonido, que acompañaba del golpe de su pubis con mis nalgas, me había percatado que el celular de ambos había sonado, pero no le hacíamos caso hasta que dejaron de sonar.
Y finalmente llegó el momento más esperado, las cosquillas en la punta de mi pene comenzaban a aparecer, y balanceándose por las embestidas comencé a eyacular, chorros de semen que salpiqué por todos lados, mientras eyaculaba naturalmente apreté más el esfínter anal.
Uff apretaste más el ano, ya me corro, que ricoooo – decía dando alaridos de placer pues había comenzado a eyacular.
La dejo toda por completo y mientras eyaculaba me la empujaba más como intentando meter más verga que no había, finalmente se detuvo y se quedó quieto, jadeando y recuperando el aliento.
Yo me apegue enderece y gire mi cabeza me quite el bóxer y nos besamos en esa posición por unos minutos.
Mira lo sudado que estamos, y mira como sudas y eso que todo el trabajo lo hice yo – me dijo aun con su pene adentro.
Mira cómo me quitas el mérito – le dije separándome y dejando a su verga semi flácida con un hilo de semen.
Lastimosamente ya tenemos que irnos – me dijo el haciéndose a un lado para abrir la puerta.
Espera, aún falta algo – le dije arrodillándome – Falta limpiártela, no hay que desperdiciar leche – le dije engulléndomela.
Joder, la cereza que adorna el pastel, eres el mejor – me eufórico.
Ahora si nos vamos – le dije.
Salimos del cubículo y lo primero que hicimos fue tomar nuestros celulares, eran las 2 de la tarde y tenía varias llamadas de mi tío y varios mensajes preguntándome donde estaba y que me estaba esperando, otro decía finalmente que se iba y que nos veríamos en la casa.
Joder me olvidé de la votación por completo – le dije a Richard.
Aún hay tiempo, se acaba a las 5 así que tranquilo – me dijo.
Mira, me enseño su celular y había varios mensajes de su mujer, al parecer por los mensajes la relación no era tan cordial.
Lo único que me mantiene atado a ella es mi hijo que está creciendo y pues no me atrevo a separarme de ella por el pero ya más de una vez lo he pensado e irme con la primera mujer que me encuentre – me dijo tomando su bóxer lleno de saliva para ponerse.
Demonios esto está lleno de saliva – me dijo.
Yo solo reí.
Oye y si nos bañamos aquí – me pregunto – Te gustaría – me dijo.
Si no tienes ningún problema, no, al contrario, me encantaría, pero espérame y boto la leche de mi culo – le dije volviendo al baño.
Mientras se quitaba los zapatos me iba contando más sobre él y yo también hice lo mismo, y yo mientras me quitaba también mis zapatillas, le contaba sobre mí.
Listo ahora si, a tomar un baño que olemos a puro sexo – le dije aspirando su olor.
Vamos – me dijo empujándome a la ducha.
Giramos la llave y el agua fría estábamos muy apegados el uno frente al otro, tomamos jabón que estaba en el lavatorio y nos lavamos todo el cuerpo, nuestras vergas empezaron a crecer.
Quiere chupártela hasta que te corras en mi boca – le dije.
Qué esperas – me contesto.
Se la chupe por varios minutos más, mientras el agua nos caía, y eyaculo otra vez retorciéndose de placer, mientras yo me masturbaba, me trague toda la leche y me seguí masturbando.
Párate y voltéate, que me toca hacer algo por ti – me dijo.
Le hice caso y me gire él se pegó más a mi espalda y me comenzó a masturbar mientras me nos besábamos, finalmente eyacule, nos volvimos a lavar bien todas nuestras partes.
Nos besamos nuevamente, mientras el agua nos caía.
Hoy me paso algo raro contigo – me dijo.
Algo raro como que, por ejemplo – me dijo mientras me tenía abrazado.
Nunca suelo ser más cariñoso de la cuenta cuando me follo un hombre, que son pocas cabe recalcar, pero tú eres distinto – me dijo.
Podría ser, no actuamos con todas las personas de igual manera todo el tiempo.
Si me dieran a elegir entre tu culo y el de mil chiquillos más, elegiría el tuyo a ojos cerrados – me dijo riendo.
Qué bonito tu cumplido – le dije – El sentimiento es mutuo – le dije.
Que, también elegirías mi pollo entre varias – me pregunto.
No, que elegiría mi culo también yo – le dije y ambos reímos.
Joder perdemos la noción del tiempo o que – le dije – Ya deben ser las 3 y no he votado aun – le dije saliendo de la ducha – Además no tengo quien me lleve – termine.
Tranquilo, aún hay tiempo, además ya casi no debe haber gente así que votas rápido sales – me dijo.
Sí, pero igual no tengo nadie que me llevé – le dije poniéndome la camiseta con el cuerpo mojado.
Me ofendes, como que no tienes a nadie, ¿quién soy yo entonces? – me dijo.
Dijiste que no te involucrabas más de la cuenta con un hombre – le dije terminando de ponerme la ropa.
Y si quiero involucrarme más de la cuenta contigo – dijo mirándome, poniéndose su camisa primero.
Yo encantando – le dije acercándome para darle un beso el cual el correspondió.
Joder mi bóxer está manchado – me dijo dejando su bóxer en el lavatorio.
Te sirve este – le dije dándome el mío pues no me lo había puesto – Claro si no tienes reparo en ponértelo – le dijo.
Claro que no, aunque es más delgado que el mío, me servirá para que la bruja de mi mujer no me haga bulla – me dijo riendo.
Nos terminamos desvestir, así con el cuerpo húmedo, nos dimos un último beso antes de salir.
Oye espera – me detuvo.
Que paso – le conteste.
Dame tu número de teléfono, si vas a hacer mi amante tiene que ser con todas la de la ley – me dijo riendo a carcajadas haciendo que yo ría también.
Intercambiamos números y salimos dándonos el último beso, vimos que no había nadie cerca y continuamos nuestro camino.
Me dirigí a votar esta vez si de verdad, y él se dirigió a la puerta, por suerte no hubo contratiempos y el continuo con su trabajo como si nada y yo marqué la cedula rápidamente y salí.
Ya por salir me llama y me dice que lo acompañara y ya que a las cinco llegaba su relevo para que se quede a resguardar las ánforas hasta mañana, y así lo hice, conversamos todo ese tiempo, y cuando por fin llego su relevo, me hice a un lado para que no haya nada sospechoso, al rato me hace una seña para irnos, lo cual entendí y subiendo a su moto policial, me llevo hasta casa.
Escríbeme – me dijo antes de arrancar.
Escríbeme tu, y demuéstrame lo cuan interesado estas – le dije yo.
Eso dalo por echo – finalmente me dijo.
Prendió la moto y se fue.
 ***
Muchas gracias ´por leerme y hacerme llegas sus mensajes, eso me fascina, espero les guste esta historia.


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