La autora esta disponible para atender a hombres generosos. Vive en NYC y pueden contactarla a este email: perseo702@hotmail.com
Voy a hacerme la visita el chequeo médico.
Como he cambiado de trabajo he tenido que cambiar de médico lo que, cuando me
lo dijeron, no me gustó. Estaba acostumbrado al otro que era ya me conocía.
Este era un poco más joven que el otro, de unos cuarenta y pico, no muy alto y
con unas manos largas como las de una mujer. Me dijo que me desnudara que me
tocaba revisión general. Me revisó todo y cuando llegó a la polla noté que la agarraba entera y la meneaba un poco.
Tengo la polla pequeña y me dijo sonriendo:
Parece que la cosita se despierta.
Yo no supe que decirle. Me imagino que se
reiría al ver una cosa tan pequeña. Luego me dijo que me tocaba “lo del dedo”,
así que me puse en la postura adecuada y el médico me metió el dedo despacio
pero hasta dentro, ahí lo dejo un momento y dio vueltas. Yo di un gemido y él
me dijo:
--“Le duele?”.
–“No”, --le dije.
–“Entonces”, -me dijo-,
– “Le gusta”? Yo no sabía qué decir.
–“Bueno, la verdad es que usted lo hace muy
bien”
—Le contesté.
–“Vamos a probar con dos, a ver qué tal”---
dijo.
Y me metió dos también despacio pero hasta
dentro y estuvo jugando con ellos.
–“Ya veo que le gusta y mucho”—me dijo.
Terminó con la revisión y me dijo:
– “Venga esta noche a la consulta de casa
que tengo que revisarlo más a fondo”.
Pasé toda la tarde nervioso, me duché y me
volví a limpiar bien. Al llegar todavía estaba con un paciente y tuve que
esperar un rato. Me mandó pasar y despidió a la enfermera.
– “Este paciente es de confianza, no la
necesito”—le dijo.
Me mandó que me desnudara y mientras lo
hacía me dijo que había visto muchos culos pero que el mío, por alguna razón
que no entendía, le gustaba, que cuando me vio en la mesa camilla con el culo
en pompa se había empalmado. Me mandó que me acercara y se abrió la bata, se
bajó el pantalón y me mandó que le bajara los calzoncillos. Al hacerlo le saltó
una pequeña culebra con una cabeza gorda y gruesa. Yo me quedé asombrado y me
dijo despacio:
– “Ahora la zorrita la va a besar y la va a
oler un rato. Si te portas bien, putita, la sentirás dentro de tu raja”.
Yo dije que no me iba a entrar que era
enorme, que había visto pollas así de gordas.
– “Yo sé cómo abrirte la raja y dejarte
preñada. Vas a ir a casa muy llena de leche”.
Eso me puso muy excitado y él lo notó.
– “Cuando te vi entrar sabía que eras una
zorrita deseosa de un macho activo, ¿verdad?
– “Si, así es, me excita quedar preñada y
que usted me cuide”.
Le besé la polla y se la olí. Y me dijo que
me la iba a meter hasta dentro, que abriera la boca. Me dio algunos consejos
para que me entrara en la garganta, cosa que yo nunca había hecho. Me decía
cosas que me excitaban.
– “Mi zorra se va a tragar la culebra de su
macho, ¿verdad que si?
Le obedecí y él me fue metiendo la polla
poco a poco. Al principio di unas arcadas y eso le excito aún más y se le puso
la polla dura.
– “Pocos son capaces de tragársela entera
–me dijo--- quien lo hace queda invitado a la segunda vez. Si quieres volver ya
sabes, puta mía”.
Yo iba haciendo lo que él me decía.
– “¡Respira hondo, traga saliva, respira
hondo, ahora te voy a dar un poco en la garganta… Aguanta” “Queda un poco, pero
creo que tú vas a poder con toda y tendrás más otro día. Si quieres más ya
sabes… ”.
Volví a dar arcadas y le dije que parece
que iba a devolver.
– “Si lo haces tendrás que limpiarlo”.
Se me saltaban las lágrimas y eso a él le
ponía muy excitado.
– “Tienes que llorar más zorra mía, ya te
queda sólo la cuarta parte y la quiero notar en tu garganta toda”.
Estuvimos casi una hora. Al final cuando me
la metió hasta los huevos se corrió dentro de mi garganta un chorro caliente de
semen. Luego otro y otro. Tenía la mano en mi nuca y no podía moverme. Así me
tuvo un rato hasta que soltó la última gota. La sacó y me dijo:
– “Bésala de nuevo. Eres una de las mejores
mamadoras que he tenido. Muy pocas son capaces ni siquiera de tragarse la
mitad. Llevo una lista de tragonas y eres la diez. El próximo viernes te espero
para una revisión más larga. Vamos a abrir la raja porque te la voy a llenar
como la garganta, pero tendré que usar fórceps… Irás a casa con la raja muy
abierta y preñada y te daré una barriga de verdad, ya verás… Si te sientes la
garganta irritada una pastilla de estas”
Estoy deseando que llegue el viernes para
ir.
TANIA
No comments:
Post a Comment