Por Edith Aretzaesh
Antes de
comenzar, aclaro que estoy a la mitad de la carrera. Apenas comencé el quinto
semestre de Ciencias De La Comunicación, me enfoco en las áreas de Periodismo,
Humanidades, Ciencias Políticas, Historia y Antropología. Aún con el cincuenta
por ciento de mis estudios profesionales, sé de lo que va todo esto.
¿Te
atreves a leer este tutorial, ponerte en mis manos y confiar en que la
información es correcta?
Redacto
estas líneas dirigiéndome al género masculino, apegándome a la costumbre (el
escritor, el lector, el personaje etc.). No es culpa mía que los fariseos que
controlan la Real Academia Española, RAE; no se pongan a trabajar para
desarrollar una versión más moderna y no sexista de nuestro bello idioma.
A muchas de nosotras nos llega a chocar esta situación, pero no podemos
cambiarla desde nuestra trinchera.
Me siento
motivada a compartirles este tutorial porque he notado muchos defectos de
redacción y efecto dentro de los relatos que he leído. Estos errores se
transmiten de relato en relato, se contagian como enfermedades porque unos
escritores aprenden de otros y pueden llegar a copiar ciertos movimientos,
manejo de escenas o de personajes.
Que nadie
se sienta señalado. Cada uno tiene sus propios estudios. He conocido gente que
destaca en Derecho, Medicina, Mecatrónica o Contabilidad. Lo que sucede es que
no en todas las carreras te enseñan a redactar relatos.
¿He
puesto “escritores”?
Sí. Y lo
hice con toda intención. Aquí comenzamos.
Primero y principal. Somos escritores.
Cualquier
persona que se sienta ante la computadora, abre un procesador de textos y
escribe una historia medianamente comprensible puede considerarse escritora o
escritor. No lo he dicho yo, si sientes que necesitas permiso de alguien que
sepa sobre este tema, te recomiendo que leas el libro “Mientras escribo”, de
Stephen king. Él lo explica mucho mejor.
Entremos en materia.
Demasiados
lectores se quejan en los comentarios sobre algunos relatos. Les parecen
aburridos, muy largos, poco imaginativos o incluso “copiados” de otros
argumentos. Filtrando a los que sólo comentan por comentar y desperdician su
tiempo jodiendo al prójimo, reconozcamos humildemente que a veces hay un fondo
de verdad en todo esto.
Desde la
primaria nos enseñan que toda historia se compone de Inicio, Núcleo o Nudo y
Desenlace. Hasta aquí creo que todos sabemos lo mismo.
Bien,
tienes una muy buena idea para escribir un relato erótico, pero te falta cierta
habilidad. Comencemos por esta base de parvulario.
INICIO
Aquí
presentamos a los personajes, su entorno y motivaciones. Puede ser el profesor
que mira con morbo a sus alumnas, la monja que cierto día descubre que sus
compañeras de convento se reúnen secretamente para tener relaciones sexuales,
la chica que se excita al ver que su perro copula con la perra del vecino o la
madre que descubre la relación incestuosa de sus hijos.
En el
Inicio describiremos a los personajes. Los aspectos exteriores deben mostrarse
claros, bien definidos y resaltando los puntos más importantes. Todo ello en el
espacio de palabras más breve y conciso posible.
Las
motivaciones son quizá más importantes que las descripciones externas. ¿Por qué
tu personaje descubre que quiere tener sexo con su propio hijo? ¡Qué empuja al
maduro cincuentón a querer violar a la novia de su nieto? ¿Cómo reaccionará el
Friki ante las burlas del equipo de porristas?
Las
motivaciones son el “qué y por qué”.
En el
inicio debemos señalar también el entorno del personaje. ¿Cómo es su trabajo?
¿Cómo se lleva con sus familiares o vecinos? ¿Qué siente cuando los amigos
miran a su novia con morbo?
El inicio
del relato nos presenta las reglas del juego. Aquí muestras al lector a los
protagonistas de tu historia, el universo particular en que se desenvuelven y las emociones,
sentimientos, reflexiones y acontecimientos fuertes que los impulsan a ser y
actuar.
Esta
sección inicial del relato debe ser corta, casi telegráfica. Si el protagonista
tiene una vida muy complicada y sientes que los acontecimientos previos a tu
historia son muy importantes, no omitas estos datos. Sé breve, pero no
destruyas tu idea, porque esto sería traicionarte a ti mismo. Puedes hacer algo
así:
“Desde
pequeña fui testigo de los malos tratos que mi padrastro daba a mi madre. A
pesar de ser una mujer hermosa, Pedro no dejaba de humillarla, especialmente
cuando había amistades o familiares presentes”.
Aquí hay
un entorno, una historia de muchos años y una primera descripción de uno de los
personajes, todo ello en pocas palabras.
“Por
desgracia, estos momentos amargos tuvieron un efecto negativo en mi desarrollo.
Crecí asumiendo que el lugar de la mujer dentro del matrimonio era el de
sirvienta, sumisa, blanco de burlas y animal de carga. En fin, desde mi
perspectiva adolescente, llegué a creer que nuestro papel dentro del hogar era
el de “saco de boxeo” listo para recibir golpes físicos y el de WC emocional,
siempre preparado para que el marido descargara en nosotras toda la mierda de
su alma”.
Aquí se
detalla un poco más el entorno y los factores que influyen en el comportamiento
del personaje. El lector comprende y empatiza con lo que le estamos exponiendo.
Al mencionar “el punto de vista adolescente” sugerimos que la protagonista ha
madurado más allá del pensamiento inicial.
“Nuestra
vida cambió drásticamente cuando, en una de las golpizas que mi padrastro acostumbraba
a dar a mi madre, ella cayó por las escaleras y tuvo que ser hospitalizada.”
Me
reservé este punto para aclararlo bien. Esto es lo que llamaremos un
“detonador”, un acontecimiento clave que cambia el rumbo de lo que tenemos
expuesto y abre la puerta al siguiente hito dentro de nuestro relato.
Obviamente,
descripciones, presentaciones de personajes por nombre, locaciones y demás
elementos de entorno deben estar consignados en el Inicio. Vuelvo a decirlo,
debemos ser breves en las descripciones, sin dejar nada de lado, pero siempre
concisos. Al buen lector, pocas palabras.
NÚCLEO O NUDO
Aclaremos
algo. Los relatos correspondientes a otros géneros pueden o no funcionar como
sugiero aquí. En el relato erótico estamos escribiendo para excitar al lector.
No vendemos un melodrama, no luchamos contra conspiraciones que abarcan páginas
y más páginas de explicación ni redactamos legajos contables. Naturalmente, no
debemos olvidarnos del entorno, las emociones, el físico particular de los
personajes y sus motivaciones, pero hay que tener en cuenta el principal
objetivo de nuestro relato. Buscamos excitarnos, buscamos despertar emociones y
deseos sexuales en nosotros como escritores y en los demás como lectores.
En el
relato erótico, el Nudo ya debe mostrar el sexo explícito que estamos buscando.
“Me
estremecí aterrorizada cuando Pedro derribó la puerta del baño. No podía
imaginar que sería capaz de dañar la casa con tal de conseguir lo que tanto
había deseado. Mi padrastro me miró fijamente, con los ojos inyectados en
alcohol, y desgarró su camisa mientras avanzaba hacia mí.
—¡Se fue
la mierda mayor, pero dejó a la putita apestando mi casa! —bramó mientras
liberaba el cinturón de las trabillas de sus jeans—. ¡Arrodíllate ante mí,
pendeja, y tal vez no te pegue mucho!
Temblé
aterrorizada. Me sentí ridícula así, desnuda y expuesta como estaba. Mi única
alternativa era ceder o sufriría graves daños corporales. De cualquier modo, mi
mala suerte estaba echada.”
En este pasaje
vemos claramente la pauta de acción/reacción, otra acción, otra reacción. Es
muy importante resaltar las emociones, los símiles y, de vez en cuando, alguna
descripción, pero estos elementos deben ser breves y apenas pincelados. Siendo
un relato corto, no hace falta decir a cada línea que la protagonista es una
rubia de cuerpo constituido por extraordinarias formas, que los personajes son
de clase media porque el padrastro trabaja como obrero en la ensambladora de
autos o que la protagonista acaba de reprobar dos asignaturas en la Facultad
porque le han negado el acceso a Internet. Estas descripciones son válidas
siempre que se efectúen con el fin de distinguir a los personajes cuando
interactúan, ya que la repetición de nombres, cuando son varios actores, puede
ser molesta.
Por
ejemplo:
“—Te toca
perder una prenda —señaló el obrero.
La
estudiante miró con sorna a la rubia mientras esta se incorporaba para liberar
sus pechos del sujetador. Claudia podía haber reprobado dos asignaturas, pero
era experta en estas partidas de póker.”
En vez de
decir Fulana 1, Fulana 2 y Fulano una y otra vez, compaginamos las
descripciones que debimos exponer en el principio. Digamos que estamos dando
uno o dos apodos a cada personaje, evitando las repeticiones incómodas.
Lo importante
del Nudo es que abre el momento sexual y lo presenta en toda su gloria.
Habiendo
llegado a este punto, donde muchísimos relatos se estancan. Hay historias donde
el escritor se ha esmerado en mostrarnos los elementos necesarios y que, al
momento de tener a los personajes ya desnudos y dispuestos a la acción,
destruyen el relato, traicionan el argumento y decepcionan al lector que los ha
acompañado durante varios párrafos.
Un mal
ejemplo sería algo así:
Me sentía
muy excitada. Mi novio nos contemplaba desde el sofá, mientras se masturbaba
lentamente. Carlos, Ernesto y mi padre mostraban ante mí sus imponentes vergas.
Caí de
rodillas ante ellos y sostuve mis tetas desde abajo para enseñárselas. Después
apoyé mis manos sobre la alfombra, quedando en cuatro patas para comenzar a
recibirlos.
Me
penetraron de uno en uno, primero fue mi padre, que después de arrancarme un
orgasmo se corrió en mi interior. Luego me follaron los demás, resoplando en
cada turno.
Fue una
experiencia deliciosa que jamás olvidaré. ¡FIN DEL RELATO!”
Un buen
inicio, una buena entrada al Nudo y, de repente, el escritor se asusta de lo
que está haciendo y termina en pocos párrafos lo que hubiera podido ser
una orgía bestial.
No nos
engañemos. LO QUE COMO LECTORES BUSCAMOS EN ESTOS RELATOS ES EL SEXO POR
ESCRITO.
Llegamos
al momento ansiado, cuando el profesor está a punto de penetrar a la alumna,
cuando la chica está lista para ser penetrada por su Pastor Alemán, cuando la
madre y la hija descubren que les encanta el sexo lésbico y el escritor
traiciona a su propio argumento derribando cuanto ha construido resumiéndolo
todo.
Otros
géneros literarios no eróticos pueden funcionar así, pero, en el relato
erótico, esta es la parte del Nudo donde tenemos que pensar en lo que queríamos
plasmar. Aquí deben ir los jadeos, el sudor, los líquidos, las secuencias, los
orgasmos y la fricción. Este es el hito que todo lector está buscando alcanzar.
Tenemos que aprender a aprovechar bien los recursos que hemos creado. Si hemos
presentado a una chica con todas las ganas de marcha y a tres hombres
dispuestos a todo, debemos cumplir con los lectores y mostrarles esa marcha y
ese todo. Tres hombres y una mujer, imagínense lo que puede pasar. Si un único
hombre y una única mujer pueden darse una follada bestial, con más razón lo
haría un grupo de personas.
Si vamos
a escribir relatos de sexo PONGAMOS SEXO, LUJURIA, MORBO, DEPRAVACIÓN Y TODO EL
PESO HORMONAL EN ELLOS.
Recordemos
que hay miles (no exagero) de posiciones sexuales que se pueden practicar.
Recordemos que un hombre saludable y normal puede eyacular entre seis y ocho
veces en una sola noche. Recordemos que una mujer libre de ataduras
psicológicas y físicamente saludable puede llegar a perder la cuenta de sus
orgasmos. Pero, sobre todo, recordemos que estamos escribiendo un relato
erótico y todo este sexo debe quedar registrado paso a paso, punto por punto, con
pelos y señales. Siempre será preferible mostrar una historia de noventa
minutos de puro y duro sexo bien descrito que una de cinco minutos donde todo
viene resumido. Para esos resúmenes desabridos tenemos la televisión o los
libros de editorial.
“Me besó
mientras desabotonaba mi blusa. Un calor se esparció por todo mi cuerpo.
Mientras acariciaba mis pechos imaginé el tremendo placer que mi amante me
brindaría en breve y, afortunadamente, no me equivoqué.” (FIN DE LA ESCENA
ERÓTICA Y PASAMOS A LO SIGUIENTE).
Amigo
escritor, atrévete a extenderte. Atrévete a narrar los hechos que deseas. No te
reprimas en los momentos más importantes. Todos hemos sido lectores y, al menos
yo, me siento frustrada cuando comienzo a humedecerme con acciones y
situaciones calientes y me cortan el rollo resumiendo una noche de sexo con
tres párrafos. Esto casi suena a que el escritor se siente disminuido o se
arrepiente de lo que ha escrito.
Uno de
mis profesores nos explicó el semestre pasado la diferencia entre un relato y
un resumen de sucesos. El primero narra acontecimientos en un orden y respeta
la línea de causa y efecto. El segundo sólo enumera los acontecimientos de
refilón.
Primer ejemplo de un pasaje ardiente:
“De mi
vagina surgían hilillos de flujo que escurrían por mis muslos (descripción
gráfica con connotaciones de deseo). Mis hermanos me miraban fijamente mientras
masajeaban sus vergas (acción, reacciones y emociones de los otros
participantes). Alex me abrazó poniendo su erección entre mis muslos para frotar
mi coño; me estremecí frotando mis endurecidos pezones contra el vello de su
torso (acción e interacción de dos personajes). Mauricio, no queriendo quedarse
atrás, me abrazó por la espalda y encajó su verga entre mis piernas (acción de
tercer personaje). Mis rodillas temblaron cuando ellos comenzaron a menear sus
cuerpos. Los genitales de los tres hermanos se encontraban juntos en la región
más secreta de mi anatomía (conclusión cachonda).”
Segundo ejemplo de un párrafo ardiente,
intercalando ambientación exótica o fuera de lo común:
“Acababa
de correrme, pero las ansias de gozar seguían carcomiéndome (rememora incidente
anterior y da pie a nuevas acciones). Mi hijo extendió la capa de su padre
sobre el lecho, su boca conservaba aún los restos de mi flujo vaginal (muestra
un fetiche del hijo y rememora el cunnilingus anterior). Tomó la Corona Real
del soporte en que mi marido la había dejado y se la puso (de una pincelada
vemos un primer plano del carácter del hijo que quiere derrocar al padre, no sólo
en lo político, sino también en la vida de su madre). Caminó hasta donde yo
estaba y me obligó a sentarme sobre la capa. Se meneó la verga a un palmo de mi
rostro (carácter de ambos personajes, él dominante y ella sumisa).
—Mi Lady
—me reverenció en tono de burla—, cuando acabemos con “el viejo”, yo gobernaré
el reino usando esta Corona. Para gobernar tu vida sexual, no necesito más que
mi cetro de carne (burla que resume la situación, hasta aquí ya tenemos
pincelados varios aspectos. Es un relato filial, no consentido y puede tener
algo de dominación. Las frases del personaje resumen la situación familiar y
política del reino).
Dicho
esto me tomó por las orejas, retorciéndolas para obligarme a abrir la boca
(acción). No podía gritar, pues, si los guardias apostados a la puerta
escucharan algo fuera de lo común, entrarían sin dilación (posible reacción,
explicando por qué no se ejecuta). Entonces el secreto de mi pasadizo quedaría
revelado. No podía permitir que mi marido se enterara de mis escapadas nocturnas
o que sospechara que había algo entre nuestro hijo y yo (vista panorámica de
los conflictos de la protagonista). Durante siglos, las cabezas de innumerables
reinas habían terminado exhibidas sobre picas en la Plaza Mayor por menos que
eso (posibles consecuencias en caso de no ceder).
Abrí la
boca y lamí el glande del príncipe heredero (acción conjunta de ambos
personajes). Cesó la tortura de sus manos en mis orejas, pero la saña de mi
primogénito se transfirió a su pelvis (dos reacciones simultáneas). Con un
golpe de riñón deslizó la mitad de su virilidad entre mis labios (acción que
cierra el párrafo y abre expectativas para continuar. Esto es “crear un
enganche narrativo”).
—¡Anda,
mi puta madre, atrévete a morderme la verga! —exigió burlándose de mí—
¡Atrévete a destruir la herramienta que en un futuro podría engendrar un nuevo
aspirante al trono! ¡Atrévete, cabrona, para que le expliques a mi padre que su
hijo es mucho más viril que él! ¡Menudo reyezuelo está hecho, conquista
comarcas, es dueño de villas y haciendas y dispone de las vidas de todos sus
súbditos, pero no tiene los cojones para darle verga a su mujer! (las palabras
y actitudes del personaje demuestran su carácter. Ya no es necesario decir “que
el príncipe es déspota, odia y envidia a su padre, desea a su madre y es capaz
de someterla con tal de tener sexo con ella. Todo esto debió quedar claro en el
Inicio del relato).
Mi hijo
se había agachado para estirar los brazos y estrujarme los pezones mientras
hablaba (coreografía. Es muy importante informar al lector sobre lo que hacen
los personajes con sus cuerpos, lo que sienten y lo que les va pasando.
Recuerda que hay manos, bocas, sexos e innumerables posibilidades). Me dolían
sus palabras, pero tenía que concederle la razón en todo lo que estaba diciendo
(reacción al diálogo del hijo). Si no hubiera sido tan rudo, quizá yo misma
habría acudido a su lecho (cierre reflexivo, en estos relatos es bueno hacerlos
con ciertas connotaciones de morbo).”
Otro
ejemplo más terrenal:
“Toda mi
piel ardía al calor del deseo (resume estado físico). Cambié de posición para
acomodarme en cuatro patas sobre la cama y arqueé la espalda imitando la
postura de una gata en celo (coreografía de preparación a lo que sigue más un
símil). Mi hermano se arrodilló detrás de mí y separó mis nalgas para
contemplar el ano y la vagina que yo le ofrendaba gustosa (acción/reacción a lo
que ha hecho el otro personaje. Se aprecian connotaciones de aceptación
gustosa).
Puso la
punta de su miembro por la entrada de mi coño y empujó unos pocos centímetros
(primera acción). El glande entró dándome mucho placer (primera reacción). Hizo
girar su pene en la sensible región del vestíbulo vulvar (segunda acción,
nótese que hay que conocer el mapa erógeno para saber “dónde pulsar”). La lubricación
de su saliva y mis jugos sexuales producía un morboso chapoteo (NUNCA, ni en
relatos ni en la vida real, te atrevas a tocar con los dedos o con el pene una
vagina que no esté lubricada, es muy molesto, sobre todo si se llega a rozar el
clítoris). Cuando creí que me penetraría, empujó su virilidad hacia abajo con
brusquedad, desclavando el glande. Remató la maniobra volviendo a alzar su
hombría para golpear suavemente mi clítoris juego erótico previo al coito).
Gemí de
placer. Odio las comparaciones, pero, al lado de mi novio, mi hermano era un
auténtico maestro del sexo (revelación enfocada a las nuevas experiencias. Esto
tiende un puente entre el lector y la psicología del personaje). Repitió el
juego de penetrarme un poco, desacoplarse de golpe y pegar sobre mi botón del
placer con su verga (es válido resumir porque ya hemos explicado antes lo que
está sucediendo. No debes abusar del resumen llegado el momento de las escenas
sexuales, lo hago en este punto sólo porque el pasaje que sigue es aún mejor).
Después volvió a la posición de ataque, con la verga apuntando a mi entrada del
placer (acción de preparación). Tomándome por las caderas empujó despacio,
saboreando y dándome a sentir la ansiada penetración (concluye el párrafo con
lo que todos esperábamos, a la vez que abre la puerta al nuevo pasaje).
Me gustó
la postura y expresé mi agrado con un largo gemido de placer (acción de
suspirar y reacción de sentir placer, todo en uno). Su glande fue abriéndose
paso, despertando en mi interior señales y puntos erógenos que, o nunca habían
sido tocados, o no habían sido bien atendidos (acción más acción más anécdota
comparativa que muestra al lector una mirada al pasado de la protagonista). Le
pedí que esperara un poco al sentir que su hombría llegaba hasta donde acostumbraba
a penetrarme mi novio (acción más reflexión o constatación de un hecho).
Haciendo
equilibrio con una mano, dirigí la otra a mi zona genital pasándola entre mis
muslos (coreografía/acción). Comprobé con sorpresa que mi hermano apenas si me
había clavado dos tercios de su hombría (constatación de un hecho. Favorecemos
el morbo cuando damos efectos o mostramos el modo en que los personajes
evolucionan dentro de la trama). Aproveché la maniobra para sostener sus
cojones y apretarlos un poco (acción).
—¡Hasta
el fondo, Mauricio! —grité enronquecida—. ¡Dámela toda, por favor, no aguanto
más! (el diálogo es interacción)
Mi
petición fue escuchada. De un solo tirón terminó por introducirme todo su
ariete (preparación más acción). No era un telescopio, pero me hizo ver las
estrellas (reacción más símil).
Iniciamos
un vaivén lento (acción global). Él adelantaba su abdomen al tiempo que yo
lanzaba las caderas en busca de la penetración mientras su verga profundizaba
hasta el fondo de mi coño (acción combinada con coreografía). Yo apretaba sus
testículos con la mano cuando mis nalgas impactaban con su cuerpo y le ofrecía
una serie de contracciones vaginales como intentado exprimir la virilidad
incestuosa que me hacía gozar (acción y coreografía que complementan lo
expuesto antes. Recuerda que las chicas no sólo damos placer externo, algunas
sabemos cómo hacer gozar al hombre dentro de nosotras).
La
habitación olía a sexo (ambientación. Si fuera una película, la cámara
mostraría una toma abierta y presentaría la escenografía completa). La cabeza
me daba vueltas mientras el placer se agolpaba en mi interior y me anunciaba el
clímax (acción más promesa del nuevo hito). Aceleramos nuestros movimientos y
tuve que doblar el brazo que me sostenía para apoyar la cabeza, con este cambio
mi trasero quedó aún más expuesto a los deseos de mi hermano (Coreografía
encaminada al siguiente paso).
Como mi
mano seguía aferrada a sus testículos, mi muñeca rozaba mi clítoris en todo
momento, dándome un placer adicional (acción de la muñeca más reacción del
placer). Mi flujo vaginal corría desde mi intimidad, mojaba mi antebrazo y mis
muslos (la lubricación es el medio para justificar este placer, no me cansaré
de enfatizar que debes vigilar todos los cabos sueltos).
Apoyé la
cabeza sobre mi frente para mirar hacia mi sexo (coreografía previa al
detonante). Mis tetas se bamboleaban al ritmo de la follada (acción). El
espectáculo de nuestros genitales siendo bien aprovechados terminó por
dispararme el orgasmo (reacción).
Grité,
gemí, me sacudí y sentí descargas de placer que recorrían mi cuerpo entero,
naciendo de mi sexo, esparciéndose por mis nervios y llegando a mi cerebro
(acción. El lector ha esperado llegar a este punto y merece sentirse acompañado
por la protagonista. Es posible que haya estado masturbándose y que esperara
este preciso instante para correrse. Como escritor, NO PUEDES DECEPCIONARLO;
este es uno de sus premios por haberte acompañado durante todo el relato). Él
lanzó la pelvis hacia delante con mucha fuerza y me acompañó en el clímax más
sublime que jamás hubiera experimentado (acción, reacción y coreografía. Aquí
comprobamos que nuestros personajes están conectados y lo que pasa con una no
le es indiferente al otro). Apreté sus cojones con fuerza mientras se corría en
mi interior.”
NOTA.
Imagíname a mí, desnuda en mi habitación mientras mis padres creen que estoy
durmiendo. Bajo el cobertor tengo el portátil encendido y leo tu relato. Me
toco, me penetro con un par de dedos y me voy humedeciendo. Llego al momento donde
están los hermanos listos para follar y me encuentro con algo así:
“Me puse
en cuatro patas sobre la cama. Mi hermano se puso detrás de mí. Hizo como que
me penetraba pero sólo jugó con mis partes. Finalmente me la metió y me gustó
mucho más que como lo hacía mi novio. Le agarré las pelotas, nos estuvimos
moviendo y nos corrimos juntos. Fue una experiencia muy rica que espero repetir
pronto.
Fin del
relato.
¡Me
cortas el rollo por completo!
Apenas me
estoy tocando y tú ya mataste la ilusión.
Redactar
esta clase de relatos es seducir, es jugar con los elementos que tienes a
tu alcance. Redactar los relatos eróticos es hacer el amor con la literatura,
con tus personajes y transmitir esas vibraciones de placer a los lectores.
¿Habrá
quien se queje de que quedó muy largo?
Sí, y
también quien se queje de los impuestos, e la contaminación, del cambio
climático y la burocracia. Ni modo. Lo que pido es que no me dejes colgada con
el calentón.
Amigo
escritor, por favor, ya no seas tacaño ni egoísta. Si la protagonista va a
follar con todo el equipo de fútbol de la escuela, tu deber es describir lo que
hace con cada uno de ellos, con dos, con tres y con todos al mismo tiempo.
El
desenlace o final de nuestro relato es, en el género que nos ocupa, la parte
más sencilla.
Aquí sí
cabe resumir. El lector ha obtenido lo que quería ver y sólo espera un cierre
lógico que acomode las fichas en orden para devolverlas al estuche. Sólo un
consejo. Ya no pongas “fue una experiencia”, hay miles de relatos que terminan
con esas palabras y esto rompe con el efecto que hemos desarrollado. Lo mejor
para cerrar un relato de estos es difuminarlo o concluirlo en un acontecimiento
o comentario que oriente a los personajes al enfrentamiento de su nueva
realidad de “después del aquelarre”.
Ya
dividimos el relato en tres partes, ahora profundicemos en los elementos que lo
impulsarán.
DESCRIPCIÓN
Tenemos
personajes y estos cuentan con cuerpos físicos. Hay que describirlos, la
primera vez debemos ser claros en lo que queremos proyectar, pero no por ello
hay que abusar de la retórica.
“Fernando
era alto, moreno claro y llevaba el pelo casi al rape. Su cuerpo, marcado por
horas e gimnasio, lucía buena musculatura. Si era cierta la relación que, según
algunos, existe entre el tamaño de las manos y el tamaño de la verga de los
hombres, yo suponía que estaba bien dotado”
Aquí ya
pinté un personaje. En lo futuro puedes referirte a él como “el moreno”, “el
musculoso” (si quieres distinguirlo de su amigo barrigón), “el de casquete
corto” (refiriéndote a su corte de pelo) o, simplemente, por su nombre, pero
sin abusar. Si tiene alguna cualidad psíquica que lo caracterice, también
puedes usarla. “El Cara Dura”, “el bromista”, “el engreído”, etc.
Tratándose
de relatos con tiempo estimado de lectura de veinte minutos, no es necesaria
más descripción.
ACCIÓN
Iniciamos
mostrando al lector las reglas del juego. Dices quién es quién dentro de tu
historia, en qué mundo se mueven tus personajes y cómo son. Deben actuar de
acuerdo con lo que has pensado para ellos. Recuerda siempre, acción y reacción,
causa y efecto. No dejes cabos sueltos en este sentido, sobre todo cuando
escribas el pasaje sexual.
LÉXICO
No a
todas las mujeres nos gusta que se nos llame “putas” o “golfas”. Elykner
nunca nos ha ofendido al hacer el amor, pero me molesta cuando algún baboso me
dice esas cosas en la calle. He chateado con varias conocidas de Internet y
hasta ahora no conozco a ninguna chica que se sienta cómoda con esa clase
de lenguaje y tratamiento.
En este
sentido no nos rige ninguna censura. En teoría, podemos ser tan soeces como
queramos, pero recuerda que el exceso de vulgaridad lastima la narración.
Puedes elegir usar o no las palabras mal sonantes, pero lo adecuado sería no
abusar de ellas. Cuando te refieras a algún grupo étnico, religioso o a
cualquier orientación sexual, procura NO OFENDER ni discriminar. Todos somos
humanos y todos valemos igual. Recuerda que, según los estudios del genoma
humano, TODOS SOMOS NEGROS Y TODOS VENIMOS DE ÁFRICA, independientemente del
color de piel, ojos y cabello. Si alguien se siente excluido de esta
clasificación, entonces está renunciando a que se le considere un ser humano.
Otros
puntos para tener en cuenta. Los signos de exclamación son para uso exclusivo
de los diálogos, es incorrecto usarlos en los pasajes donde trabajas la voz del
narrador, aun siendo en primera persona.
Se ve muy
mal el uso de diminutivos. Destruyes el efecto de morbo cuando dices “mi
coñito”, “mi anito”, “mis tetitas” (¿Por qué ningún hombre dice “mi verguita”,
“mi penecito”, “mis testiculitos”?)
Es
horrible ver las onomatopeyas que algunos llegan a poner en sus relatos. Evita
los “AAAAAAAAAHHHHHHHH”, “MMMHHHH” Y “OOOHHHH”. Busca palabras que
describan los sonidos, no trates de escribirlos.
Ten
cuidado con los localismos. En España, “polla” significa verga, en México hay
una bebida que se prepara con vino Jerez y también se llama “polla”, tengo
entendido que en Sudamérica le llaman “polla” a un premio de la Lotería o algo
parecido. Algunos españoles llaman “Chichi” a la vagina. En México se le dice
“chichis” o “chichies” a los senos. En España, “paja” es masturbación, e
incluso existe el verbo “pajear” (YO te pajeo, TÚ disfrutas, Él se muere de
envidia, NOSOTROS nos divertimos, VOSOTROS nos miráis, USTEDES me desean, ELLOS
follan conmigo hasta que el colchón aguante). En México, “paja” es el heno que
comen los caballos.
Por
contraparte, en España “chaqueta" es una prenda de vestir. En México,
“chaqueta” es lo mismo que “paja” en España, incluso tenemos el verbo “chaquetear”,
que se conjuga (y disfruta) igual que “pajear”.
No digo
que dejemos de usar los localismos, pero hay que hacerlo con cuidado. Hay
palabras como “cayampa” (¿O era “cayampita”?) que a mí no me suenan de nada.
Vigila
bien tus signos de puntuación. En redacción, los puntos suspensivos están
cayendo en desuso. Los diálogos deben marcarse con la raya correspondiente “—”,
no con comillas. El uso de comillas para definir los diálogos pertenece a
idiomas extranjeros, no al castellano.
Procura
separar tus párrafos con un espacio de ENTER, de lo contrario, el cuerpo del
relato se ve apelmazado. Es cierto que los libros impresos vienen sin este
espacio, pero es porque las editoriales economizan papel de esta forma. De
cualquier modo, los libros impresos vienen generalmente con sangría en cada uno
de sus párrafos, esto aligera el efecto de apelotonamiento.
Cuida tu
ortografía. Utiliza el corrector de textos de tu procesador. Sé que es una
porquería, pero ayuda un poco. Infórmate sobre tildes diacríticas y el uso correcto
de la coma; en Internet hay mucha información al respecto.
Respeta
tiempos verbales. Si estás escribiendo en pasado (fuimos, hice, ganó), no
saltes al presente (me abraza, me besa, me folla, se corre).
Cuenta
bien a tus personajes. He notado que muchos escritores aumentan un actor a sus
escenas y dicen algo como “fuimos con mi novio” cuando deberían decir “Fui (Yo)
con mi novio”.
ENTORNO
Juega con
el entorno para darle sabor al relato. En vez de presentar la clásica playa
nudista puedes imaginar una serie de circunstancias y relaciones humanas que
desnuden a tus personajes para darles pie a disfrutar del sexo.
Reitero,
el entorno se plantea al inicio del relato y se van difuminando las
explicaciones conforme la lectura avanza. Si estás tratando un entorno
especial, debes tenerlo presente en todo momento. Esto no significa que debas
ahogar al lector entre detalles técnicos, sólo que tú estés consciente de lo
que expones.
No es lo
mismo explicar el ambiente, las normas de conducta, las acciones y locaciones
dentro de una nave espacial, en órbita alrededor de Tau Ceti, que en una
escuela preparatoria normal, aquí en la Tierra, siglo XXI.
Para dar
diversidad a tu relato, puedes crearte una lista de fantasías o habilidades
sexuales que tengas, hayas cumplido o desearías realizar. Para que tu relato
tenga credibilidad deben ser elementos verosímiles. Te recomendaría que no
describieras acciones o posturas que no hayas practicado. Por otro lado, vigila
bien la coreografía de tus personajes. Es frustrante ver que la chica se
masturba con una mano, mientras que “con las otras dos” pajea a sus amigos. Hay
innumerables relatos donde el hombre está acostado, la mujer lo cabalga dándole
la espalda en posición horizontal y, sin que ella se agache, ambos se besan en
la boca mientras él observa el bamboleo de sus tetas.
Redacta
una lista de tus habilidades sexuales, con una descripción de lo que
representan para ti. Te comparto la mía:
CURRÍCULUM
SEXUAL DE EDITH
SEXO
LÉSBICO
Dominio
de todas las posturas. Gusto especial por las sirenas, los sesenta y nueves y
toda la gama de tijeras.
SEXO
HETEROSEXUAL
Dominio
de todas las posturas y la mayoría de las prácticas. Hasta el momento, sólo con
un hombre. Las prácticas no realizadas son lluvia dorada (por falta de interés),
inserción de mano completa en cavidades (por falta de interés y por
considerarlo riesgoso), dominación/sumisión (por considerarlo ofensivo y falto
de interés).
ORGÍA
LÉSBICA
En
realidad, trío lésbico. Es el límite de lo que he hecho con mujeres.
TRÍOS
MHM y
MMM.
FELACIÓN
Graduada
con matrícula de honor.
La
felación no es convertir la boca en una segunda vagina. Es una práctica donde
pueden intervenir labios, lengua, mejillas, saliva, manos, cuello y cabello. En
mi caso y en el de Naty, nos resulta imposible alojar en la boca un miembro
mayor a los dieciocho centímetros (probado con consolador), Elykner no nos cabe
entero sin provocarnos arcadas muy desagradables. Una vez lo intenté y me dolió
la garganta. Se puede dar mucho placer a un hombre sin correr riesgos ni pasar
malos ratos. Es mejor tener habilidad que abarcar cantidad.
CUNILINGUS
Graduada
con matrícula de honor.
Es todo
un arte. El objetivo es llevar a la mujer al orgasmo. En esta práctica se debe
abarcar (y describir) la estimulación de entrada, labios vaginales y clítoris.
Si alguien describe un cunnilingus deberá narrarlo completo, con lujo de
detalles para dar efecto de verosimilitud.
SEXO ANAL
Graduada
y fascinada.
El sexo
anal es muy agradable cuando el hombre sabe hacerlo bien. Se requiere de mucha
estimulación previa, bastante lubricación y paciencia. Si la mujer no está
debidamente estimulada (nunca ha sido mi caso), puede ser doloroso,
desagradable y hasta peligroso. Es un error garrafal poner en un relato cosas
como que “después de un dolor insoportable comencé a sentir placer hasta que me
corrí”. Afortunadamente Elyk es un experto en todos estos temas, pero he
sabido, por conocidas de otro foro, que cuando el hombre no sabe hacerlo, el
dolor es horrible y no se pasa en varias horas. Si vas a describirlo, tienes
que tomar buena nota de las maniobras preliminares, sin resumir ni saltarte
pasos.
Es
repugnante que, después de una penetración anal, el pene pase a la vagina o a
la boca. El varón debe lavarse los genitales perfectamente antes de cualquier
otra maniobra sexual. Me dirás que en las películas porno a veces aparecen
escenas donde el pene pasa de uno a otro orificio indistintamente; se trata de
filmaciones ya preparadas. Por lo que sé, las mujeres se someten a enemas muy
profundos para quedar bien higienizadas por detrás, de cualquier modo se corren
enormes riesgos de infección vaginal. Nosotros tres hemos hecho muchísimas
cosas, pero siempre con cuidado y respeto a nuestros cuerpos. Ni Naty ni yo
hemos tenido jamás en la vida una infección vaginal. A propósito de las
películas, la inserción de manos completas en el ano o la vagina que a veces
aparece en estos filmes se realiza utilizando anestésicos muy poderosos. Las
actrices o actores que practican esto corren enormes riesgos, por lo que se les
paga muchísimo dinero para hacerlo. ¿Se han fijado que rara vez aparece esta
práctica en las películas cutres?
DOBLE
PENETRACIÓN (ANAL/VAGINAL)
Naty y yo
la hemos probado con Elykner y la ayuda de consoladores. En la vida real no la
conocemos con dos penes, pero imaginamos que no debe ser muy diferente. Es
deliciosa, pero debe practicarse aún con más cuidado que la penetración
exclusivamente anal.
DOBLE
PENETRACIÓN ANAL
Ni la he
practicado, ni la recomiendo. Puede provocar graves lesiones, cuidado con eso
porque lo que escribimos puede ser intentado por los lectores.
BESO
NEGRO
Para
nosotros es un Tour De Force. Obligado si vamos a ser penetradas por el ano. En
nuestros relatos hemos descrito los procedimientos adecuados. Personalmente me
fascina que me lo hagan y hacérselo a Naty. Pero hay que tener en cuenta los
factores de higiene; no se lo haría a una desconocida de quien no sepa nada
sobre sus hábitos de aseo personal.
CANTIDAD
DE ORGASMOS FEMENINOS
Hay un
lector/escritor que se dedica a contar cuántos orgasmos tienen las mujeres de
los relatos y señala como exagerados cuando se pasan de tres. La realidad es
que todas las mujeres estamos preparadas para ser multiorgásmicas. Los factores
de represión sicológica o religiosa, así como ciertos padecimientos físicos
(déficit nutricional, lesiones espinales o problemas lumbares) limitan o anulan
la posibilidad del orgasmo femenino. Una mujer saludable, dueña de sí misma,
empoderada, que ama a su compañero/a de lecho, puede perder la cuenta de sus
orgasmos.
ORGASMO
MASCULINO
Hay una
controversia en que si el hombre tiene o no orgasmos o que si lo que llamamos
orgasmo es en realidad la eyaculación propiamente dicha. Por lo que Elyk me
describe que sienten ustedes, entiendo que sí son orgasmos, aunque quizá no sea
igual al femenino, eso nunca lo sabré. La cantidad de eyaculaciones en un
hombre saludable, que no acostumbre a consumir drogas químicas, bien
alimentado, con una mentalidad enfocada al placer, enamorado y feliz por
“pasarlo bien” oscila entre los seis y ocho orgasmos o eyaculaciones por noche,
como quieran llamarlo. Cuando un hombre conoce las técnicas de Sexo Tántrico,
los ritmos respiratorios que se utilizan en Krav Magá y ciertos deportes extremos,
aumenta la cantidad y calidad de potencia sexual. La verdad que nos han
ocultado es que la disfunción eréctil no tiene razón de ser, salvo casos de
enfermedad extrema. Los problemas de potencia sexual se deben a la mala
alimentación, el stress, el sexo rutinario con pocos alicientes y la basura
mediática que nos venden los fabricantes del Viagra. Chicos, si ustedes cuidan
sus cuerpos, sus cuerpos les responderán con todo el vigor sexual que ustedes
quieran tener. De cualquier modo, aun cuando un hombre careciera de pene,
tiene manos, lengua, labios, nariz, y todo su cuerpo. Elyk me ha provocado
orgasmos usando sólo una oreja, eso nada más para ver si era posible.
EYACULACIONES
SOBRE ROSTRO, PECHOS O CUALQUIER OTRA PARTE DEL CUERPO
Naty y yo
lo hemos pedido y se nos ha concedido, sin embargo no nos gustó. No es que sea
desagradable, es que lo consideramos un desperdicio. Para mí, una eyaculación
bien aprovechada es aquella que llega dentro de mi vagina, mi ano o mi boca.
Otra cuestión es que me guste tomar el semen que me escurre y untármelo sobre
los senos para que Naty lo pueda comer desde ahí (¿Apoco no les calienta
imaginarlo?). Aquello de “blanca esperma resbalando por la espina dorsal” nos
gusta siempre que haya sido eyaculada primero dentro de nosotras.
EYACULACIÓN
FEMENINA
Algunas
de nosotras tenemos la capacidad de expulsar cierto líquido a chorros cuando el
orgasmo es especialmente fuerte. Este fluido sale por la uretra, pero NO ES
ORINA. Es un error tremendo decir que es una meada o cosa por el estilo. Aclaro
que no todas las mujeres tienen la capacidad física para hacerlo, esto no
implica que sus orgasmos sean menos intensos.
Vale, ya
he mencionado lo que hay que poner en un relato y cómo se debe hacer. No es, ni
de lejos, todo el dominio del género erótico, pero creo que basta para ensambla
buenas historias. Quisiera mencionar algunos aspectos negativos.
ACCIONES
Y ELEMENTOS QUE DESTRUYEN EL RELATO SEXUAL
—Un
inicio largo, tedioso y con poco contenido erótico
—Poca
acción
—Mucho melodrama en
pasajes largos
—Escenas
sexuales flojas, apresuradas, con poca descripción y muy escuetas.
—Cortar
el relato sin haber tenido por lo menos una buena escena sexual.
—Prometer
un “Continuará…” que tarda meses, años o nunca llega. Esto es una grave falta
de respeto a los lectores.
—Mala
coordinación entre personajes y cabos sueltos que no se resuelven o se atan
mal.
—Menosprecio
del escritor por sus propias fantasías.
Reitero
mis intenciones. Los escritores que lean este tutorial no deben sentirse
ofendidos ni agredidos por cuanto expongo aquí. Mi deseo es compartir
información, no competir, desmoralizar o destruir.
Me
encantaría que mejoremos la calidad de nuestros relatos. Que aprendamos a
enriquecerlos, detallarlos, manejarlos y hacerlos más interesantes y mucho más
eróticos.
Quisiera
que en lo futuro, cuando nuevos escritores se animen a compartirnos sus
historias, ustedes les señalen este tutorial si lo consideran conveniente. No
se trata de darme muchas entradas a mí, se trata de ayudarnos entre todos a
mejorar. Corregir los errores y desarrollar mejores maneras de escribir no sólo
sirve para “el relato pajillero”; corregir es superar las deficiencias y
conseguir un mejor estilo en la expresión escrita.
A todas y
todos, les deseo una muy excitante exploración de sus facultades imaginativas
con enfoque literario. Espero que hayan disfrutado e este tutorial y que les
sea de utilidad.
¡Besos y
evolución!
Edith
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