Por Paola Bass
Desde que era pequeña me he sentido mujer,
así que como todas empecé vistiendo ropa de mi madre de mi hermana y hasta de
una vecina (que robaba) a escondidas, pero bueno en otro relato contaré como
fueron mis inicios como una chica.
Mi noche empezaba bien, pero como todo, de
repente empecé a sentir unas tremendas ganas de tocarme y masturbarme y no
aguanté más, empecé a toquetearme mi pecho, mi cola, mi vientre y demás, aquí
haré una pausa para contarles que soy una chica delgada, piel morena, un
trasero bastante bonito a mi gusto y un pecho pequeño pero natural que ha
crecido a raíz de las hormonas que tomo, en general soy una chica un poco fuera
del promedio y algo llamativa.
El asunto es que esa noche yo estaba muy
caliente y empecé a tocarme y ver algunos videos en internet para calentarme
más y más, saqué mi consolador y me dispuse a usarlo un muy buen rato para
calmar mi calentura, me vine varias veces pero eso no hizo que dejara de estar
como toda una perrita en celo, necesitaba ser cogida pero por alguien que se
moviera sin que yo tuviera que hacerlo, quería a alguien dentro de mí y se me
vino a la mente mi roomie a quien se que le gusto desde que nos conocimos
aunque yo jamás había hecho nada como para insinuarle algo; al contrario
siempre he sido muy seria y cortante con él pues si vivimos en el mismo
departamento no quería que luego a cada rato quisiera estarme tocando y
cogiendo y tampoco quería después sentirme incómoda.
Mi roomie es un chico como de 1.70 de
estatura no muy guapo pero tiene lo suyo, sabe perfectamente bien que yo soy
una niña trans y aun así quiere conmigo, el punto es que esa noche pensando en
él se me ocurrió salir a la cocina a tomar un poco de agua, ese obviamente solo
era el pretexto porque lo que en realidad quería era que saliera y me viera,
cabe decir que salí de mi habitación completamente desnuda así lo provocaría y
tal vez acabaríamos cogiendo; yo salí un poco sigilosa y en con mucho nervio
porque tampoco era muy consciente de lo que estaba haciendo, yo estaba
temblando pero no era de frio sino de nervios porque saliera, lo malo fue que
esa noche nunca salió y con toda mi calentura me regresé a mi habitación a
seguirme dando placer yo solo y con mi consolador, a meterme mis deditos por atrás,
tanta era mi calentura que me metí hasta cuatro dedos y me sentí volar, empecé
a gemir de placer con miedo que esta vez si se levantara mi roomie.
Esa noche todo pasó sin más sorpresas pero
en la mañana siguiente al despertar descubrí que yo aún estaba caliente así que
me seguía pasando la idea de ser cogida por mi roomie, idee un plan para esa
misma noche, decidí que en cuanto se despidiera para ir a dormir yo me pondría
mi ropa interior más atrevida y saldría así de mi habitación casi
inmediatamente ya que sé que luego olvida cosas y sale para buscarlas; preparé
todas mis cosas desde el medio día para que no faltara nada y en cuanto se
despidiera empezar con mi plan.
Llegó la noche y había pasado todo el día
como perrita en celo (súper caliente), tanto que estuve a punto insinuármele al
señor que nos renta pero afortunadamente esta vez me pude contener, llegó la
hora de despedirnos y entonces mi plan empezó a ponerse en marcha, fui a mi
habitación y en lugar de ponerme todo lo que había planeado decidí solo ponerme
una batita muy transparente, súper cortita que hace que casi se me vea la cola
y sin ropa interior, me fui a la cocina e hice como que estaba sacando un vaso,
así me quedé un buen rato, y hacia bastante ruido con ellos de tal manera que
escuchara y hacerlo salir, también el ruido la hacía para disimular que no
escuchaba su puerta cuando la abriera. y de repente pasó lo esperado, escuche
que se habría su puerta, pero me hice la que no escuché y más saque la cola y
me contoneaba un poco como buscando el vaso, pasaron como dos minutos,
eternos para mí, pero no veía ni sentí que viniera, tenía miedo de voltear y
entone hice como que acomodaba los vasos que estaban lavados.
De repente sentí cómo se me acercó por
detrás, se me pegó muchísimo, y me dijo muy cerca del oído - ¿Qué haces? - yo
solo salte del susto, voltee hacia él y me hice la sorprendida aunque debo
admitir que si me puse algo roja, pero pude contestar - Estoy acomodando los
vasos pero ya me voy a acostar, pensé que ya estabas dormido - y tratando de
taparme con mis manos mi cola y mis bubis, él solo sonrió con una mueca
pervertida, yo hice por irme pero el me agarró de la cintura y me dijo - no te
vayas, sigue acomodando, si quieres te ayudo! - yo solo me puse un poco más
nerviosa y no sabía qué hacer, el me volteó de un jalón y yo no pude
resistirme, al contrario eso me iba excitando más y más, en mis adentro pensé -
Ya ves Pao por andar de PUTA - y entonces tomé otro vaso y me dispuse a
acomodarlo, cuando me agaché para ponerlo en si lugar saqué mi cola lo más que
pude para pegarla a su paquete, y lo conseguí si paquete ya parado dentro del
pijama quedó entre mis nalgas desnudas, el hizo un poco por moverse pero lo
hizo muy despacio, y yo disfrutaba de esa sensación y estaba feliz de haber
conseguido mi objetivo, seguí acomodando los vasos pero cada vez que me
agachaba él se acercaba más a mí y yo le pegaba más mis nalgas, terminé de
acomodar los trastos y entonces me volteé de frente a él, lo vi a la cara y esa
vez tenía una cara de "te quiero coger ya zorra", yo no había notada
que tan grande era su verga hasta que me acerqué un poquito más a él, sentí una
tranca que me detuvo, pues era nada más y nada menos que su verga parada a todo
lo que da, moví mi mano izquierda hacia ella y le pregunté - ¿Y esto? - obviamente
agarrando la tremenda verga con mi mano y haciéndole una movimiento como masturbándolo,
él solo respondía - Así me pusiste! - yo solo le solté una sonrisa pícara y le
pregunté con una voz infantil
-P: ¿En serio así te pongo yo?
-X: si zorrita así me pones, me tienes
todos lo días con la verga bien parada
yo solo me puse roja y agarre ese gran
trozo de carne con más fuerza.
- X: ¿quieres verla?
- P: Si, si quiero verla
En eso hizo por bajarse el pijama pero yo
lo detuve con una mirada muy provocativa, inmediatamente le agarré yo misma el
pijama y empecé a bajarlo al mismo tiempo que yo me iba hincando frente de él,
cuando acabé de hincarme también jalé completamente el pijama y ¡¡oh por dios!!
, eso me puso a mil, era una verga carnosa, brillosa por el líquido seminal que
había salido y olía como algo raro, un olor que me hacía querer meterla en mi
boca de una vez por todas, y yo ni tarda ni perezosa y con lo PUTA que me
estaba sintiendo, empecé a acercar mi cara a ese pedazo de carne, cada vez sentía
más y más escalofríos pero de nervios, me estaba poniendo más caliente y
emocionada de poder chupar esa noche esa verga que olía delicioso y estaba
caliente, agarré su verga con mi mano, esta algo grande y gorda, mi mano alrededor
de ella y aun salió un buen pedazo por arriba que fue el primero que mi lengua
probó, era tan rica que quería devorarla en ese instante pero me contuve y fui
despacio, se le estuve mamando por un buen rato, la metía de repente hasta el
fondo que me sentía ahogar, y así chupé ese verga deliciosa por una 10 minutos
con mucho cuidado de no lastimarlo, el solo gemía, me decía lo bien que lo
hacía y lo PUTA que me veía en esa posición, eso me seguía calentando más y más
que empecé a chupar con más ganas, de repente empecé a sentir sus espasmos de
que se vendría, quiso detenerse pero yo no lo deje, saque su verga de mi boca y
le dije que quería probar su leche en mi boca, que se viniera todo en ella, y
entonces lentamente me la volví a meter en boca, el suspiró y empezó a gemir más
fuerte y a respirar más y más agitado, de nuevo pude sentir sus espasmos y como
su verga empezaba como palpitar en mi boca, de repente sentí toda su leche
chocando con mi paladar, mi legua y garganta, era tanta que no podía contenerla
en mi boca y empecé a tragarla, eso me excitó aún más y la chupe con más ganas,
y tragaba todo lo que salía, cuando sentí que salía menos empecé a retenerla en
mi boca hasta que ya no salió más. cuando él sacó su verga de mi boca yo empecé
a jugar con su semen, poniéndolo en mis labios, dejando caer un poco en mis
pechos, me sentía como toda una PUTA acabada de coger, aunque apenas solo había
mamado su verga.
Creí que hasta ahí había acabado, me tragué
lo último de leche que tenía en mi boca y sentía como un poco la lengua dormida,
yo seguía como perra en celo, caliente hasta más no poder y entonces el me
ayudó a levantarme y empezó a tocar mi pequeño pene semi erecto, yo me
sorprendí un pero lo dejé que siguiera, luego corrió sus manos hacia mi cola y empezó
a estrujarla, me dijo - pero si estas toda mojada -, y de un tirón muy brusco
me volteó, subió mi bata la cual yo agarré para que no bajara y empezó a
manosearme todita, yo le dije
-P: ¿Pero es que aún tienes pila?
X: Si zorrita, este culito tiene que ser
mío
Se bajó hasta mi cola y empezó a besarla y
chuparla, de repente llegó a mi anito que ya estaba super mojado y dilatado y metió
su lengua dentro, yo estaba en lo gloria, gimiendo y diciendo que no parara, le
decía más fuerte que siguiera, que se sentía deliciosos, de repente de mi boca
salió un "YA CÓGEME, YA MÉTEME TU VERGA QUE LA NECESITO".
Él se puso de pie, acercó su verga a mi
pequeño orificio y de un solo golpe me la dejó ir completita, no me dolió, al
contrario me sentí plena y satisfecha, no quería que me la sacara, quería estar
así empalada por él toda la noche, sentí deseo de que me cogiera todos los días,
dormir ensartada en esa riquísima verga, yo la apretaba con mi anito para
impedir que saliera de mi culito, pero el empezó a sacarla poquito a poquito y
me la metía toda de un empujón, eso me estaba gustando muchísimo, yo estaba
empinada sobre la barra de la cocina siendo cogida por mi roomie, el que yo
misma me decía que estaba prohibido, pero me estaba poniendo una cogida que me
encantaba y le gritaba que me diera más fuerte, que me diera nalgadas, lo cual
hizo de inmediato pero me nalgueó despacito, le dije dame fuerte, nalguéame
fuerte, como la PUTA que soy, soy tu perrita, tu zorrita y esclava cogelona,
házmelo fuerte, no pares, yo estaba súper caliente y estaba disfrutando
muchísimo de esa cogida magistral que mi roomie me estaba poniendo.
- P: Cógeme así, soy tu puta, hazme tuya,
métemela hasta adentro.
El solo respiraba cada vez más agitado y me
agarraba de la cadera para jalarme y empujar su verga más y más adentro. De
pronto era tanta mi excitación, calentura y placer que empecé a venirme y grité
algo fuerte, COOOGEEEEMEEEEE y él se vino también el mismo tiempo porque empecé
a apretar su verga con mi colita, lo apretaba lo más fuerte que podía y a él le
causó tanto placer que volvió a venirse, pero dentro de mí, me encantó tanto
sentir como me llenaba de su leche que mi orgasmo duró muchísimo.
Cuando terminamos ambos, yo me quedé un
momento ahí agachada boca abajo sobre la barra con su verga aun dentro de mí,
cuando la sacó sentí como un vacío, sentí que quería seguir siendo penetrada
por ese gran pedazo de carne, me incorporé voltee a verlo, lo bese en la boca
con un beso un poco largo, mojé mi mano con mi lengua, la pasé por su verga y
sin decir nada me fui a mi habitación.
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