Por Catalina
OTROS RELATOS TENIENDO CATALINA COMO EL CENTRO DE LA HISTORIA
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Esta parte de mi historia es ficticia, pero me encantaría que me hubiera pasado.
Primero quiero decir ya había pasado más de 10 años de
mi primera violación con mi medio hermano y cinco años de la segunda vez que
tuvimos relaciones sexuales. Un poco después decidí comenzar un régimen de
hormonas de estrógeno y bloqueadores de testosterona. Comencé a desarrollar un
cuerpo más femenil con algo de curvas. Pero con mi ropa de varón todavía podía
ocultar todos esos cambios. Me gradué de secundaria como varón y de allí yo cambié
totalmente. Al comenzar la preparatoria yo comencé a ser la persona que yo quería.
Yo era una chica con un secreto entre mis piernas. Pasé a llamarme Catalina Pérez
y todos en la escuela me confundían así nadie sabía quién yo era en realidad,
pero mi nueva realidad era ser Catalina Pérez. Comencé a salir con chicos, pero
nunca llegué a tener relaciones sexuales con ellos pues por obvias razones
tampoco nunca dejé que un chico me tocara entre mis piernas. Yo era feliz como
Catalina Pérez
Vuelvo a mi
historia.
Una mañana me levanté como cualquier otro día a la
escuela. Era Halloween y pues todo se disfrazaban de algo o alguien. No me
gustaba mucho eso, pero decidí hacerlo también. No tenía un disfraz ni nada eso,
decidí nomas de ser una ninja sexy. Busqué en mi ropero y encontré unos
pantalones de mezclilla, con unas partes rotas en lugares un poco sexy. Después
encontré una blusa trasparente negra se me notara todo mi sostén negro. Luego
me puse un velo también trasparente. Me vi en el espejo y me gustó como me
miraba. Luego me puse una chamarra de piel negra. Para ser honesta yo no parecia
ninja, pero me gustó mi estilo y así salí de mi casa y pues me sentía un poco
vulnerable porque enseñaba más de lo acostumbrado. La última vez y única vez
que salí con menos ropa fue en unas vacaciones que salí a Las Vegas y me puse
un bikini que para no decir mucho dejaba muy poco a la imaginación, pero bueno
esa es otra historia.
Bueno salí y muchos me decían muchas cosas como
“mamacita, qué rica te vez, baby, bebé”; entre otras cosas. Seguí mi camino a
la prepa cuando de repente mi mirada y mi corazón casi se salía de mi pecho. Vi
salir a un papacito de su carro, me vio y me dijo “Adiós preciosa”. Pero esa
voz yo la conocía giré mi cabeza y no podía creer quien era. Otra vez mi corazón
casi se me salía de pecho era mi medio hermano. Nos vimos a los ojos y yo me acerqué
a él ya un poco coqueta en mi camino y le dije “¿Qué papacito te gusto?” Y el respondió
“Si eres muy guapa". Yo no aguanté más por dentro me moría por volverlo a
ver desde la última vez y me acerqué a él y le di un beso en la boca. Y le dije
que era yo su medio hermano pero que ahora era su media hermana. Se quedó sin
palabras y dijo que había cambiado mucho y le dije que sí y mucho. En ese
momento ya no aguanté las ganas y le dije que iba a la prepa pero que si me llevaba
a un motel me iba con el de pinta. Me preguntó qué cuantos años tenía y le dije
que era todavía menor pero que no importaba. Le dije “Tú me hiciste hembra
desde hace años entonces no importa cuántos tenga sólo confórmate saber que todavía
soy una menor de edad y que quiero coger contigo”. Se quedó el medio menso con
lo que dije. Me acerqué por el costado y le di un beso en la mejilla y me subí
en su carro del lado del pasajero. El vino y se subió del lado del conductor, arrancó
el carro y salimos. Me preguntó si quería comer algo yo le dije que quería su
salchicha con huevos y leche. El me sonrió y yo le di una palmadita en sus
partes íntimas. De allí yo le dije que quería ir al motel que estaba cerca de
mi prepa. Él me dijo que era peligroso por la proximidad a la escuela, pero yo
le dije que me encantaría que me vieran entrando a un motel con un papacito
como él. Él me sonrió, nos fuimos. Llegamos y me dijo que lo esperaba en el
carro para que el dueño de hotel no sospechara que yo era una menor de edad y
llamara a la policía. Ya que le dieron las llaves abrió mi puerta y yo salí
medio coqueteando con él me di la vuelta para cerrar la puerta del carro cuando
sentí una nalgadita en mi trasero me di vuelta rápido, pero sin decir nada me
levantó y me cargó cómo si fuéramos recién casados. Me llevó al cuarto, abrió
la puerta mientras todavía me cargaba. Al entrar a la habitación, me avienta en
la cama de cuarto. Yo dejé ir un gemido con poco de dolor y sorpresa por haberme
aventado. Después él se lanzó sobre mí y nos comenzamos a comernos a besos
mojados. Con los besos nos comenzamos a desvestirnos mutuamente. El comenzó con
quitarme el abrigo de piel que cargaba, luego mi blusa mientras yo le quitaba la
camisa que andaba. Luego me quitó mis pantalones y me dejó solamente con mi
sostén y mi tanga. Yo también lo dejé con no más que su bóxer. En eso miro esa
polla atrapada en sus calzoncillos y yo me fui directo a quitárselo. cuando me
paró y me digo que no. Lo vi muy confundido después de los besos lo noté
callado y tímido no sé por qué. Le coqueteé un poco y lo besé y me dijo que
estaba mal. Que yo era su medio hermano y no podía. Yo lo calle rápidamente y
le dije que yo no era su medio hermano si o que yo era su media hermana y que
no me viniera con cosas de que somos familia porque eso no lo pensaste cuando cogimos
las dos primeras veces. Se quedó mudo allí otra vez, comencé a bajarle el bóxer
y de repente salió su polla tiesa. Lo vi y le dije “tu polla opina diferente”.
De repente siento algo que no sentía hace mucho. Mi clítoris se comenzó a poner
semi erecta y sentía como se me mojaba la tanga en cuestión de segundos. Me
levanté y se me notaba un pequeño bulto enfrente de mí. Allí mi medio hermano
me abrazó y lentamente comenzó a besarme otra vez. Metió su mano entre mis
piernas y me comenzó a acariciar mí ya casi erecto clítoris. Yo no lo podía
creer desde que había comenzado mi régimen hormonal no había podido tener una erección,
mucho menos mantener una pero el modo como me lo tocaba sentía algo diferente
hasta que me la saco de mi tanga. Me la comenzó a pajiar un par de veces y yo
deje salir unos gemidos. Cerré mis ojos y de repente sentí algo caliente en mi clítoris.
Me asuste abrió los ojos y miro a mi medio hermano mamándomela de repente le
dije no, no, no. Subió su cabeza y le dije que no quería eso. Entonces vine yo
y le comencé a chuparle su polla acariciarla, besarla. De allí escuché un “Dios
mío nena sí que sabes chuparla rico". Yo seguí con mi trabajo concentrada
en darle placer de repente escucho sus gemidos mucho más fuertes y más seguidos
de repente dijo “Eres la mejor nena que me la haga mamado ahhh me vengo” y de allí
soltó toda su leche. Era como una manguera de semen chorro, tras, chorro de
leche caliente que tiraba sobre mi cada, boca, y más sobre la cama que soltó.
Después que acabó me dijo otra vez que nunca ninguna
nena se la había mamado como yo y que hacía tiempo no se venía también. Claro
yo tenía un poco de leche en mi cara, mi sostén y la mayoría en la cama. Le
dije que gracias por decirme que era la mejor pero entonces vi que no estaba satisfecho
del todo. Yo mire esa polla todavía tiesa. Le dije que si no le había gustado y
me dijo que si entonces le pregunte porque seguía su polla tiesa y me dijo que
lo había hecho tan bien que quería más. Allí le pregunté que más quería y el respondió
“quiero todo" cerré mis ojos y me acordé de la segunda vez hace cinco años
atrás me dijo lo mismo también. Abrí mis ojos un poco media coqueta y le
pregunté que era todo a lo que respondió quiero hacerte sentir toda una mujer.
Con eso yo no tuve más duda que me quería me deseaba y tal vez hasta me amaba.
Con eso yo me quité mi sostén y mis pequeños pechos quedaron liberados y
finalmente me quité la tanga dejándola al piso, así quedando completamente
desnuda frente a mi medio hermano. Me sentía liberada, pero a la vez vulnerable
no tenía nada para esconderme detrás. Con eso camine así a él y el me agarro de
mis caderas y me comenzó a besar. Los dos desnudos su polla tocando mí ya
erecto clítoris. De allí me dijo ahora te voy a hacer mujer. Yo le dije que quería
ser su mujer y su hembra a lo que el sonrió y me dijo está bien. Después me dio
la vuelta yo ahora mirando a la cama, el en mi espalda, todo mi trasero expuesto
a él. De allí vi que busco billetera y saco un condón de allí. Lo abrió y yo le
dije que se lo quería poner en su polla y así fue. Ya con si polla en el condón
me dio la vuelta y comenzó a jugar con mi ano con si polla tentándome y a la
vez lubricándome. Yo ya estaba como en perrita en celo quería que me cogiera y
le supliqué que me cogiera, sentí una presión y escuché un pop y yo dejé ir un
gemido. Después me comenzó a coger, el dolor rápido se convirtió en placer. Me
puso sobre la cama de rodillas mientras el parado detrás de mi comenzó a cogerme.
Me agarró a besos por atrás y sentí como me convertía en su hembra. Yo no
aguantaba, estaba a punto de explotar, pero mi medio hermano no me dejaba pajearme
mientras me cogía. Le peleé un poco hasta que me soltó y yo no más, con mis
manos me di dos pajeadas y comencé a lanzar chorro tras chorro de semen, nunca
me había venido así cada vez que hundía su polla me sacaba más semen hasta como
la quinta vez que comencé a tirar menos y menos manchando las sabanas de la
cama hasta que paré y en mis muslos tenía bastante semen también.
Me asusté un poco porque mi semen era claro, no tenía
nada blanco, no era espeso como el de mi medio hermano. Él me dijo que como
estaba en hormonas de nenas y pues mi semen no era igual. Mientras me dijo esto
el todavía estaba adentro de mí. Yo exhausta pero el comenzó otra vez a meter y
sacar su polla de mi cogiéndome mientras algo raro pasaba en mí. Después de
haberme venido mi clítoris estaba erecto todavía. Bueno no sé si él lo notó o
no, pero después de un rato él me puso en posición de perrita. Me bajó tanto
que mi semi erecto clítoris quedó sobre las sabanas de la cama. Cada metida de
su polla me sacudía todo mi cuerpo. El la metía y yo gemía. Duramos un rato
cuando comencé a sentí una sensación de presión en mis adentros. Cuando estábamos
cogiendo mi semi erecto clítoris raspaba con la sabana de la cama hasta que no aguanté
y me comencé a venir por segunda vez, pero esta vez tuve un orgasmo me temblaba
mis manos y caí de cara en la cama mientras tiraba chorros de semen.
Mi medio hermano después de haberme venido me dio
vuelta ahora yo mirándolo a él mientras me cogía. Después de un momento sentí
como algo adentro de me se hizo un poco más grueso y escuché a él gemir duro y sentí
como dejé sus fuerzas y allí supe que me estaba viniendo adentro de mi
lamentablemente tenía condón y todo se quedó allí. Se lanzó encima de mi
exhausto y yo también. Le quité el condón de su ya flácida polla. Estábamos muy
cansados que nos acostamos juntos los dos desnudos y nos dormimos. Yo le di la
espalda y él llegó detrás de mí y me abrazó y así juntos nos quedamos dormidos.
Después de dormir él se metió a bañar y yo desperté. Vi a ese hombre mirándome
con su polla bien erecta e iba hacia él, pero no me dejó tocarlo. Me dijo que
me bañara y eso hice. Cuando salí ya él estaba cambiado y listo para salir. Yo
me puse mi tanga y mis pantalones. Cuando tomé mi sostén vi que estaba bien
manchado del semen de mi medio hermano. Le dije a él y me dijo que íbamos al centro
comercial a comprar uno nuevo. Pero pues no podía salir pues mi blusa era
trasparente y si salía así se me miraba los pechos y pezones y pues no podía
salir así. Él me dijo que íbamos a ir a Victoria Secret's a comprar un nuevo sostén
para mí. Así que me puse mi chamarra de piel sobre mi blusa trasparente y
salimos del motel. En el centro comercial en el tiempo que anduvimos allí los
dos fuimos agarrados de las manos como dos novios. Entramos a las tiendas y
escogí un sostén de allí y él me lo compró. De ahí nos fuimos en su carro, me dijo
que me llevaría a mi casa. Claro yo acordé que antes de llegar a mi casa le
dije que me tendría que poner mi sostén. De allí me quite mi chamarra de piel.
Cuando me quité la blusa, sentí sus manos agarrando mis pechos libres y después
puse su boca sobre mis pezones y me dio unos pequeños mordiscos. Dejé salir
unos gemidos y noté que su polla estaba ahogada en sus pantalones. Le bajé sus
pantalones adentro de carro y me comencé a mamar esa polla. Mientras le mamaba
la polla dejaba salir gemidos tras gemidos hasta que sentí su polla ponerse
bien tiesa y soltó chorros de leche. Yo como toda una buena hembra me tragué
toda esa leche sin dejar ninguna gota desperdiciar de ese dulce néctar de los
dioses. De allí me levanté me puse mi sostén y me llevó a mi casa. De allí se despidió
de mí y le dije que gracias y que a ver cuándo nos volvíamos a ver. Le di un
beso y salí de si coche. Cuando entré a mi casa mi mama me preguntó porque tan
feliz. Entre mis labios medio me sonreí y dije ese es mi secreto y me fui a mi
cuarto.
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