Tuesday, March 19, 2019

LGBT: Diversión en las duchas del gimnasio



Por Sirky

Iba a seguir contando mi historia sexual, pero ayer me pasó algo interesante en el gimnasio, así que he pensado que la mejor manera de rememorarlo es escribiéndolo.

No suelo ir demasiado al centro deportivo, pero de vez en cuando me apetece hacer algo de deporte: cardio y algunos ejercicios de piernas y culo ^^

Ayer entré en la piscina y mientras decidía en que carril ponerme, vi que en uno de ellos había un chico negro. Yo no he estado nunca con una polla negra, pero he de admitir que me ponen mucho. Sobre todo porque supongo que todo el mundo ha visto fotos de ellos.

El caso es que al ver al chico nadando por el carril se me pasaron muchas imágenes por la cabeza, así que me metí en su carril y le observé discretamente. Al cabo de unos 10 minutos salió de la piscina. Aproveché para ver como el agua se deslizaba por su cuerpo... Estaba bastante fuerte y se le notaban los músculos, sobre todo de los brazos. El bañador era lo suficientemente holgado como para que no pudiera sacar ni una pista de lo que había debajo. No me lo pensé dos veces y yo también salí.

Me fui a los vestuarios y vi que él ya se estaba duchando. Me metí en la zona de duchas y elegí la de su mismo lado, dejando una ducha en medio de separación. Solo había otra persona más que estaba en las duchas de la pared de enfrente. Empecé a ducharme mientras esperaba ansioso a que se quitara el bañador, ojeando de vez en cuando de manera disimulada. Cuando se lo quitó la verdad es que me sorprendió gratamente. No estaba esperando nada como en el porno típico, ya que sé que eso no deja de ser porno, pero tenía una polla que no era muy larga pero sí bastante ancha. Miré más de la cuenta y creo que se dio cuenta. Traté de disimular quitándome el bañador, enjuagándolo y enjabonándome.

Nunca me ha gustado quitarme el bañador en las duchas porque tengo vergüenza del tamaño de mi pene, pero me pareció una buena manera de hacer tiempo mientras seguía tratando de mirar de reojo la polla negra que me tenía tan fascinado. Cuando se tocó la zona para enjabonarse no pude separar mis ojos de ella. Creo que fue demasiado evidente porque terminó rápidamente de ducharse y salió de la zona de duchas.

Fue entonces cuando me di cuenta de que el otro hombre que había en la zona de duchas estaba enjabonándose el pene de forma muy visible. Le observé unos segundos y vi cómo se la enjabonaba con movimientos rítmicos. Me puse rojo como un tomate y me giré rápidamente. Claramente él se había dado cuenta de mis miradas indiscretas al hombre negro, y parecía que le había gustado... Le miré de reojo y vi que seguía enjabonándose la polla al mismo ritmo. Había crecido algo más y parecía estar algo más dura. No era muy grande, pero me puso a mil ver como se tocaba en una zona pública. Decidí empezar a enjabonarme el culito, girándome para que quedara bien a la vista.

Giré la cabeza para mirarle y vi que había dejado de disimular y estaba masturbándose cada vez más rápido. Le miré a los ojos mientras me metía un dedo en mi culito, y vi como su mirada se movía de mis ojos hacia mi culo. Bajó la velocidad de su mano, pero empezó a hacer unos movimientos más bruscos y fuertes... Fue entonces cuando se oyeron unos pasos acercándose. Yo tuve el tiempo justo para sacar el dedo de mi culo y él de girarse para poder ocultar su erección. Lleno de vergüenza y de excitación salí de las duchas, me vestí y me fui a casa.

A los 10 minutos ya volvía a estar en una ducha, pero esta vez la de mi casa. Puse mi pene en la cajita de castidad, cogí mi consolador favorito y lo pegué en la pared con la ventosa. Me puse de rodillas, cerré los ojos y empecé a chuparlo como si fuera la polla del hombre que se había estado tocando delante de mí. Tenía unas ganas tremendas de hacerle disfrutar: chupé la punta, le acaricié los huevos, la lamí desde la base hasta la punta, y cuando estuvo bien húmeda, me la metí hasta el fondo dela garganta notando cada centímetro en mi boca.

A los pocos minutos no aguanté más, me puse de pie, acerqué mi culo a la pared y me metí el consolador entero hasta el fondo de mi culo a la primera. Esperé unos segundos disfrutando de la mezcla de placer y dolor y luego empecé a follarme el culito. Entre el agua, el recuerdo de ese hombre tocándose la polla y el consolador duro entrando y saliendo de mi culo me puse a mil. Empecé a gemir y a moverme con movimientos cada vez más bruscos. Hacía que el consolador prácticamente saliera de mi culo para luego acercar mi culo a la pared rápidamente. Notaba como con cada embestida el consolador rozaba esa zona de mi culo que me hace perder el control y que me acercaba un poco más al orgasmo, cuando de repente oí la puerta de casa.

Me quedé paralizado con el consolador completamente dentro de mi culo. Tenía miedo a moverme por si mis movimientos delataban a mis compañeros de piso lo que estaba haciendo. Oí pasos que se acercaban al baño y de repente uno de mis compañeros me dijo que iban a pedir pizzas y si me apuntaba. Contesté con un casi imperceptible "sí". En cuanto oí los pasos alejarse de nuevo me quité la cajita y liberé mi pene. Sabía que no tenía mucho tiempo y que al no poder hacer ruido iba a ser difícil terminar sin tocarse. Así que cerré los ojos y me concentré en la imagen del hombre tocándose la polla en la ducha, reanudé los movimientos para que el consolador entrara y saliera de mi culo sin parar. Cuando noté que estaba cerca empecé a tocarme el pene y a los pocos segundos me corrí.

Me fastidió no poder gemir mientras me corría y no poder correrme sin tocarme (suelen ser unos orgasmos espectaculares!), pero sobre todo lo que me fastidió fue no poder disfrutar de ninguna de las dos pollas que había visto ese día.

Como podéis ver, sigo siendo virgen en cuanto a pollas negras. Supongo que tendré que seguir conformándome con el porno...


No comments:

Post a Comment

ENCUENTROS - EROTISMO EN CANTO-RELATO-POESIA

  A todos los poetas eróticos, se les invita que envíen sus poemas grabados a Radio Nuestra America, en su programa Encuentros. Una radio al...