Tuesday, July 3, 2018

FANTASIA: Mi novia, la Escort




Por Raúl y luego Alicia


CAPÍTULO 1:

Hola a todos, me llamo Raúl y tengo 27 años, mido 1.60m, 62 kg, pelo corto negro, ojos marrones delgado, y soy contable en una pequeña empresa, bueno...lo era ya que hace poco me despidieron y ahora estoy en el paro. Esta historia que voy a contar tiene otra protagonista, mi novia Clara, ella tiene 30 años, mide 183cm es rubia con el pelo corto, ojos verdes, medidas 105-60-95 y es cajera de supermercado.

Llevamos 5 años de feliz relación, aunque los primeros 3 años fueron muy duros para mí, porque ella trabajaba como scort, cuando la conocí ella ya se dedicaba a ese mundo y pensé que sería un sueño ser novio de una prostituta, pero no sabía lo que decía. Ella buscaba una pareja a la que no le importase su profesión, ella ganaba un dineral y viajaba mucho, por eso llegué a estar más de un mes sin verla por estar de viaje, además siempre que sabía que estaba trabajando yo dormía muy mal no hacía más que pensar en que había otro hombre (u hombres) que se la estaban follando en ese momento. Aunque ella me lo compensaba sacándome a cenar o con viajes donde ella pagaba todo, y por supuesto en la cama, era toda una leona en la cama, ella era quien llevaba la iniciativa y se la veía que era toda una experta. Mi polla desaparecía fácilmente en su boca, no es que sea muy grande (13cm) pero bueno… Todas las noches que pasábamos juntos hacia que me corriera 2 o 3 veces, mientras que yo no siempre conseguía que se corriera, aunque ella algunos días me decía: “No pasa nada cariño, si ya me corrí este mediodía en el trabajo”. No era algo que me tranquilizase, pero al menos no la dejaba con el calentón, lo que sí me gustaba es que ella hablara de su trabajo omitiendo detalles que puedan herirme y, pero con total tranquilidad: “Mañana me toca viajar a las islas Canarias a una convención” “Esta mañana he tenido una reunión con 3 empresarios para cerrar una compra” “Me trasladan todo el mes a Miami por una fusión de empresas.

Pero por suerte para mí, eso es cosa del pasado, y ahora seguimos siendo una feliz pareja, aunque no podamos darnos los lujos y caprichos que podíamos darnos antes. La semana pasada le pedí matrimonio en el mejor restaurante de la ciudad (que ella conocía a la perfección), compre un anillo, no era muy exclusivo, pero era lo que me podía permitir, lujos que pague con el finiquito que recibí, pero quería que esa preciosa mujer fuera mi mujer para toda la vida, y ella aceptó muy emocionada e ilusionada.

Ahora tenemos un problema… Con su sueldo de cajera (tiene mucho dinero ahorrado, pero prefiero que lo deje para el futuro) y estando yo en el paro no podemos afrontar los gastos de la boda por eso lo hemos pospuesto hasta que yo encuentre algo.

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CAPÍTULO 2:

El otro día mi novia se encontró con un excliente suyo y la invitó a cenar por “los viejos tiempos”, a mí no me importo mucho la verdad confiaba en ella. Cuando llego a casa yo estaba en el salón viendo la tele, y pude ver lo preciosa que se había puesto para cenar puesto que iban a un restaurante muy exclusivo. Se sentó a mi lado y después de preguntarme qué tal la tarde, me dijo que tenía una buena y una mala noticia, yo me asuste y como todos en esta situación no sabía que noticia pedir antes. Pedí la buena, y me dijo que sabía cómo conseguir mucho dinero para pagar la boda e incluso un gran trabajo para mí, esa noticia no era buena era genial y me alegré muchísimo. Entonces pregunté por la otra noticia al ver que ella no se alegraba tanto como yo, y es que su cliente le dijo que la echaba de menos y que le gustaría pasar junto a ella el tiempo que él estaría en la república dominicana de negocios. A mí se me corto la emoción al momento, la oferta era buena pero no sabía si podría pasar de nuevo por esa situación, le pregunté a ella que pensaba, y me dijo que el dinero y el trabajo nos venían genial, pero quería que yo tomara la decisión por ella, ya que era yo quien lo pasaba peor de los dos cuando ella se dedicaba a esa profesión.

Le pedí tiempo para pensar y ver si me salía algún otro trabajo para evitar pasar por esa situación.

Hoy hace ya un mes de la última vez que hablamos de ello y por mucho que busco trabajo no doy con nada que nos dé una estabilidad para vivir y pagar la boda. Así que creo que, aunque me pese le diré que acepte la propuesta.

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CAPÍTULO 3:

Su cliente se puso muy contento al saber que aceptamos, y ya me está buscando trabajo en alguna de sus empresas. Él quiso que le conociera para que yo no lo pase tan mal y ver que, aunque es cliente de mi novia podíamos llevarnos bien. Por eso nos invita a cenar a su casa de vez en cuando donde nunca hablamos de los “negocios” que tienen entre manos.

Al conocerle me he dado cuenta de que si tengo que dejar que mi novia vuelva a trabajar de scort prefiero que sea con Alberto que con algún otro personaje. Alberto tiene 35 años, mide 1.90m, simpático, don de gentes, practicaba rugby así que tiene un cuerpo esculpido, viéndole nadie pensaría que es informático. Se hizo millonario cuando vendió una aplicación que ahora se utiliza en todo el mundo y con ese dinero ahora mantiene varias empresas del mundo de la informática, telefonía y del mundo de los videojuegos (soy fan de una de sus sagas de videojuegos). Tenemos los mismos gustos, nos gustan los coches, los videojuegos, los deportes (aunque nunca he sido bueno practicándolos), el humor y a los dos nos gusta mi novia.

Mi novia me dijo que la trataba genial siempre que tenían negocios, él nos dijo que no tenía tiempo de tener novia por eso recurre a scorts de vez en cuando, que él no era el típico putero. Además, el me respetaba por ser su novio, para él las parejas eran sagradas, nunca intentaría ligársela teniendo novio.

La verdad es que después de conocerle me quedé mucho más tranquilo y estaba menos nervioso sabía que la dejaba en buenas manos, además solo sería por un mes luego nos casaremos y viviremos felices los dos. Las semanas siguientes fuimos mucho de tiendas ya que Clara quería llevar todo ropa nueva a su viaje y me pidió que la ayudará a elegir lencería, bikinis y vestidos nuevos ya que yo también los iba a disfrutar de esos modelitos no solo Alberto.

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CAPÍTULO 4:

Hoy es 22 de diciembre, acabo de llegar del aeropuerto de dejar a mi novia, Alberto le iba a pagar un taxi, pero yo accedí a llevarla y así podría despedirme de ella. El día 24 ceno con mi familia en casa de mis abuelos y he tenido que buscar una excusa por la cual no venía Clara. Cuando Alberto vuelva empezaré en mi nuevo trabajo como contable en la compañía de videojuegos, me ha dicho que con suerte podré ascender con el tiempo.

En la última cena, Alberto me invitó a pasar año nuevo con ellos en la República Dominicana, me dijo que si quería ir tendríamos todos los gastos pagados y él me pagaría el vuelo, me dijo que era genial tomar las uvas bañándose en la playa sin pasar frío y después tomarse una piña colada.

Le dije que lo pensaría esta semana que tengo libre, él me dijo que cuidaría lo mejor posible a Clara en mi ausencia, pero me dijo que a ver si yo podía cuidar de lo que él más quería en su ausencia, y me dejó sobre la mesa las llaves de un coche con el emblema de Lamborghini. Me quedé a cuadros y le dije nervioso que sí que lo cuidaría.

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CAPÍTULO 5:

Decidí no pensar en que podría estar haciendo mi novia durante esa semana, y aquí estoy cenando con mi familia disfrutando el momento y me lo estoy pasando genial, estamos con los postres y me están preguntando por mi nuevo trabajo, el cual me ilusiona y estoy deseando de empezar. Eso sí, aunque llevo estos días moviéndome con el coche de Alberto a la cena vine con el mío para no levantar sospechas.

Sobre las 12 de la noche miro el móvil y tenía un mensaje de mi novia:

“Feliz Navidad mi amor! ¡Muchos besos! ¿Lo estás pasando bien? Nosotros estamos volviendo al hotel, hemos cenado en la playa los dos solos a la luz de la luna y con las olas de fondo y estaba todo riquísimo. La verdad es que es la primera vez que veo a Alberto desde que llegamos… Ayer estuvo super liado y llegó tarde al hotel, yo ya estaba dormida y al despertar ya no estaba.”

Aunque no quería pensar en ella me encantó tener noticias, así que le respondí:

“Estamos con los postres, la verdad es que todo genial, me estaban preguntando por mi nuevo trabajo y luego jugaremos a algún juego de mesa hasta tarde y mañana abriremos los paquetes.”

A los pocos minutos me respondió:

“Me alegra ver que te lo pasas bien, Alberto te manda un abrazo, y dice que yo sí que voy a tener un paquete esta noche (Aaayy que vulgares sois los hombres). ¡Muchos besos cariño!”

Le respondí al mensaje, pero no lo recibió así que me puse a jugar con mi familia.

A la mañana siguiente me desperté con emoticonos de besos en mi móvil como respuesta a mi último mensaje, lo mando a las 5 de la mañana, parece que se les alargó la noche…

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CAPÍTULO 6:

Se me hizo raro sacar la ropa de verano en diciembre para meterla en la maleta, si al final voy a pasar el año nuevo con ellos Alberto me insistió tanto que me anime, la verdad es que hemos hecho buenas migas. Así que estoy esperando en el aeropuerto esperando en la sala vip a que me llamen para embarcar, lujos de Alberto…

Lo que no se es dónde voy a dormir… me imagino que tendré mi habitación individual en el hotel con vistas al mar lejos de su suite para no molestarlos.

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CAPÍTULO 7:

Estoy probando el regalo de Navidad que me ha hecho Alberto, el nuevo videojuego de su compañía aún no ha salido a la venta así que soy de los primeros en jugar.

Esta noche nos ha llevado a probar comida caribeña para celebrar mi llegada, y la verdad que lo pasamos fenomenal, Clara estaba radiante y me contó que se pasaba las mañanas en la playa, pero se aburría mucho mientras Alberto trabajaba pero que conmigo allí podríamos hacer turismo.

Mi ropa la tengo ordenada en el armario, al final no tengo habitación individual, Alberto alquilo una villa en el hotel de 2 habitaciones, 2 cuartos de baño con sauna, una cocina, un salón enorme con una tele de 60 pulgadas, piscina y vistas a la playa que tenemos a 10 m.

Mientras yo juego ellos están en la habitación grande, y no hago más que oír gemir a mi novia como nunca la había oído… ¿será parte de su papel de escort? La verdad es que sólo de oírla la tengo super dura, será mejor que me vaya a la cama y siga jugando mañana que es muy tarde.

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CAPÍTULO 8:

Anoche no podía dormir y estaba super caliente de oír como la cama se movía en la otra habitación así que me dio por pajearme, 2 veces me corrí…

Alberto está en unas jornadas de empresarios por lo que Clara y yo nos hemos dedicado a visitar Santo Domingo, Alberto nos ha encargado reservar en el restaurante que más nos guste para nochevieja.

Entramos en un super y mientras yo miraba algo para comer a media mañana, ella disimulo y compro condones y lubricante cuando creía que no me daba cuenta.

Al volver al hotel nos hemos duchado juntos y hemos aprovechado para masturbarnos el uno al otro, me ha encantado pasar mi polla por sus nalgas de nuevo (aunque otros clientes han podido hacer sexo anal con ella, a mí no me ha dejado). Cuando metí mis dedos en su coño pude ver que estaba muy abierto de anoche todavía, sus tetas habían perdido la marca del bikini y tenía un color moreno por todo su cuerpo.

Alberto llegó tarde, cuando llegó nosotros nos habíamos quedado dormidos viendo la tele se dio una ducha y se acostó, así que esta noche nosotros dormimos abrazados en el sofá como la pareja feliz que somos.

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CAPÍTULO 9:

El día de nochevieja me puse el traje para nuestra cena en Santo Domingo, Alberto ha alquiló una limusina para esa noche tan especial y nos reservó una pequeña cala para poder comer las uvas, bañarnos en el mar y tomamos unos cócteles sin que nadie nos molesté. Aunque a la mañana desayunamos juntos y nos fuimos de paseo por alguna playa, a la tarde, Clara se fue a la peluquería y Alberto tenía una videoconferencia, así que la limusina nos recogería uno por uno.

Con las luces del restaurante pude ver lo preciosa que estaba Clara con ese vestido y el pelo recogido para la ocasión, cualquiera diría que estábamos casi en enero, ya que era bastante corto, llegando a la mitad de su muslo, negro, pero con transparencias que dejaban ver su vientre y parte de sus pechos. Clara y Alberto iban algo adelantados, cualquier persona podría pensar que eran ellos los novios, por tener una altura similar, porque ambos son muy atractivos y lo mucho que se reían.

La cena fue genial un menú degustación que estaba delicioso y con productos de alta calidad, todo acompañado de un vino con más años que yo. Alberto se sentó junto a Clara, y no sería descabellado pensar que en algún momento ambos se tocaron por debajo de la mesa en más de una ocasión, y que decir cuando yo iba al baño.

La noche era de lo más mágica, charlamos, nos reímos, bebimos, nos bañamos en la playa, bebimos más, etc. Cuando llegamos al hotel, los tres habíamos bebido demasiado, pero parece que no lo suficiente ya que decidimos tomar algún licor para terminar la noche. Mientras Clara y Alberto charlaban, yo veía la tele que no recuerdo ni qué era lo que veía, al final, por el efecto de alcohol sumado a las horas que eran, no tardé en quedarme dormido en el sillón.

Al rato, un grito hizo que me despertara, y al abrir los ojos me quedé atónito, al ver como Clara, aún con el vestido puesto, cabalgaba enérgica la polla de Alberto gimiendo y gritando de placer. Desde mi sillón me quedé mirando la escena que me puso muy caliente, incluso llegué a tocarme la polla por encima del pantalón viendo como Alberto agarraba fuerte el culo de mi novia mientras ella lo besaba. Al rato, no sé porque, pararon de follar y se levantaron colocándose bien la ropa, Clara, arreglándose el pelo, se giró hacia mí y vio que ya no dormía:

“¡Anda! ¿Te hemos despertado? Aunque parece que no te importa que te hayamos despertado”

Entonces vi que sin darme cuenta me había sacado la polla y me estaba pajeando viendo la escena que tenía delante, y me la guardé avergonzado.

“Tranquilo, no pasa nada, nos vamos a la habitación que allí estaremos más cómodos” me dijo mientras entraban en su habitación, a los pocos segundos Clara asomo de nuevo por la puerta y me dijo- “Si quieres seguir disfrutando de las vistas puedes entrar tú también a Alberto no le importa”.

Yo me quedé pensando en sus palabras, al principio no reaccione y me quedé mirando la puerta abierta, pero al final me levante del sillón y me dirigí a la habitación, allí pude ver a mi novia quitándose los zapatos ante un Alberto que se desvestía.

Nunca había entrado en su habitación, era enorme, con una gran ventana, por la cual nos observaba una gran luna, una cama en la que podían entrar 4 personas sin problemas, un sofá, ...

Clara me sonrió cuando aparecí por la puerta, y me pidió que le ayudará a quitarse el vestido, así que accedí y deje a mi novia desnuda completamente ante un hombre que estaba ansioso por fallársela. Ella se puso de rodillas y se puso a mamar la polla de Alberto, o eso supuse porque no veía nada de lo oscuro que estaba, me senté en el sofá a ver la escena y pensé en el número de pollas que habría tenido mi novia en sus manos para desarrollar esa técnica.

Podía oír como Alberto disfrutaba de las sensaciones que Clara le daba y puso su mano en la nuca de ella para aumentar el ritmo y la profundidad. Mientras tanto, yo miraba la escena sin perderme un segundo, y cuando me quise dar cuenta tenía la polla en la mano, quien me iba a decir a mí que me pajeaba mirando cómo otro hombre se folla a mi novia. Al rato, Alberto levanto a Clara agarrándola fuerte el culo, y ella lo abrazo con sus brazos y piernas, fundiéndose ambos en un tórrido beso que ninguno de los 3 queríamos que acabase. Alberto la dejó sobre la cama y se terminó de desvestir, mientras tanto yo pude ver cómo de caliente estaba ella solo con mirarla a los ojos.




Clara me hizo gestos para que me acercará más, y la verdad es que no sabía qué hacer, por un lado, me daba vergüenza, pero después de todo lo que había pasado creo que eso era una tontería. Así que me puse de rodillas a los pies de la cama, en ese momento pude ver en toda su plenitud el miembro de Alberto, era descomunal, tampoco es que hubiese visto muchos, en erección solo el mío, pero apostaría lo que fuera a que ese miembro era el doble que el mío, tanto en longitud como en grosor. Con Alberto tumbado sobre la cama, ella se dispuso a ensartarse con ese gran aparato, cosa que hizo despacio y después de untar con lubricante debido a su gran tamaño, hasta que vi como desaparecía dentro de ella. Entonces inició un movimiento suave, donde volvió a aparecer la polla de Alberto, mientras ella subía y bajaba y con movimientos circulares añadidos, y fue en ese momento cuando los gemidos de Clara me sacaron de mi estado de hipnosis y pude mirar sus caras de placer, y de cómo Alberto masajeaba los pechos de ella y evitaba que rebotaran.



No sé en qué momento pasaron del sexo suave y “romántico”, al sexo salvaje y desenfrenado, pero lo que sí sé es que los movimientos suaves pasaron a ser un galope de polla tremendo acompañado de una serie de gemidos que se tenían que oír en todo el hotel. Por otro lado, el masajeo suave de pechos había pasado a ser un magreo de culo, el cual empezó tocándolo y agarrándolo un poco y acabó con el bonito culo de mi novia colorado por los azotes y las uñas de Alberto clavadas en él.



Después de un largo rato de cabalgar, ambos se pararon y se fundieron en un bonito beso postcoital, ambos abrazados y con sus sexos aún unidos. Alberto se fue al baño, mientras Clara se acordó de que yo seguía ahí y me beso apasionadamente como no había hecho desde que llegué a la isla, entonces me dijo:

“¿Sabes que mi amor? Menos mal que estoy con anticonceptivos sino igual en 9 meses tendrías un bebé de Alberto por casa jajajaj, con las prisas no nos acordamos del condón”



Entonces cambió su posición, dejándome ver su coño y pude ver como su coño estaba muy abierto y en el interior se podía ver asomar un líquido blanco. “¿No sé quién estaba más caliente con la escena de esta noche, tu o yo? Y aún sigo estándolo, aunque me haya corrido 2 veces, te pediría que me comas el coño, pero visto lo visto igual es demasiado.”



Ambos seguíamos muy calientes a pesar de habernos corrido varias veces, la mire a los ojos mientras me hablaba, y en ese momento a mi cerebro se le olvidó que había pasado en esa cama hacia 5 mins, entonces dio la orden a mi cuerpo de dar el placer que mi novia no había recibido por mi parte en estos años de relación. Me acerque a su coño y me dispuse a lamerlo de abajo arriba a lametones como si me comiera un helado, eso hizo que Clara se derritiera y cayera rendida en la cama del placer. Al poco rato, el líquido blanco empezó a aflorar cayendo lentamente, pero eso no hizo que mis lametones pararán y pude degustar el semen de Alberto, no sé si fue por el alcohol, la excitación o que realmente tenía ese sabor, pero me pareció delicioso. Ese sabor, añadido al del coño de mi amada y a la mezcla de olores sexuales que se respiraba en el ambiente, hizo que yo me animará y lamiera con maestría su coño haciendo que ella se corriera al poco rato en mi cara.



Ella cayó rendida, Alberto que pudo ver el final del espectáculo la beso apasionadamente tumbándose a su lado y yo me limpie mi cara y quite mis babas del sexo de mi chica. “Ha sido genial cariño, ¡Gracias! Es muy tarde creo que deberíamos dormir los tres, ¿te apetece dormir con nosotros cariño?” dijo ella apretando a Alberto y dejándome una esquina libre, me acomode en la cama, ella me dio un beso de buenas noches y nos acostamos los tres.

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