Por Punky Pow
Me animé a entrar y
publicar en esta página, porque veo que existimos muchas personas con
situaciones similares y que nos encanta el sexo en todas sus formas. Mi relato
es real y lo hago hoy en el primer día de diciembre de 2018.
Actualmente tengo 46 años,
felizmente casada con un ser maravilloso (vivimos en Ecuador), a quien amo y
considero mi complemento perfecto, la pareja ideal, como irán comprobando más
adelante, estamos juntos en esta experiencia de poder contar nuestras vivencias
en lo sexual.
Pues bien, yo tenía 10 años
cuando se dieron los hechos: hubo una fiesta familiar en casa de mis padres,
todo el mundo bailando y bebiendo en la planta baja, yo, por el cansancio
(serían las 23H00 de lo que recuerdo) subí a mi dormitorio y no me puse pijama,
sino que me recosté encima de las cobijas para estar pendiente de mi hermanita
menor (6 años) que se quedó con mi madre en la fiesta.
Yo llevaba puesta un
vestido color rojo hasta unos dos centímetros arriba de las rodillas y un
interior floreado color rosa; deben haber pasado unos 20 o 30 minutos que
estaba en mi cama, cuando siento que alguien sobaba mis piernas y despierto
asustada y era mi tío Santiago, (blanco, alto, de bigote cano, a la época él de
50 años), se notaba que estaba ebrio y me dice “tranquila mija, no pasa nada,
abajo el baño está ocupado y tú mami me envió al segundo piso para poder orinar
en el baño de su dormitorio”
Es cuando le digo, tío el
cuarto de mami es pasando la mampara, ante lo cual se pone de pie y salió para
allá, no se demoró mucho y regresa nuevamente a mi cama y se sienta, me dice
“Elenita te quiero decir algo, pero prométeme que no le dirás nada a nadie”,
Yo, que pasa tío?.
“sabes mija, que me gustas,
tienes un lindo cuerpo” -imagínense yo a esa edad jajajaja- y comienza a
tocarme las piernas mientras seguía diciendo cosas que no lo tomaba en cuenta y
tampoco recuerdo bien.
Para ir al grano, pasaba
algo en dentro de mí que hasta ahora no lo puedo explicar -mi esposo dice que
estaba excitada- por el manoseo del tío, y me hace parar en el piso, “mi Eleni
eres muy bella.
te deseo” -lo recuerdo
perfectamente- leí digo tío que hace? y me alza la falda para seguirme tocando
en mi entrepierna, me baja el calzoncito y me tocaba mis glúteos y con su dedo
trataba de meterme en la conchita -les prometo que nunca estuve asustada, ni
traté de evitar que el tío siga, más bien me estaba gustando la situación-
logra meter un dedo y lo saca húmedo y se lo pone en la boca, dice.
me encantas Eleni te amo.
Y es cuando se baja el
pantalón y saca tremenda verga de 20cm (claro que a la época yo no sabía nada,
lo cuento ya con mis palabras actuales) gruesa, venosa y toda mojada, coge mi
mano y me la hace que la apriete, “mi Eleni te gusta?” .
Yo lo único que hice fue
asentir con la cabeza, luego me alza y me da vuelta para sobar con su verga en
mis nalguitas, así estuvo buen rato, y otra vez me da vuelta, yo me sentía que
estaba orinada, -quien va a saber a los 10 años lo que estaba pasando en su
interior verdad?-
Me abre las piernas y se
sube encima mío -experto el viejo, no dejaba caer su peso en mi cuerpo- y pone
la cabeza de su verga en mi concha, tratando de meterla, asunto que de lo que
recuerdo -solo sentí un pedazo de carne en mi cuca que jugaba el agarrada su
verga y que trataba de meterla, nunca me metió la verga, aclaro- pero yo como
que deseaba calmar ese “algo” que estaba sucediendo dentro de mí, tenía
cosquillas indescriptibles y por eso me dejé llevar sin ningún inconveniente
para con el tío.
No sé qué tiempo pasaría
cuando siento que el tío se alza y sus gemidos -nunca los olvidé- ohhhhhhh,
ummmmmm, se retira y chorros de semen (ahora sé que se llama así, siempre pensé
que así orinaban los hombres) al piso, se alza el pantalón y me dice “mira que
tenemos un secreto no?” y sale al baño a ver con que secar toda leche derramada
en el suelo, regresa y me pone mi calzón y dice descansa mija; en ese momento
escuchamos que mi madre lo llamaba “Santi.
Santi”, él me hace señal de
silencio y se recuesta al pie de mi cama, yo me hago la dormida también y entra
mi madre susurrando “mi hija no se ha tapado, pobrecita” y se acerca donde el
tío y como estaba también con sus tragos encima.
Grita desde mi cuarto “aquí
ha estado Santiago, se ha quedado dormido en la cama de mi nena”.
luego subió mi papi y lo
“despertaron” para llevarlo otra vez a la fiesta.
Yo me quedé muy inquieta,
me seguían esos cosquilleos en mi cuquita, solamente alcé las cobijas, me cubrí
y me quedé dormida.
Que sucedió luego con el
tío? Les aclaro que nunca lo delaté ni nada por el estilo, he guardado el
secreto y la única persona que lo sabe es mi esposo -y ahora Uds. jajaja- .
Espero poder contarles en
una segunda parte como fue la reacción de Santiago, la vez que volvió a casa
luego de la fiesta.
Así mismo, cómo se enteró
mi esposo de esa experiencia, cómo nos sinceramos en lo sexual y también por
qué no, lo que le sucedió a él en similar edad a la mía.
Por eso al principio
indiqué “mi complemento perfecto”.
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