Por viagramanusa
Este relato narra mi primer trio, cuando mi
virilidad estaba al máximo, ahora ya dependo de mucha estimulación y de la
pastilla azul para lograr una erección.
Recuerdo que siendo joven, tuve en la cama
a muchas chicas de mi edad, que por temor, en esos tiempos de que quedaran
embarazadas, y habiendo tenido experiencias con hombres penetrándolos analmente,
a las chicas, me las cogía de esa forma, y se mantenían vírgenes vaginalmente.
Supe que una de mis amigas de la
adolescencia me andaba buscando. Había dejado recados con amigos. Ella se llama
Licha. Por fin pude hablar con ella, y me dijo que se había casado y que necesitaba
de mi experiencia para convencer a su marido de tener sexo anal.
Tenga en cuenta estimado lector o lectora,
que en mi juventud, en el Siglo XX, coger a alguien por el culo se creía que era
cosa de maricones, acto que no se ejercía o no se hablaba abiertamente en una
pareja de esposos.
Quedamos de vernos en un lugar tranquilo
para platicar y ponerle fecha al encuentro. Cuando la vi, la recordé y al
platicar con ella supe lo que ella quería tener en su matrimonio. Me dijo que
con su esposo conoció el placer de la penetración vaginal, pero que le quedaba
el recuerdo de nuestro encuentro de la adolescencia cuando la penetré varias
ocasiones analmente. Y que gracias a eso, ella se mantuvo virgen hasta su
matrimonio con Manuel, así se llama su esposo.
Me dijo que dentro de su matrimonio, por parte de su marido era imposible realizar
ese sueño, pero pensó si ella me presentara a su esposo, y le explicara que
conmigo ella conoció el placer anal. Me dijo que su esposo no estaba de acuerdo
para ese tipo de cosas. Debido a las creencias religiosas, de lo que dirá la sociedad
y que eso era de jotitos y no de hombres.
Me sugirió que si su esposo nos viera
teniendo relaciones, su marido se animara a cogerla por el culo. Y quizá hasta
realizar un trio, otro de sus sueños, ser cogida por dos hombres. Licha me dijo
que trataría de convencer a su marido, para que yo fuera a su casa, como un
amigo, y dejar que las cosas fluyeran para llegar al objetivo deseado. Licha me convenció por lo que inmediatamente
quedamos para una cita en su propia casa.
El día acordado me presenté en su casa por la tarde después de comer, me recibieron y me
hicieron entrar en su salón. Ella traía puesto
un saco sastre y una falda que le llegaba arriba de las rodillas. Me acomode en
un sillón. Juan, me sirvió una bebida y Licha trajo la botana.
Después de un rato, Licha tomó la iniciativa de quitarse el traje y la falda, diciendo que se sentía
acalorada. Debajo llevaba un vestido rojo abotonado por delante, dejando los
primeros botones abiertos, así mismo me fije que no llevaba sujetador, por lo
que sus generosos pechos se apreciaban claramente, así mismo unas
opulentas y sedosas piernas.
Manuel, no podía creer, viendo a su esposa,
sensualmente vestida, enfrente, para él, de un desconocido.
Licha y yo nos sentamos en un sofá y Manuel
en un sillón enfrente, al tener a Licha, a mi lado sintiendo el calor de su
cuerpo, me empecé a poner caliente más teniendo a mi vista las apetitosas
piernas y parte de sus muslos.
Licha empezó con su historia y experiencias
conmigo, que siendo adolescentes, a las edad de 17, yo la penetré analmente por
respeto a mantener su virginidad vaginal, porque en ese tiempo, una mujer no
virgen, no era bien vista por la sociedad y era etiquetada como una puta. Licha
le dijo a Manuel que lo amaba, pero que en la sexualidad había otras formas de
dar placer y, que gracias a mí, ella necesitaba sentir el placer anal, que Manuel
no le daba. Y que ahora, estando yo en su casa, quería que me la cogiera por el
culo y que su esposo viera como lo gozaba.
Manuel dijo que no le molestaba que su
mujer a sus 35 años, tuviera relaciones con otro hombre, si ese era su deseo,
que él lo respetaba, Le encantaba verla siendo penetrada. acariciada y tocada
por otros. Pero que cogerla por el ano, era algo que a él no le atraía, ni apetecía
hacerlo.
Viendo que las cosas estaban muy bien y
oyendo a Manuel, puse mi mano en la rodilla de Licha, ella abrió un
poco más las piernas para facilitarme el acariciarlas, inmediatamente se desabrochó
dos botones más para facilitarme mis caricias, sin ya ningún impedimento.
Continué mi ascensión por sus muslos hasta
llegar a las proximidades de su pubis, dándome cuenta de que tampoco llevaba ropa
interior, ya mis caricias fueron abiertamente directas, mientras Manuel me
observaba tranquilamente, le estaba acariciando los labios vaginales y empecé a
meter un dedo en su culo. Licha, adelantó un poco su cuerpo para
facilitarme mi trabajo, al mismo tiempo empezó a masajear mi verga por
encima del pantalón, esto me estaba poniendo a mil a más de tener al marido
mirándome así mismo comprobé que él se estaba calentando.
Bueno, dijo Licha, yo creo que en otro
lugar más cómodo estaremos mejor así que vámonos a la cama, me cogió de la mano
y me llevó a su habitación, con una gran cama ya dispuesta, Manuel venía detrás
nuestro y empezamos a desnudarnos, Licha, se despojó de toda su ropa, mostrando
su hermoso cuerpo, del cual quedé prendado,
lucía un intimidad con una tupida mata de pelo negro, nos abrazamos
besándole el cuello y agarrándome a su nalgas. Acariciando su mata de pelo y apartándole
los labios mayores, le introduje mis dedos en su ya lubricada vagina.
Al mismo tiempo ella me tenía la verga agarrada la cual acariciaba, subiendo y
bajando su mano a lo largo de la misma.
Me agaché y abriéndole los labios vaginales le pasé mi lengua a todo lo largo, bajando hasta su ano, el cual ya lo tenía
limpio, se notaba que había hecho un enema, para tenerlo listo para una cogida.
Licha, es muy sensual y su cuerpo estaba deseando estas caricias abriendo sus
piernas para facilitarme mi entrada a su vagina como en su culo.
Manuel se acercó a nosotros, como queriendo
participar, pero se detuvo cuando acariciaba a su esposa con mucho mimo, por
favor échate en la cama, le pedí. Licha, se tumbó en la cama y los dos, Manuel
y yo nos pusimos cada uno a un lado de ella acariciándole todo su cuerpo
comiéndole sus preciosos pechos, la situación ya estaba bastante caliente entre
nosotros, Manuel, me dice; cógetela, lo está deseando, tiene ganas de
gustar esa verga tuya, tal como estaba cara arriba me costó muy poco subirme y
acoplar mi cuerpo al suyo y meterle la verga. Empezamos un mete saca muy suave
pero yo estaba bastante caliente y excitado por la situación, y muy fácilmente tuve
un orgasmo muy fuerte, inmediatamente le dije a Manuel que ocupara mi
puesto, que disfrutara a su esposa, mientras yo los observaba y cargaba energía
o las pilas para darle por detrás.
Ahora, tocaba mostrarle a Manuel, como se debía
coger a una mujer por el culo.
Me acerqué a Licha y la levanté de la cama tomándola
de la cintura y bajaba poco a poco hasta agarrar sus nalgas. Nos besamos por
unos minutos en los cuales la podía tocar a mi antojo. Pudo notar como mi
erección subía cada vez más y eso la excitaba aún más.
La coloqué en la cama y la puse boca abajo, y me deleité con su hermoso culo.
Le dije a Manuel que se acercara y que le diera unas nalgadas a su esposa, para
que aflojara los glúteos. Lo hizo y eso logró que pusiera en evidencia una erección.
Empecé a dilatar el culo de Licha con mis
manos, dedos, beso negro, levemente con mi puño. Licha gritaba de placer. Le
dije a Manuel que le acercara su verga a Licha, la cual se puso en posición de
perrito. Mientras yo preparaba el culo de Licha, Manuel le inserto su verga a
la boca de su esposa y como toda una bebé sedienta de biberón empezo a chupar y
a chupar lentamente, luego pasaba su lengua de arriba hacia abajo hasta sus
testículos, veía a sus ojos el placer que le estaba causando.
Yo con mi lengua empecé a jugar con su
orificio trasero, en ese momento sentía como su respiración estaba agitada y
solamente deseaba que la hiciera mia. Poco a poco fui humedeciendo aquella
entrada tan secreta y prohibida para la mayoría de la sociedad pero que para
nosotros era una fuente de placer aun no explorada por su marido.
Mientras Licha mamaba la verga de su
marido, empecé a acomodar mi verga en su culo. Poco a poco se la metí, hasta
que la tuve toda dentro. Licha grito de placer, soltando la verga de su esposo
que al sacar su verga de la boca de su esposa, empezaba a tirar leche por todos
lados.
Yo metía y sacaba mi verga en el culo de
Licha. Manuel al recuperarse su orgasmo, se acercó a mi viendo cómo me cogía a
su esposa y se daba cuenta del placer que ella sentía, comprendiendo lo que se había
perdido.
Al verme su verga empezó a crecer y ponerse
dura. Me veía con ganas de intentarlo, poco a poco me sali del culo de Licha,
ella dijo no, por favor Larry, acaba dentro de mí. Yo le dije, vine a que
pudieras cumplir tu deseo, siente ahora la verga de tu marido en tu culo.
Licha, sorprendida, aceptó y empezó a sentir la verga que por mucho tiempo había mamado y que
ahora la sentía en su culo. Manuel la penetró con un mete y saca intenso, Licha logra su orgasmo. Me pide que le
acerque mi verga a su boca, me mama como si fuera una becerra sedienta de mi
leche.
Logro descargar en su boca. Se traga mi
leche y me limpia mi verga con su lengua. Le pide a su esposo que se recueste
para que ella lo cabalgue. Manuel se acomoda y con la verga parada, ella logra
que la penetre por el culo.
Ella cabalga suavemente mientras se veían a
los ojos como si estuvieran acostumbrados a hacerlo. Sentía que la persona que
ama, por fin, la penetraba por atrás y eso la hacía exageradamente feliz. Mi
sorpresa fue que, sin darme cuenta, seguro por lo excitados que estaban, me
sorprendió cuando Manuel me dijo que me acercara a él, y que me quería dar las
gracias, por haberlo enseñado como cogerme a su esposa por el culo.
Y que en forma de agradecimiento, me dijo
que le metiera mi verga en su boca, y que le soltara mi leche, mientras su
esposa lo cabalgaba. Lo hice. Mis piernas temblaban y no podía controlarme,
quejidos y gemidos inundaban la habitación, para luego venir acompañado de una
eyaculación bastante abundante dentro de la boca recién estrenada de Manuel,
quien se tragó toda mi leche al mismo tiempo que descargó la suya en el culo de su esposa.
Finalmente quedamos abrazados incrédulos de
la hazaña recién realizada, aun con el morbo y pena de hacer hecho literalmente
el amor enfocado con sexo anal muy placentero.
Desde aquella vez, el sexo anal forma parte
de la vida íntima de Licha y Manuel y mi participación con frecuencia moderada,
dejándolo más para ocasiones especiales.
Esas ocasiones especiales, ya incluí el
cogerme a Manuel por el culo y Licha penetrando a los dos con arneses y
juguetes.
Ya tengo más de dos décadas que no sé nada de ellos, perdí contacto. Ahora me gustaría tener una experiencia
similar. Si alguien se anima, me pueden contactar a: viagramanusa@yahoo.com.mx
Larry.
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