La ausencia
HUITZILIN: ¡Amada mía, cuan
bella Flor eres! Cuan bello es el sentimiento que tengo y la tristeza que abunda
cuando estás ausente. En mi dormir imagino tu mano sobre mi
mano, paseando miradas y caminando placeres, rindiéndome ante tus
pasiones, sucumbiendo sin resistirme a tus sabores.
XÓCHITL: ¡Oh, Amado
mío, mi cantor, mi poesía! Recuerdo cuando tus dedos
impacientes jugaban con los botones de mi pecho, provocando un estallido de
humedad en ese lugar cálido y ardiente de mi intimidad. Y cuando las palomas de
tus manos inquietas descendían a mi cueva del deseo, tu boca bebía la miel de
mi panal donde se perdían tus labios y tu lengua inquieta hasta ahogar la
fuerza de tu interior, naufragando en oleadas de placer y gemidos de pasión.
HUITZILIN: Cuanto tiempo caminé
solo en esta vida. Cuanto tiempo estuve sin saber a dónde ir. Pero un día
llegaste a mi vida. Y desde entonces sin ti ya no sé vivir.
XÓCHITL: En la madrugada,
hiciste con la llama de tu esencia que resbalara mi ropa por mi
cuerpo quemando la blancura de mis sentimientos y entre el rumor de
suspiros, gemidos, caricias, metiste tu lengua hasta mi garganta dejando el
espacio justo para que la mía jugara con la tuya. ¡Te amo Huitzilin! ¡Oh
eres mi Canto de Amor!
HUITZILIN: Mi cuerpo al tuyo se aferra cada vez que dices ‘te amo’, siento tus labios besándome a distancias.
HUITZILIN: Mi cuerpo al tuyo se aferra cada vez que dices ‘te amo’, siento tus labios besándome a distancias.
XÓCHITL: Tengo mi respiración
agitada contigo al terminar de amarte con mis cinco sentidos de pies a cabeza.
Cada vez que tu esencia está conmigo quiero que me arrastres a tu placer, que
muerdas mis ansias, estalla en mí para una fusión completa.
HUITZILIN: Cada madrugada el
néctar de tu flor estalla en la humedad de mi cuerpo.
Espero un instante tus besos donde germina el arrebol en tu rostro reflejo de tu dulce encanto. Espero con ansiedad tocar tus senos jugosos y terminar en el panal inagotable de tu miel.
Espero un instante tus besos donde germina el arrebol en tu rostro reflejo de tu dulce encanto. Espero con ansiedad tocar tus senos jugosos y terminar en el panal inagotable de tu miel.
XÓCHITL: Deleitas con caricias
todo mi cuerpo, lascivamente con tu lengua me saboreas por
completo, imaginarme el éxtasis que recorre todo mi ser, pegadita a
tu piel se contonea mi intimidad. Me alucina imaginarte en completa
desnudez haciendo juego con mi inquieta y lúcida timidez hacerte mío
es mi delirio extenuante y amarte sin límite acurrucada muy dentro de ti.
HUITZILIN: En mi dormir tú intimidad me alimenta de placer, tus caricias me cobijan en un eterno amanecer dejándome envolver en tu aroma que se queda junto a mí y me embriaga sintiendo mi intimidad activada.
HUITZILIN: En mi dormir tú intimidad me alimenta de placer, tus caricias me cobijan en un eterno amanecer dejándome envolver en tu aroma que se queda junto a mí y me embriaga sintiendo mi intimidad activada.
XÓCHITL: Estoy entre tus
piernas recostada en tu pecho. Sobre mi costado izquierdo, mientras me
acaricias la espalda y mi cabello, mi cadera está sobando con movimientos
circulares, lentos, discretos, tu total intimidad.
HUITZILIN: ¡Oh, Xóchitl, XÓCHITL de
mi vida! Eres la culpable de mis húmedos desvelos. Me seduce tu esencia al
extasiar con mis manos tu desnudez. Siempre estoy contigo, con tu
alma, con tu aliento, con la textura de tu pelo, con el aroma de
tus senos. Cada madrugada mi alma me sorprende recorriendo el sonido
del silencio cuando tú estás durmiendo y en tus sueños vivir un
tiempo eterno.
XÓCHITL: Tu sexo me alimenta de
placer. Tus caricias me cobijan en un eterno amanecer. Envuelta entre tus
brazos me encuentro dormida. Al abrir mis ojos estoy confundida y
asombrada, pienso: ¿Qué será de mi cuando no te vuelva a ver?
HUITZILIN: Te espero amor, me
quedo con ansias de enlodarme en el néctar de tu panal. Mi vía láctea está
latente, guardándome hasta cuando seas MIA para estallar en millones de
estrellas fugaces en tu intimidad.
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