Por
Nachito47
Año
91, yo tenía 13, ya me atraían los hombres, pero no tenía ninguna experiencia
ni había tenido ninguna relación, yo actuaba como niño normal, para que nadie
notara que yo era joto, pues en ese entonces aún todo eso era un tabú, un día
llego a casa un tío a visitarnos, ese tío era mayor que yo 5 años, y mi madre
lo acomodó en mi cuarto, ya no lo podía dejar en el cuarto de mi hermanita,
pues la primera noche qué durmió junto a mí, desperté a media noche y vi que él
se estaba masturbando, yo me da la vuelta y fingí seguir dormido pues me puse
muy nervioso, y así pasaron varias noches y se masturbaba todas las noches, una
noche estábamos ya el mi cuarto para dormir, y el andaba un poco tomado, ya
estando yo acostado, me dijo; yo sé que tú eres putito, yo sé que eres una niña
y que te gusta la verga, y yo le respondí que no era verdad, que estaba
mintiendo, y el entonces él me dijo, yo te he visto como me mira la verga
cuando me la jalo, y ahorita me la vas a chupara o le voy a decir a tu papá que
eres puto, yo no supe que hacer no que decir, pensé en miles de escenarios de
cómo podría yo negarlo y no me creerían, le darían la razón a él y a mí una
buena putiza, me quede estático un momento, y él se desnudó y se me acercó,
tomo mi mano y la puso sobre su verga ya bien parada, dura, grande y hermosa,
yo sostuve su verga en mis manos, y el empezó a decirme que hacer y cómo
hacerlo, te chupaba la varga la verga de arriba hacia abajo, y los huevos también,
yo temblaba de miedo, pero me gustaba mucho, después me recostó en la cama y se
acomodó de manera que el me la chupaba a mí y a él ( el 69) y eso causó que yo
me viniera rapidísimo, fue la primera vez que sentí algo así, después me indicó
que me pusiera de perrito y me entonces él se comía mi añito virgen, y fue tan
delicioso, que volví a chorrearme, estaba ya muy relajado y me dijo, ahora si
vas a sentir ser niña de verdad, y sentí cuando me penetro, yo mordí la
almohada y grite de dolor, pero el me sostuvo para no salirse de mí, y me dijo,
te dolerá solo un momento, y continuo penetrándome, y poco a poco el dolor se
fue disipando, y el placer tomó su lugar, esa noche fui suyo por completo,
jamás lo olvidaré, de ahí en adelante éramos inseparables, tuvimos mucho sexo
por varios años.
Continuará
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