Por marthasantiestebann@hotmail.com
Como me lo han pedido les voy a relatar que
lo qué pasó.
Después de que mi jefe me sacó mi tanga se
la guardó quedándose con ella me abrazó me besó diciéndome que rica estas, me
encantó, acercó sus labios a los míos, abrí mi boca, era la primera vez que
probaba mis jugos mezclado con su semen sintiendo en mis labios su sabor
viscoso, lo abracé, lo besé con deseo metió su lengua en mi boca jugaba con la
mía.
Sus manos bajo mi vestido acariciando mis
nalgas separándolas pasado por en medio sus dedos embarrando su semen que me
salía de mi panochita empecé a gemir nuevamente sin poder menear mi cadera
apretar mis nalgas al sentir sus dedos como los pasaba en medio de mis nalgas
me dijo tu culo va a ser mío. Le dije no como crees, no debemos.
Una de sus manos la puso en medio de mis
muslos con su semen que me escurría de mi panochita, la embarro en mis nalgas
uno de sus dedos nuevamente acaricio el orificio de mi culo haciendo gemir con
su otra mano embarraba su semen en el encaje de mis ligueros.
Le dije ya no alguien nos puede ver alguien
ya era tarde que tenía que llegar a mi casa mi esposo me espera no quiero
tener problemas.
Mi jefe bajo mi vestido que cubriera mis
nalgas acompañándome a mi coche me fue abrazándome, poniendo una de sus manos
sobre mi vestido en el encaje de mis ligueros
Me decía que le había gustado como lo
apretaba como gemía como me movía que quería que fuera suya nuevamente no le
decía nada porque a cada paso que daba sentía como su semen me escurría en
medio de mis muslos hasta llegar a el encaje de mis medias me preocupaba que
llegara manchar mi vestido que se llegara a notar.
Llegamos a mi carro mi jefe me abrió la
puerta no sin antes de volverme abrazarme acariciar mis nalgas diciéndome al
oído que quería que fuera suya muchas veces más.
Solo le dije hasta mañana me subí a mi
auto, tenía sentimientos encontrados lo vi alejarse levante mi vestido, abrí
mis piernas mire como tenía su semen mezclados con mis jugos habían manchado el
encaje de mis medias negras de red.
Por primera vez estando casada tenía el
semen de otro hombre en mi panochita como salía de mi tome una toalla para
limpiarme pero no lo hice, no sé porque no me limpie.
Me mire en el espejo arregle mi pelo
acomode el rimer de mis pestañas, el color de mis labios con el lápiz rojo
carmesí, tome una pastilla de sabor para quitar el sabor del semen de mi jefe y
mis jugos mi boca olía a él, encendí mi carro empecé a conducir.
Trataba de no pensar en cómo era posible
que hubiera permitido que mi Jefe me hiciera suya aún no sé cómo lo había
permitido trataba de no pensar en sus palabras que me había dicho que le había
gustado hacerme suya. Mas aun que como era posible que le dijera yo las
palabras que le había dicho cuando me estaba haciendo suya que le hubiera
permitido que se viniera dentro de mí que me diera su semen. Todo fue tan
rápido que no supe que hacer me deje llevar permitiendo que se quedar
con mi tanga como recuerdo de la primera vez que me hizo suya.
Llegue a mi casa preocupada por lo que
había pasado no sabía si confesarle a mi esposo que le había sido infiel
pero por otro lado no quería hacerlo sentir mal que tuviera problemas con él.
Baje de mi auto acomode mi vestido mi
abrigo, camine nerviosa sentía la humedad en mi panochita su semen de mi jefe
escurrir, al abrir la puerta estaba mi esposo mi suegra en la sala mirando un
programa.
Quería pasar al baño para limpiarme pero mi
esposo me recibió con un abrazo y un beso, me sentí mal porque era la primera
vez que mi esposo me besaba teniendo el semen de otro hombre en mi boca.
Le dije mi amor esta mi suegra que va a
pensar me pidió que me sentar en la sala me dijo como te fue te ves muy
contenta les comente que nos habían felicitado por los logros obtenidos y de
eficiencia en nuestra área, que nos habían dado un premio, que estábamos muy
contentos.
Mi esposo y mi suegra me felicitaron que
estaban orgullosos también le dije a mi esposo que era una lástima que no
me hubiera acompañado.
Me dijo que ya habían cenado que estaban
por ir a descansar que mi suegra se quedaría con nosotros esa noche, que iban a
terminar de ver el programa en la pantalla.
Les dije que me iba a preparar para dormir,
que estaba un poco cansada no quería que se dieran cuenta que no tenía mi tanga
y que tenía el semen de mi jefe
Cuando entre a la recamara me quite mi
abrigo mi vestido me mire al espejo mire mi cuerpo con mi brasier, sin mi tanga
solo con mi ligueros mis medias de red negras mis zapatillas, el brillo del
semen de mi jefe impregnado en el encaje de mis medias separe mis piernas aun
escurría el semen de mi jefe.
Me quiete mis medias con ellas limpie el
semen de mi jefe que tenía impregnado en mis nalgas, en medio de mis muslos lo
que salía de mi panochita, iba a bañarme pero no quería despertar alguna duda
en mi esposo del porque me bañara ya que casi nunca lo había hecho en la noche
para limpiar mi panochita y el semen de mi jefe pero no lo hice me
puse otra tanga mi baby doll, me metí a la cama para esperar a mi esposo.
Nuevamente no sabía si contarle o no lo que
había pasado por un lado me sentía mal por lo que había pasado y por otro que
hubiera tenido ese atrevimiento de hacerme suya.
Me hacía sentir hormigueo en mi vientre, hacía
que me tocara mi panochita que abriera mis muslos cerrando mis ojos recordando
que cuando le hacia el amor a su esposa pensaba en mí, esas palabras hacían que
me sintiera alagada que le gustaba mi forma de vestir que usara lencería, la
forma de hacerme suya como me había movido y las palabras que yo le había
dicho.
No me di cuenta la hora en que me quede
dormida, cuando desperté era la hora de arreglarme de bañarme, cuando termine
de ducharme no quise ponerme un vestido ajustado como los que siempre había
usado, para que mi jefe no pensara otra cosa así que me puse un vestido amplio
a mi cadera y en mis muslos.
Mis medias de color humo sujetadas por mi
liguero mi tanga mi brasier. Mis zapatillas de aguja.
No sé porque me sentía nerviosa mi esposo
me iba a pasar a dejar a la oficina y después llevaría a mi suegra a su casa.
Cuando me despedí de mi esposo con un beso,
mi suegra me dijo que siguiera teniendo eso logros y muchos días de esos. Solo
le dije gracias y entre a la empresa.
Mi jefe había llegado temprano a la oficina
y uno de mis auxiliares, estaba nerviosa no sabía si reclamarle a mi jefe por
la forma en que me había hecho suya o no.
Estaban llegando algunos personas que
llevaban oficios los tenía que recibir cuando pase al privado de mi jefe mis
piernas me temblaban no quería ni mirarlo a los ojos.
Cuando le entregue los oficios se
levantaron de su sillón, diciéndome que no dejaba de pensar en mí, le dije que
no quería hablar de eso que había sido un error que no sé qué me paso que no
era correcto que me sentía mal por mi esposo.
Se me acerco me levanto mi cara con su mano
para mirarme a los ojos, me dijo que le gustaba la forma de caminar meneando
mis nalgas, mi forma de vestir que le gustaba que usara medias sujetadas con
ligueros que era su delirio.
No quería causarme ningún daño en mi
matrimonio, que sería discreto que le había gustado el aroma que le había
dejado de mi en su verga.
Me abrazo puse mis manos en su pecho
rechazándolo le dije que había gente esperándolo para hablar con el que no
insistiera que no volvería a ser suya.
Me tomo de mi cadera me repegoo a su cuerpo
me dijo siente como pones mi verga de dura como te desea estar dentro de
ti.
Me gusta cómo te mueves como gimes puso sus
manos en mis nalgas trate de alejarlo intento besarme, le dije que no que
tenía que irme me beso en mi cuello en el lóbulo de mi oreja, sentí como subía
la falda de mi vestido.
Metió sus manos con desesperación bajo mi
vestido acariciaba mis nalgas a su antojo. Hizo a un lado mi tanga con sus
dedos abría mis nalgas
Comenzó a acariciar mi ano me dijo en
susurros en mi oído que rico culo tienes mamita esta apretadito para culearte
rico, eran palabras que nunca me había dicho mi esposo, mordí mis labios para
no gemir apreté mis nalgas presionando su dedo que acariciaba mi ano.
Su otra mano acaricio mi panochita que ya
la tenía húmeda le dije ya no por favor no sigas, no pude evitar repegarme a él
me tenía ya muy excitada por sus palabras sus caricias y yo misma le abrir mis
piernas para que me acariciara.
Los susurros, los besos, las palabras con
caricias siempre me han excitado, en los años que tenía trabajando en la
empresa nunca me habían acariciado era la primera vez que alguien lo hacía, de qué
forma lo estaba haciendo mi jefe.
Sus manos bajo mi vestido con una en medio
de mis nalgas acariciando mi culo y la otra acariciando mi panochita húmeda
En ese momento me tenía muy excitada mira
como estas de mojada que rica estas para cogerte que sea mía otra vez metió su
dedo en mi panochita abrí mi boca para gemir, sus labios besaron los míos y
abrí mi boca nuevamente para recibirlo.
Quite mis manos de su pecho las puse atrás
de su cabeza para besarlo con deseo, mi cadera la empecé a mover apretando mis
nalgas y mi panocha con sus caricias, le dije que rico me encanta…
Así me gustas mamita muévete estaba yo muy
excitada le dije… así… así me gusta cómo me acaricias no pares por favor…
Baje una de mis manos para acariciar su
verga que la tenía muy dura intente sacársela pero no pude me dijo te
gusta ..Le dije me encanto tu verga como me cogiste como me hiciste tuya..
También pensé en ti.
Me dijo si me había cogido mi esposo le
dije que no que me había quedado con su leche toda la noche que no me había
bañado, hasta hoy en la mañana.
Le dije en su oído cógeme hazme tuya te
necesito me separo de él me empino en su escritorio subió mi vestido en mi
cintura, comenzó a mamar mis nalgas con mis manos le abrí mis nalgas para que
mamara mi culo.
Le dije cógeme por favor no puedo más hazme
tuya. Escuche el sonido de su cierre mire por mi hombro como había sacado su
verga dura brillosa la paso por mi panocha se embarro de mis jugos y la puso en
la entrada de mi culo.
Mordí mis labios para no gritar sentí
como la cabeza de su verga estaba en mi culo tratando de entrar separe más mis
nalgas en ese momento tocaron la puerta.
Mi jefe bajo mi vestido guardo su verga se
sentó en su sillón, me arregle mi vestido mi cabello y abrí la puerta.
Era el contador general que tenía que
tratar un asunto con mi jefe lo hice pasar.
Salí de su oficina con mis jugos
escurriendo por mis muslos con el temblor de mis piernas los labios de mi
panochita inflamados y con los deseos en mí de que me hubiera hecho suya mi
jefe.
Tenía ya gente esperando para que los
atendiera y no pude ir al tocador para secarme.
Es parte de lo que paso al siguiente día
que mi jefe me hizo suya por primera vez. En otro relato les comentare que fue
lo que paso.
Les pido su paciencia y comprensión para
los que me escriben, gracias por sus preguntas y sus sugerencias de lo que
quieren que les publique lo que he vivido.
P.D. Pueden escribirme a mi correo marthasantiestebann@hotmail.com
Con doble n
Como lo he dicho:
Una nunca sabe lo que pueda pasar cuando y
donde
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