Por eddardstark1307@gmail.com
Todo comenzó en aquella maldita
clase. Mientras charlaba con mis compañeros, nos percatamos de que la profesora
había llegado. Era una mujer delgada, pechos pequeños y culo esbelto. Normalita
de cara… morena, con algunas canas, tendría unos cuarenta y pico años.
Extrañamente esa mujer me provocaba una extraña sensación de deseo y
excitación. Fantaseaba con poder tocarla y hacerle cosas mientras estábamos en
clase. Mientras tanto Ángela, una de mis compañeras fantaseaba con otro
profesor…
En clase era insoportable. Me la
imaginaba desnuda en el baño, tocándose, mesando sus pechos, erizando sus
pezones. Su vagina era perfecta, depilada, empapada. De ella salían y se metían
dos dedos… su clítoris sobresalía, era una escena increíble. Sus gemidos
llenaban mis oídos, llamándome, exigiendo que cumpliese ese gran deseo.
De repente, volvía a la realidad,
seguía llevando sus blusas, y estaba frente a la pizarra, explicándonos de
algún autor que he olvidado.
Pasaron unos meses, mis fantasías
seguían acosándome en clase, finalmente se lo confesé a Ángela, quien me
comprendió y me dio su apoyo.
Al acercarse al final del curso,
debíamos ir recorriendo los despachos de los profesores con el único fin de que
nos tutorasen en el tfg. Ángela y yo tuvimos entonces una gran idea. Seducir y
provocar sexualmente a nuestros profesores para que nos tutorasen. De este modo
subimos a la novena planta. Nuestros despachos estaban enfrentados, así que
decidimos contárnoslo todo según saliésemos de los mismos.
Llame a la puerta. Su voz me dio el
permiso para entrar. Allí estaba. Llevaba el pelo como habitualmente con un
poquito de flequillo… una blusa blanca en la que se transparentaba un sujetador
negro y unos vaqueros ceñidos que remarcaban su culito.
Yo temeroso, comencé a preguntarle y
comentarle sobre el trabajo… llegado el momento saque el tema de la sexualidad
en el periodo que enseñaba ella. Se mostró interesada en ese campo. Comenzamos
a ver juntos entonces unas viñetas con escenas sexuales, que me excitaron
especialmente… mi pene se ponía duro. No podía controlarlo, y me acerque a ella
apoyándolo en su espalda… ella se percató y seguimos viendo escenas…
Me acerqué a su cuello… estuve
respirando en él… se le erizaban los pelos. De repente se giró… me aparto… y me
agarró por el cuello de la camisa. Me empujó contra la mesa…
-aquí empieza tu primera tutoría del
tfg.
Me metió la lengua hasta el fondo de
mi boca. Salivaba muchísimo. Nuestras lenguas jugaban en mi boca mientras
acariciaba con mis manos su esbelto cuerpo. Me ponía a mil.
Se irguió sobre mí, quitándose la
blusa y el sujetador, dejando ver esos pequeños pechos con unos pezones rosados
y puntiagudos. No eran los pechos más bonitos que había visto, pero eran
resultones y me gustaban. Me abalance para chuparlos. Eran sabrosos y jugosos.
Los salive y los mordí, uno por uno repetidas veces… brillaban con mi saliva…
ella gemía y gritaba… me desabrocho los pantalones. Vio el monstruo que
había despertado rápidamente procedió a chuparlo… era increíble, dulce,
sucio y muy eficaz. Su boca subía y bajaba, llenándome de placer… de repente se
lascó de la boca, la escupió y comenzó a pajearme. Mientras lamia mis huevitos.
Yo estaba a mil… no podía controlarme… un chorro blanco salió entonces de mi
pene sobre su mano y brazo… me relaje sobre la mesa… ella salió para limpiarse…
Apenas pasaron unos minutos apareció
totalmente desnuda, con un arnés, un plug anal y un bote de crema. Llegaba mi
segunda tutoría. Apenas habían pasado 20 minutos desde el comienzo de la
sesión. Se unto el dedo en crema y comenzó a rodear mi ano con él… la sensación
era muy extraña… en el momento exacto penetró mi agujerito con un dedo y empezó
a moverlo. Mi pene inmediatamente se puso duro de nuevo… con la otra mano
empezó a pajearme… me sentía mejor incluso que antes, sin embargo no iba a
correrme tan rápido.
Sacó sus dedos de mí y cogió el plug.
Era negro, con una joya en la punta. Lo chupó… brillaba con su saliva. Yo veía
como entraba hasta lo más profundo de su boca y luego lo sacaba… cuando estaba
suficientemente lubricado me lo metió. Aquello era más incómodo, pues tenía una
continua sensación de querer cagar… monto entonces sobre mí, y me cabalgó cual
amazona. Era una situación compleja para mí… su estrecho coño, el bote de sus
tetitas, sus gemidos, el roce de nuestro vello púbico o el plug que tenía en mi
culo me hacían pensar que estaba en el cielo. Así permanecimos unos minutos
hasta que de su coño salió un líquido transparente. Se había corrido.
Me apartó y me puso contra la
ventana. Me sacó el plug y lo lamio, saboreando el interior de mi cuerpo. Mi
ano estaba ahora bastante dilatado. Agarró entonces el arnés y se lo puso.
Comenzó a follarme contra la ventana mientras me hacía una paja. Todo aquello
era nuevo para mí y me estaba encantando. Notaba cada centímetro de su pene de
goma entrar en mi orto. Yo hacía fuerza para sacarlo, lo que me daba mayor
placer. Notaba sus pechos en mi espalda y sus mordidas en mi oreja. Las vistas
además, eran espectaculares.
Me volvió a tumbar en la mesa y allí
me siguió follando y pajeando… ver su cara de perra me puso a mil y cuando me
gritó para que me corriera yo lo hice. Toda la leche cayó en mi pubis y tripa.
Ella, saco su pene de mi interior y lamio toda la zona bañada, avanzando para
besarme y compartir nuestros fluidos. Al acabar, nos vestimos y oculto toda
evidencia de dicho encuentro sexual. Firmó mi propuesta de tfg y salí del
despacho. Justo cuando salía, Ángela cerraba la puerta del otro despacho… aun
nos tendríamos que contar lo que había hecho el otro, pero eso, formara parte
de otro relato totalmente distinto.
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